Phurya

En esta ocasión, nos encontramos ante una novela que mezcla el misterio con la psicología. Una obra en la que nada es lo que parece y donde las mentiras se encuentran en cada lugar al que miras.


Lo primero que destaca en la novela es el original inicio con unos recortes de periódico. Unas noticias que, a simple vista, poco tienen que ver con la trama principal que sucede en el extraño pueblo de Clevence Town.


Clevence Town, un pueblo aislado por una cúpula, mantiene a sus habitantes aislados del resto del mundo para proteger al resto de humanos de un extraño virus del que aún se desconoce la cura. 

Se podría considerar al pueblo como un personaje más, ya que esconde más secretos de los que cualquiera pudiera imaginar, y es observador silencioso de lo que en su interior ocurre.


Tal vez al inicio uno pueda pensar que esta historia está inspirada en la famosa novela de Stephen King La Cúpula, pero ambas historias no pueden ser más diferentes.


En Phurya, la historia comienza a tener forma cuando nuestro protagonista y narrador, Kyle Dwayne, comienza a ver extraños sucesos en Clevence Town. La aparición de un misterioso encapuchado, unas niñas en un pueblo en el que no hay nacimientos desde hace años y un secreto: El Proyecto Clevence Town.


¿Qué es lo que saben sus vecinos y él desconoce? ¿Qué ocurre realmente en el pequeño y aburrido pueblo? Sin duda, Kyle va a hacer todo lo que esté en su mano para averiguarlo.


En cuanto a las descripciones de los escenarios de la novela, sus personajes y las escenas que transcurren en la historia, hay que mencionar que algunas pueden resultar desagradables a un público sensible, debido a la crudeza que pueden llegar a tener. No tanto por la violencia, sino por su moral o por la psicología de una mente enferma.


La novela plantea también dilemas morales, y su autor ha intentado enfrentar al lector a sus propias creencias en distintos momentos de la novela. Es algo a tener en cuenta, junto con todo el trabajo de documentación que hay tras la obra.


Por último, quiero hablar de los personajes principales. En esta obra, destacan tres: Kyle, Eleanor y Korine. Estos tres personajes se nos presentan como los únicos nacidos en Clevence Town, y han formado un estrecho vínculo de amistad y amor.


Kyle Dwayne: Protagonista y narrador de la historia. A través de él vamos a conocer toda la historia de Clevence Town y a sus vecinos. Es un personaje con un carácter cambiante, algo paranoico y cabezota. Sus inseguridades pueden jugarle malas pasadas, pero si tiene una idea clara, irá hasta el final para defender sus ideales. Impulsivo y algo arrogante, se enfrentará al alcalde hasta desenmascarar toda la verdad.

Sus mayores virtudes son la lealtad y su capacidad de perdonar, así como su persistencia. Cualidades que le serán muy útiles a la hora de encontrar fuerzas cuando se sienta perdido.


Eleanor Gordon: Médico en Clevence Town, es un personaje que desde el principio genera incógnitas y que hay algo en ella que el lector no termina de comprender. Ni el lector ni Kyle, que es quien aporta la información de este personaje (al igual que del resto de vecinos). Es el gran amor de Kyle, aunque ella no le ha correspondido jamás, más allá de la amistad. Es una mujer fuerte y misteriosa, leal a sus amigos y muy protectora.

Sin embargo, tengo la sensación de que no llegamos a conocerla del todo.


Korine Novikov: La tercera en discordia en este extraño trío. Es una mujer divertida y extrovertida, con sentimientos románticos hacia Kyle, pese a haberse pasado años ocultándolos. Trata de ayudar siempre a sus amigos y se preocupa por Kyle y su extraño comportamiento en los últimos días.

Una mujer extraña y leal (cualidad que parecen compartir los tres protagonistas) será la aliada de Kyle en el ayuntamiento y en su vida diaria, tratando de hacerle ver su ayuda en las pesquisas sobre los misterios que rodean Clevence Town.


Toda esta historia me ha tenido enganchada y tratando de descubrir la verdad, especialmente en ciertos momentos en los que la tensión era claramente palpable.


Pese a tener ciertos puntos previsibles, el autor ha dado varios giros que han logrado sorprenderme y he disfrutado de la lectura.

En España un hombre se declara culpable de haber matado a cuatro niñas, cuyos cuerpos aparecieron en distintos puntos de la geografía, con una característica en común: tenían la cabeza rapada.
En EEUU hay una localidad aislada para evitar que sus habitantes (N) contagien de un virus del resto del mundo. Clevencetown tiene sus propias leyes, las tres principales la definen: no se puede salir, no se puede tener contacto con el exterior y hay un permanente toque de queda que se inicia a las diez de la noche. También tiene su leyenda propia, la cual los tres miembros menos viejos (Kyle, Eleanor y Korine) desconocen, con el agravante de que contiene el germen del horror que se está desencadenando de forma insidiosa.
He de reconocer que se me escaparon tres PUF al principio: el primero por el tipismo de las niñas asesinadas, el segundo por la idea de pueblo USA bajo una cúpula. Pensé que estaba en la convención de lugares comunes, casi abandono, doy gracias al fenómeno de inversión psicológica por mantenerme dentro de la novela.
No conozco a Daniel G Segura y, aunque lo conociera, no gritaría el adjetivo exclamado que se me ocurre, en público. Yo me tengo tenía por una lectora avezada, en posesión de las claves del género, me he ido comiendo, una tras otra, las bolas del malabarista descubierto como prestidigitador.
El señor Segura escribe Phurya en primera persona del pasado. El protagonista cuenta al lector su periplo. En ocasiones se atreve a hablarle directamente. Rompe la cuarta pared literaria para hacer algunas indicaciones que tienen el efecto de dar vivacidad y aflojar la tensión psicológica, justo cuando se necesita un repecho en la escalada de tensión.
En la historia, Kyle, narrador y sufridor, sufre las consecuencias de verse en la confluencia de un extraño plan para derribar el statu quo del pueblo (un inciso: el que la novela esté escrita antes de la pandemia, por cómo cuenta lo del virus y las normas, da puntos de clarividencia) y unos espectros vengativos deciden que la hora de la Phurya (justicia diabólica) ha llegado.
El principio es pura parsimonia, descriptivo por necesidad de ponerte en el tablero para que empiece la partida y empezar el hipnotismo (debería poner un aviso, o algo) subyugante: te arrastra hacia arriba, en la tensión, y hacia abajo, en la perdición
Cuando llegas a la mitad la novela suena una nota mayúscula. Con una escena, que llamaré la del doble fondo por no destripador, sublime en forma, contenido y capacidad evocadora; cruzas el umbral de la perdición.
Justo después la noticia de las niñas asesinadas en España (personalmente, había olvidado esa parte, pensé que era de otro libro) reaparece y la historia se convierte en un ¿quién lo hizo? Como si no tuviéramos suficiente.
A partir de ahí, con cada giro, cae un telón y cambia el tipo de novela: el misterio, da paso al thriller, que se convierte en slasher, que resulta una de conspiración, vuelta al terror sobrenatural, …
Empiezas la novela con una ceja levantada y la terminas con ambas, de asombro mayúsculo. Cierras la novela (apagas el Kindle), aplaudes e insultas, por última vez al escritor.
Como curiosidad, en el pódium de términos: «llave» aparece 32 veces, «pasillo» 40 y «puerta» 131
¿Intentará decirnos algo el señor Segura?

El día que todo cambia
Nos situamos en Cleavence Town un pueblo un tanto particular de Estados Unidos. En él Kyle vivirá con la normalidad que puede tenerse sabiendo que su pueblo está aislado del resto del mundo porque sus habitantes portan un virus al cual están buscando una cura. Pero, como decimos, su vida será normal, tiene a sus amigas Nell, doctora, y Korine, funcionaria del ayuntamiento, su club de lectura… Sin embargo, un día el reverendo Melquíades lo echará de él por tener un pensamiento un tanto diferente al del resto. A partir de este hecho, Kyle comenzará a ver comportamientos extraños en el pueblo. Si la primera ley del pueblo es que no se puede salir de él, ¿por qué alguien encapuchado sale por las noches?
Así comienza la trama de Kyle en el libro que comentamos hoy, Phurya, una novela que me ha sorprendido por la rapidez con la que la he leído y lo fácil que se me hacía pasar a la siguiente página. Su protagonista, Kyle, nos llevará de la mano para que nos adentremos en la política de la sospecha. Después de mostrarnos un mundo perfecto, o mejor dicho coordinado, al igual que Kyle comenzaremos a ver esas cosas que no terminan de cuadrar del todo, esos comportamientos que, si bien pueden explicarse por el control férreo de la población, no tienen mucho sentido si todo está controlado.
Así, Daniel G. Segura nos va a adentrando en un mundo que para Kyle comienza a sentir como El show de Truman y que para nosotros se nos descubre un mundo salvaje donde las cosas no son lo que parecen. Gracias a la política de la sospecha, es decir, todo nos cuadra y no a la vez, el autor consigue que lector ponga los cincos sentidos en la lectura. Además, a esta narrativa se añaden algunos elementos sobrenaturales con los que el autor ha conseguido que nos introduzcamos más en la psique de Kyle, y que ha logrado introducir muy bien en la historia, describiéndolos con una fidelidad que en muchas ocasiones atemoriza al lector.
Tal como y cambian las cosas para Kyle, la perspectiva del lector se abre para atender no solo a lo que hace el protagonista, sino las reacciones de Nell y Korine, así como el pueblo entero, casi como personaje. Es como si una vez encendida la mecha todo se encadenara y no pudieras parar de seguir tirando del hilo.
El trasfondo del bosque
Sin embargo, como os imaginaréis, la historia de Phurya es algo más que las sospechas de Kyle, y es que el prólogo, del cual no os he comentado nada para no hacer spoiler, ya nos deja con el cuerpo preparado para lo peor. Provocando al principio cierta incertidumbre en el lector, pronto a esas sospechas que vierte el protagonista sobre su realidad, añadirá el lector otras sobre la realidad del mundo del libro. Como si fuéramos detectives privados, el autor nos va dejando pistas y claves para que entendamos, incluso antes que Kyle, cuál es el meollo del asunto.
Quizá esta anticipación de la verdad me haya gustado menos, quizá por tópica desde su descubrimiento hasta el final. No obstante, lo que hace única a esa parte que digo tópica es la relación que se plasma entre los personajes. Normalmente en un thriller las relaciones son entre el investigador e investigado, hay a veces algún romance o una persecución ferviente. En este caso no tenemos esa parte del tópico, ya que los personajes mantienen una relación de amistad férrea entre ellos. Nell, Korine y Kyle no se despegarán mucho los unos de los otros y nos enseñará cómo aún en la duda, un amigo no se aparta de otro de buenas a primeras.
Por otro lado, creo que la novela tiene una parte reivindicativa, que no puedo desarrollar mucho, pero que hará que el lector se plantee qué es lo moralmente adecuado, frente a lo humano. Además, el perdón, la redención, etc. serán temas clave dentro de la novela.
Lo inquietante de no saber
Finalmente, si tuviera que destacar la novela por un aspecto, sería por la capacidad que ha tenido el autor de ir desviando la atención de lo que el lector sabe. Como he dicho más arriba, se van dejando pista que Kyle no ve, pero que el lector sí, sin embargo, los actos del protagonista nos abrirán nuevos horizontes y nuevas ideas a lo que está pasando. En el fondo, conocemos, pero no sabemos y, aunque, como he dicho antes y es mi opinión, resolvemos el puzle antes de tiempo, creo que la historia consigue mantener al lector atado el tiempo suficiente como para devorarla. Una pluma ágil más la unión de elementos de thriller y de terror, con unas relaciones entre personajes muy interesantes, hacen de la historia de Daniel G. Segura una lectura estupenda. Espero que os animéis con ella.


Enlace: http://ellibroenelbolsillo.b..

El libro se compone de tres partes: Claustrophobia, Vindicta y Redemptio. Y en cada parte se intensifica la acción y la intriga.
Empieza con unos recortes de periódicos distintos que te introducen en la situación.
La historia transcurre en una villa que está rodeada de una cúpula donde los habitantes están confinados y tienen reglas estrictas (no saltarse el toque de queda, no salir de la villa, etc...), todo debido a que padecen un virus y no pueden salir para no infectar a la población del "Más Allá".
En Clevence Town la vida es muy tranquila y nunca pasa nada... hasta que pasa. Un día, nuestro protagonista, escucha una conversación que le hace dudar de la vida que lleva. Luego, comienza a encontrar pistas y, buscando la verdad, la encuentra. Pero... ¿está preparado realmente para desengranar los secretos y enfrentarse a los sucesos pasados y presentes?

La historia te atrapa, me mantuvo enganchada hasta el final. La intriga está presente en todo momento manteniéndote en tensión en cada capítulo haciéndote dudar de lo que es real y lo que es ficción. Contada desde la perspectiva del protagonista te hace empatizar con él. Tiene varios giros sorprendentes con una lectura rápida y ligera.
Me dio la sensación de que el autor quería jugar con la mente del lector haciéndole dudar de todo y de todos y, en mi opinión, lo ha logrado.
Mientras leía, creaba mis propias teorías y, aunque acertaba algunas, las demás se fueron al traste.
"Phurya" es una clave muy importante en la historia, el autor va dejando algunas pistas durante la lectura para finalizar atando todos los cabos sueltos resolviendo el misterio y los secretos que envuelven al protagonista y a Clevence Town.
Por último, quiero destacar a los personajes: están muy bien construidos, cada uno con sus personalidades diferentes.
En definitiva, fue una buena lectura y con gusto leería más libros de este autor.

Uno de los candidatos a mejor lectura del año. Quizá aún sea algo pronto para hablar de lecturas favoritas a estas alturas del año, pero es que me ha gustado tanto, que si no lo digo, reviento. Es un libro que comencé a leer sin saber demasiado bien que iba a encontrarme, pero superó las expectativas con creces.

El libro te hace cómplice, te mantiene sin saber nada hasta casi el final, como al protagonista. Me gusta mucho la sensación de sentir que el lector sabe lo mismo que los personajes principales y que cuando algo sorprendente sucede, todos nos sorprendemos al mismo tiempo. Es una gran manera de enganchar y ya no soltar.

La historia me ha parecido uno de los puntos más fuertes de la novela en sí. Muy bien escrita, trepidante, donde no todo es lo que parece a simple vista. Unos giros argumentales brutales que no me esperaba en absoluto y que me hicieron trizas el cerebro. ¿Os ha pasado eso de sentir que estáis cerca de la resolución de los hechos, pero que luego no es para nada lo que parecía? Esa capacidad de sorprender me ha parecido sublime.

El estilo de escritura es sencillo, cercano y muy fácil de empatizar con todo a medida que se va presentando la historia. Sobre todo con la mezcla tan impactante de géneros, terror y thriller van de la mano. A mi ya con eso me tenía totalmente en el bolsillo. Debo admitir que no me esperaba ninguno de los plot twist y menos mal que me pilló con el culo bien sentado en el sillón, porque son para perder el equilibrio.

Pocas veces he terminado un libro con esta sensación. de cerrar el libro y querer salir corriendo para poder comentarlo con alguien y poder contar todas las impresiones que te ha ido causando. Espero volver a leerte pronto, Daniel, porque ya te tengo como un fichaje seguro.