Mi corazón es una motosierra

Jade vive en un pequeño pueblo llamado Proofrock, el cual parece el típico pueblo aburrido donde nunca pasa nada, sin embargo, esta ciudad tiene un pasado sangriento, ya que años atrás un grupo de jóvenes fue asesinado en un campamento de verano junto al lago Indian al más puro estilo de "Viernes 13". Esta circunstancia, sumada a todas las leyendas populares de maldiciones y venganzas que habitan en el pueblo, sirven a Jade de cobijo para sobrellevar una existencia gris, donde es señalada como la rarita nativa americana, la chica de los pelos de colores y los gustos extraños, la chica del padre borracho y la madre ausente. En cambio, su verdadero refugio lo encuentra en las películas de terror, y especialmente, en los slashers, esas películas donde un asesino enmascarado persigue a un grupo de víctimas cargándoselos uno a uno hasta que la chica final logra acabar con el villano. Su vida dará un giro cuando empiece a sospechar que puede que se esté desencadenando un slasher en la vida real, en su propio pueblo, en Proofrock.

Lo primero que quiero decir es que, por fin, y ya era hora porque llevo muchos años buscando y buscando sin ningún resultado satisfactorio, me he topado con un slasher literario que no solo es bueno, sino que está a la altura de mis slashers cinematográficos favoritos, películas como “Scream” ,”Sé lo que hicisteis el último verano”, ”Halloween” o “Leyenda Urbana”. Ha sido un absoluto placer leer esta novela, he disfrutado muchísimo de las constantes referencias que Jade hace sobre slashers de las últimas cinco décadas. Me he emocionado cuando entendía estas referencias y he anotado un montón de películas del género que no conocía. Además, la protagonista hace análisis muy riguroso de los códigos de este subgénero del terror, poniendo en valor el respeto de sus clichés, sus villanos, sus asesinatos y, sobre todo, su chica final. En los últimos años hemos visto en el cine la intención de darle otro toque a los slashers para tratar de hacerlos más “serios”, como si por sí solos no fueran buenos o válidos, y este libro reivindica muy bien todos los elementos que se deben de dar (y los que no) para que un slasher cumpla su cometido, y aunque no lo parezca, las claves son muchas.

La protagonista es un personaje increíble, llena de capas que poco a poco el lector va quitando, de esas que es capaz de soportar sobre su construcción el groso de la novela, y eso no todas las historias lo consiguen. Creo que el hecho de que esté narrada por la propia voz de un personaje tan contradictorio y, a ratos, perturbador, como es el caso de Jade, le aporta unos matices muy interesantes. Y eso que, a priori, en un slasher podría ir en contra, porque lo limitaría a la visión de una sola persona, pero compensa mucho por disfrutar de una voz narrativa tan interesante y compleja. Es curioso sentirse tan entendido por un personaje que es tan diferente a uno, con una vida tan opuesta, pero que en ese amor por el terror y por el slasher, esa pasión con la que habla de estas películas, ha conseguido hacerme sentir reflejado.

“Mi corazón es una motosierra” cumple a la perfección con lo que los amantes del slasher esperamos: una protagonista fuerte con un pasado marcado por la tragedia, un villano construido sólidamente, un abanico extenso y variopinto de personajes, grandes persecuciones y sobre todo, sangre a raudales. El libro tiene un ritmo increíble, y aunque presenta muchas partes en las que su protagonista se dedica a reflexionar, este ritmo no se ve afectado. de hecho, considero que la tensión siempre va en aumento, atrapando al lector en su atmósfera hasta llegar al tercer acto, ese momento del slasher donde la tensión y la brutalidad debe desatarse y explotar, cosa que la novela no solo cumple a la perfección, sino que presenta un tercer acto brutal, violento y sanguinario, y no exagero si os digo que es uno de los mejores que he leído/visto nunca dentro del género. de verdad que el final es una genialidad, hasta el punto de llevar al lector desde la tensión extrema, a emocionarse hasta las lágrimas.

Por si fuera poco, creo que tiene bastante crítica social, y aprovecha para hablar de clasismo o racismo, haciendo un esquema bastante interesante del ser humano, de como este abandona al diferente, como lo aparta a un lado, temiéndole e incluso culpándolo de su sufrimiento, castigándolo por aquello que le hace diferente. Es de estas historias que te hacen ponerte mucho en el lugar de su protagonista, pese a lo dura o irracional que pueda resultar ante alguna situación, te hace entenderla y comprender que en su situación, podrías sentir y actuar igual.

Ha sido una lectura muy especial para mí, con la que he conectado desde el principio, de la que he saboreado cada página, cada referencia. Y por si no ha quedado ya claro, lo espectacular que me parece esta novela, creo que si fuera escritor, sería el tipo de libro que me gustaría escribir, el que mejor me representaría. Eso me hace sentirme muy conectado con el autor, el cual es una gran amante del slasher, especialmente de “Scream”, la cual es mi saga favorita. Para rematar “Mi corazón es una motosierra” es la primera parte de una trilogía, porque todo amante del slasher sabe que para cumplir bien con el género, siempre tiene que haber una secuela. Es así. Y no contento con esto el autor tienes más libros del género. ¿Puede ser Stephen Graham Jones mi alma gemela? Hay muchas probabilidades de que así sea. Para concluir, si os gusta el género de terror leedlo, pero si os apasiona el slasher, ya estáis tardando y si para colmo podéis leerlo con una amiga igual de amante fanática del género pues la experiencia se convierte en una delicia compartida llena de tensión, de terror y de derramamiento de sangre. Todo lo que me gusta.

Imagínate ser una chica adolescente nativa americana fanática de los slashers y ver que en tu pequeño pueblo se está desarrollando uno sin que nadie más se dé cuenta. Nuestra protagonista cree que se acerca una matanza. de que el horror se está gestando quizás a cámara lenta y que solo una chica final podría acabar con ese asesino. Una joven que no es ella, claro, pero que necesitaría de su guía para sobrevivir. Porque solo una verdadera fan de las películas de terror podría tener alguna posibilidad de mantenerse en pie y acabar con la monstruosidad que está por venir. Hoy quiero recomendarles Mi corazón es una motosierra, de Stephen Graham Jones, una novela que es una carta de amor a los slasher pero también muchísimo más.

«No, ella jamás podría ser una chica final.
Porque las chicas finales son buenas, sin complicaciones, dotadas de unas inagotables reservas de aplomo, lejos de las capas sobre más capas de vergüenza, o culpa, o lo que sea esta ponzoña que se encona en su seno».

El libro nos cuenta la historia de Jade Daniel, también conocida como JD. Una joven mitad nativo americana de diecisiete años obsesionada con las películas de terror. O para ser mucho más específicos con los slasher, ese subgénero en el que un asesino se encarga de ir matando adolescentes de manera brutal como por ejemplo Scream, Halloween o Pesadilla en Elm Street. Nuestra protagonista vive en Proofrock, en Idaho, un pequeño pueblo de montaña situado junto al lago Indian.

En la otra orilla ese lago se encuentra el Campamento Sangriento (en el que hubo una matanza hace cincuenta años) y muy cerca se está construyendo también Terra Nova, una urbanización de lujo al que solo se puede acceder cruzando el lago. El tipo de lugar que hará que los habitantes de la otra orilla se sientan aún más miserables por sus ordinarias vidas, ya que las comparaciones serán inevitables. Jade que siempre ha querido que alguno de esos slasher que ve se haga realidad, empieza a notar que lo que ha anhelado por tanto tiempo puede que ya se esté desarrollando en su pueblo. Lo que no podría ni imaginar nuestra protagonista es el alcance o las consecuencias reales de ese deseo no tan oculto de su corazón.

«A lo que voy es que, en el slasher, las injusticias siempre se pagan. Los integrantes del grupito que cometió la Broma Pesada reciben el postre que se merecen, con su guinda bien ensangrentada en lo alto, y además cuando menos se lo esperan».

En el momento en el que llega a su pueblo Letha Mondragon, que es la hija perfecta de uno de los fundadores de Terra Nova, Jade decide que ella debe ser la chica final. Que su presencia en Proofrock, así como el primer asesinato, son los indicadores de que un slasher se está desarrollando ante sus ojos aunque nadie más parece verlo. Y si quieren tener alguna posibilidad de sobrevivir al destival de muerte ella misma deberá entrenar a Letha para que se convierta en la chica final. La persona destinada a acabar con el horror con sus propias manos. Un papel que la propia Jade es incapaz de verse ejerciendo por sí misma, ya que ella no es ni pura, ni buena como todas las chicas finales que ha visto en esas películas una y otra vez.

Ninguna de sus heroínas de slasher luce o actúa como Jade. Por ello, nuestra protagonista hará todo lo posible por ser la guía de Letha, para ayudarla a estar preparada y cumplir con su destino. Lo que JD no puede prever es que la vida real se rige por sus propias reglas, y nada será fácil, y no podrá hacer más que adaptarse o morir en el intento. Y su viaje, no dejará de emocionarnos una y otra vez.

«Cuando una se pone las gafas de slasher, todo parece un slasher».

Uno de los elementos que más disfruté de la novela fue descubrir entre sus páginas los ensayos que Jade había escrito para entregarlos a su profesor de historia, en los que les explicaba que son los slashers, sus reglas o el papel de las chicas finales en esas películas. Todos esos textos de iniciación al slasher son una verdadera delicia que cualquiera que no conozca mucho el subgénero tenga ganas de descubrirlo. Por no hablar de la cantidad de referencias que hay en el libro, tantas sobre películas que la edición incluye una extensa lista de todas las que se mencionan en el texto (sí, más de cien).

Descubrir qué está pasando, quién es el asesino y si alguien logrará sobrevivir a tanta muerte se convierte en algo tan adictivo como llegar a conocer a esa protagonista tan particular y sus propios secretos. Stephen Graham Jones crea a un tipo de personaje que es imposible no querer. A una marginada que no encaja, que vive con un padre alcohólico y con una madre ausente. Que trabaja como conserje en una escuela y que es la única nativa americana de su instituto. Una adolescente enfadada con el mundo, que ama teñirse el cabello de colores inusuales y que no para de ser expulsada porque hace bromas más que cuestionables en ese instituto del que puede que no se gradúe. Una chica que solo quiere hablar de películas de asesinos en serie y que no tiene con quien hacerlo.

«Los slashers son como cuentos de hadas en los que la princesa es una guerrera de armas tomar».

Me gustaría resaltar lo asombrosa que es la cubierta que Rafael Martín Coronel creó para el libro. Esa habitación llena de posters de películas y esa JD son una verdadera obra de arte. Y destacar así mismo la excelente traducción de Manuel de los Reyes. Con tantas películas, frases y referencias debió de ser todo un reto traernos el libro en español y el resultado final es alucinante. de verdad que las ediciones de la biblioteca de Carfax son para atesorar.

Un pueblo pequeño, un lago, una urbanización de lujo, secretos, asesinatos, pistas falsas, ciervos… Mi corazón es una motosierra, de Stephen Graham Jones es una novela llena de sangre y de crítica social. En la que el autor no solo hace una declaración de amor a los slasher, sino que habla de colonización, de racismo, representación y de temas muy complejos que no les puedo revelar para no hacer spoilers. Pero que son del tipo de horrores muy reales que hacen que cualquier elemento sobrenatural quede ensombrecido. Me impresionó habilidad del autor para lograr poner tantísimos elementos diferentes de los slashers en la novela y aún así hacer que todo funcione. Así como su capacidad para sorprendernos una y otra vez. Lo mejor es que el libro es el primero de una trilogía, y yo necesito que el segundo se publique lo más pronto posible. Si están buscando una novela de terror que los haga pasar mal pero también reír tienen que darle una oportunidad.

¿Han leído Mi corazón es una motosierra? ¿Les llama la atención?
Enlace: https://inthenevernever.blog..

Premio Bram Stoker 2021. Traducido por Manuel de los Reyes.

"Mi corazón es una motosierra" de Stephen Graham Jones no es un libro para débiles de corazón. Requiere paciencia, estómago fuerte y un conocimiento profundo del género cinematográfico del slasher. Sin embargo, para aquellos dispuestos a embarcarse en este viaje sangriento, crudo y profundamente inquietante, las recompensas son tan inolvidables como brutales.

La novela nos presenta a Jade Daniels, una chica mestiza india de diecisiete años del pequeño pueblo de Proofrock, Idaho. Jade está obsesionada con las películas de terror, concretamente de las slashers, hasta el punto de que percibe que su vida se desarrolla como una de estas películas. Pero cuando una serie de eventos violentos comienzan a reflejar los tropos de sus amados slashers, Jade asume el papel de guía conocedora del género, designando a su compañera de clase, Letha Mondragón, como la "última chica"...

El estilo de escritura de Jones es desafiante, con largos capítulos expositivos y párrafos densos que exigen concentración. Sin embargo, es a través de esta prosa temeraria que nos sumergimos en el caótico mundo de Jade, entendiendo sus demonios internos y su complicada relación con su familia y su ciudad. La novela está intercalada con ensayos de “Iniciación al Slasher ”, escritos por Jade para una clase de historia, lo que proporciona una lente única a través de la cual ver el horror que se desarrolla. Esta parte se encuentra impresa en otra letra, diferenciándose así del resto de la narración. Y Jade, ¿ qué queréis que os diga de ella? Es fascinante verla sonreír a la vez que se está muriendo de miedo por dentro.

El ritmo del libro es deliberado, y el verdadero derramamiento de sangre no llega hasta bien entrada la historia. Pero cuando lo hace, es implacable, dejando a los lectores con los nudillos blancos, con el alma en un puño, tanto por el horror como por la anticipación. El último tramo de la novela es un tour de terror y emoción, que culmina en un final tan impresionante como inquietante.

Estamos ante una lectura compleja y desafiante, profundamente gratificante. Es una carta de amor al género de terror, llena de referencias y homenajes que harán las delicias de los fans. Pero también es un examen crudo del trauma, la obsesión y hasta dónde llegaremos para darle sentido a nuestro mundo.

Jones ha elaborado una novela que es tan cruda e inquebrantable como hermosa y desgarradora. Es un grito en la oscuridad, una huella de una mano ensangrentada en la pared y un último suspiro. Es, al final, una obra maestra de la literatura de terror y un testimonio del poder del género para aterrorizar y transformar. Aunque su personaje principal es Jade, conoceréis a otros tan importantes como ella, yo ni siquiera los llamaría secundarios porque sus propias historias ayudan a engrandecer la novela. Me maravilla el escenario creado, un pueblo alrededor de un lago del cual en las primeras páginas ya leeremos un episodio espeluznante. Un lugar que más allá de lo idílico esconde sus propias leyendas... Es una novela de terror, es una historia de soledad, de autolesiones, de querer encajar en la propia vida, aunque por encima de todo esto es un canto macabro a la vida de los "psycho killers", los criminales psicópatas.

Stephen Graham Jones nos ha brindado una novela que toma tanto como da, dejando a los lectores sin aliento, con el corazón roto y cambiados para siempre. Es un viaje hacia la oscuridad y, para aquellos lo suficientemente valientes como para emprenderlo, es inolvidable

Si te gustan las películas slasher este es tu libro. Los slashers, de forma resumida, son esas pelis donde un maníaco armado con cuchillo/machete/motosierra se dedica a hacer picadillo a todo kiski hasta que aparece la final girl (scream queen), muchacha que se las ingenia para mantenerse sana y salva hasta el final no sin antes haberse desgañitado berreando lo que no está escrito. Generalmente estas pelis forman parte de sagas largas y muchos de los asesinos ya han subido al olimpo de los mitos cinematográficos. Si habéis visto Halloween, Viernes 13 o Scream ya sabéis a qué me refiero.
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Bien, pues en este libro tenemos todo un estudio sobre el slasher. El estudio está a cargo de Jade Daniels, la típica jovencita problemática que vive en el típico pueblo donde nunca pasa nada. Y Jade es una fanática de los slasher, los ha visto todos, los colecciona, se sabe los diálogos de memoria. Y sabe que ese verano va a ocurrir algo, porque hay señales por todas partes y porque han encontrado el cadáver de un turista en el lago Indian, y eso sólo puede ser el inicio de algo muy gordo que va a ocurrir y sólo ella lo sabe. Y claro, nadie la va a creer, porque es joven, porque es chica, porque es medio india, porque siempre se mete en líos, y porque nadie ha visto tantos slashers como ella. Como podréis imaginar, Jade acaba teniendo razón y pronto empiezan a desfilar los cuchillos y los machetes.
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El libro tiene el hándicap de ser primera parte de una trilogía, con lo que es bastante introductorio, hasta el punto de que pasan muchas páginas hasta que empieza a suceder algo. Lo bueno de esto es que se hace una descripción del personaje de Jade perfecta, para lo bueno y para lo malo. A veces puede ser un poco repetitivo, pero Jade como personaje merece la pena, es una final girl sin saberlo, y su historia va haciéndose más impactante según avanza la trama. Y lo mejor, sin ninguna duda, ese repaso exhaustivo a toda la historia del slasher norteamericano moderno que me ha dejado maravillada, y que ha hecho plantearme mi propio enganche a este género. Desde ahora mi lista de pendientes es más larga.

Si algo me queda claro tras leer “Mi corazón es una motosierra” es que Stephen Graham Jones es un gran fan de los slashers. Este libro es todo un homenaje a ellos y, siendo sincera, eso es lo que me hizo comprarlo en preventa. Tenía mi nombre.

Estamos ante el inicio de una trilogía y eso se nota. Este primer libro es bastante introductorio y, aunque empieza muy bien, eso ha hecho que la lectura se me haya atragantado un poco sobre la mitad del mismo. No tengo ningún problema con los libros lentos, es más, me encanta un buen perfilado de personajes y que me pongan en situación para meterme más en la trama, pero en este caso creo que a Graham Jones se le va un poco de las manos. No sé si peca de lo mismo en sus otras obras, ya que ha sido mi primer contacto con el autor, pero si además le añadimos que su forma de escribir es un tanto peculiar, me ha costado pillarle el punto.

Es también un muy buen estudio sobre el cine slasher, tiene partes muy cercanas al ensayo, que personalmente me han encantado, y algunas reflexiones realmente increíbles. Jade, la protagonista, es, dentro de esta historia, la artífice de todo esto, y un personaje muy potente al que estoy deseando seguirle la pista en la segunda parte. Una continuación de la que espero muchísimo porque, aunque muy lenta, esta primera parte remonta de una manera brutal casi al final, dando lo que promete y situándonos en muy buen lugar para lo que se avecina.

No será uno de los libros de mi vida como esperaba pero aún así lo he disfrutado y es un muy buen inicio para una trilogía que, bien llevada, puede convertirse en una de mis favoritas.