Los chicos que juegan con fuego

Comencemos hablando de Nate, mejor amigo desde antes de nacer de Liam; sus padres son mejores amigos de toda la vida y su amistad estaba forzada a suceder de cualquier forma. Son colegas en clase, en deporte, en su grupo de amistades, donde quiera que va uno va el otro; inclusive hacen tríos con chicas, juntos.

Pero las cosas tiran de una tensión sexual muy intrigante en el momento en que Nate, conoce de una forma muy particular a Marc y un gusto por los atractivos masculinos que antes no había sentido necesidad de abordar, ronda en sus pensamientos.

A partir de este punto, tenemos drama en cada porción de capítulo que consumimos.

La narrativa es absurdamente simple, hubo momentos agregados que no sentí que formaran realmente parte de la historia y el declive en la trama existente es decepcionante cuando solo utilizan escenas de sexo para rellenar escenas que NO son necesarias. Sin embargo, la trama en ciertos aspectos, es adictiva y ayudó mucho a terminarla en una sola noche, es ligera y acaba de introducirte en los pensamientos de Nate con tanta facilidad que acabas por aprender a encariñarte de él.

¿El final? Bueno, el final es otro momento que no disfruté, pero es una opinión completamente personal.

Hubiese preferido puntuar más por lo inmersa que me sentí en la historia, pero no es suficiente para hablar objetivamente de ella y los personajes.

Yo soy de esas personas a las que no les gusta ir a ciegas a un libro. Así que antes de meterme en esta historia estuve buscando reseñas. Me sorprendió ver tal cantidad de críticas negativas. Aun así, me animé a leerlo y desde ese momento decidí que quería escribir una reseña destacando solo los puntos positivos que tiene el libro.

Nos encontramos ante una novela New Adult con tres personajes principales (los que salen en la portada). Narrada por Nate en primera persona y presente, conocemos el pueblecito de Blacktown y a algunos de sus habitantes.

Nate y Liam son mejores amigos de toda la vida. Literalmente. Sus padres se conocieron en la universidad y desde entonces son inseparables, por lo que sus hijos también.
En cambio, Nate y Marc se acaban de conocer. Ambos participan en una obra de teatro que se va a estrenar en unos meses; él quiere ser actor y está encantado ante la posibilidad de triunfar; Marc parece que esté obligado a asistir a los ensayos.

Como veis, se trata de un triángulo amoroso. Sé que a muchas os echan para atrás, pero a mí me encantan.

Lo primero que quiero decir es que este libro engancha. Mucho. Igual al principio cuesta un poco más meterse en la historia, pero enseguida empiezan a pasar cosas y no puedes parar de leer. Hay mucho salseo, en todas las direcciones, además.

Tiene escenas con las que te ríes de forma espontánea y otras más emocionales y bonitas que te deja el corazón calentito.

Aunque sigue habiendo algunos trompicones en la narración, se nota que el autor ha mejorado mucho desde su primera novela, el único otro libro suyo que he leído. Me gusta ver cómo los escritores mejoran novela a novela su estilo narrativo.

El tiempo está muy bien gestionado. Desde la primera página hasta el epílogo pasan varios meses, pero en ningún momento te da la sensación de estar perdiéndote cosas o que haya saltos temporales que descoloquen. Para mí, eso es algo difícil de conseguir e Íñigo lo ha hecho.

Nate, como protagonista, me ha gustado. Es un joven muy sincero, consigo mismo y con el mundo en general. En esta historia es importante ser capaz de mirar dentro de ti y asumir ciertas cosas, y él lo hace. Admite sus errores. Pide perdón. Se muestra vulnerable.

Si ya habéis leído alguna reseña de este libro, sabréis que no es la mejor novela romántica del mundo, ni siquiera la mejor novela de romance gay, pero yo os recomiendo que le deis una oportunidad y descubráis vosotros mismos la historia de Nate, Liam y Marc.

Nate y Liam son mejores amigos desde la infancia. Mientras Liam es el chico más popular del instituto, Nate lo es a su manera. Cuando Nate se apunta como protagonista para una obra de teatro, persiguiendo su sueño de ser actor, conocerá a Marc, su compañero con pocas dotes interpretativas. al principio se llevan muy mal, discutiendo y sacándole de quicio, pero a la vez no pueden parar de mirarse y sentir algo por Marc. al mismo tiempo, su amistad con Liam va cambiando, convirtiéndose en mucho más que eso. Juegan con fuego y eso puede ser más peligroso.

El protagonista principal es Nate, un chico que aparenta estar seguro de sí mismo pero con algunos complejos y timidez. Quiere ser actor, es su pasión. Una persona que me ha encantado por su personalidad y sus valores. Durante la historia va a tener una buena evolución, pues se va a cuestionar su presunta heterosexualidad. Su mejor amigo es Liam, el guaperas y deportista del instituto, y además con el que hace tríos con chicas. Es otro chico que va de duro por la vida, solo mostrando su verdadera cara con aquellos más cercanos. También irá evolucionando. El tercero en discordia es Marc, un chico prepotente, vanidoso y que le gusta jugar y pinchar a los demás. Pero es solo una máscara para la verdadera fragilidad de su personalidad. al principio no me caía muy bien, pero eso cambió.

La trama en apariencia es sencilla. Es una historia adolescente con toques eróticos, muchos toques para ser exactos. Es una historia que habla de la amistad, de pasiones, de sueños, de sexo y de descubrirse a uno mismo. Entre los tres protagonista se forma un triángulo sexo-amoroso, más bien es un poliamor con Nate en el centro. Me ha gustado mucho esas dudas con respecto a la creyente heterosexualidad de cada uno de ellos, sus miedos al descubrir otros caminos, si bien quizás hubiera preferido otro final. A lo largo de las páginas van a ir ocurriendo muchas cosas, haciéndose una historia tan adictiva que será difícil dejarla.

La escritura de Aguas es muy buena, muy descriptiva y muy profunda. No escatima en detalles, sobre todo en lo referente a lo sexual, sin mencionar con que sabe muy bien describir y dar un ambiente tenso a la historia en ciertos momentos. El ritmo es pausado, con capítulos cortos, pero con un gran avance en la lectura. El libro se lee muy rápido y se disfruta muchísimo. Espero que el autor siga creando historias de este tipo tan necesarias.

Es un libro LGTBQ+ bastante interesante partiendo de la base de que los protagonistas son bisexuales, no gays, y todos han mantenido, previamente, relaciones con chicas.
Me ha gustado mucho que dentro de la diversidad sexual se entre en la bisexualidad que me parece que está bastante más invisibilidad en la literatura que las historias gays o lésbicas, si bien todo lo no normativo es bienvenido.
Además, me llamó mucho la atención y me hizo que la trama se desarrollara con más dinamismo el elemento del teatro, es decir, que la trama se inicia el día de comienzo de los ensayos y gran parte comience a desarrollarse entorno a ensayar y la obra me resultó bastante llamativo.
También se agradece la profundidad de algunos temas como el amos no sexualizado que podemos sentir hacia un amigo aunque más tarde despierte una atracción física; la unión a través de intereses comunes; no hacer casos de los rumores o los prejuicios y detenerse a conocer a alguien; que el hábito no siempre hace al monje...
Por último, quiero reconocer que me encantaría tener un vagón de tren abandonado y decorado de esa manera para esconderme del mundo cuando lo necesito.
Os recomiendo el libro más allá de las escenas picantes y la trama romántica.

En esta historia conoceremos a Nate, un joven que sueña con triunfar como actor. Por ello, se apuntó a una obra de teatro, al que ha sido seleccionado como protagonista junto a su amiga Beatrice. Queriendo ser puntual el primer día de ensayo, Nate llega hasta el despacho de la directora. Aquí se encontró con una sorpresa: la directora de la obra manteniendo relaciones con un joven.

El se queda observando, hasta que en un momento el joven le ve. Se esconde un momento, pero al volver a mirar, observa como el joven también le mira mientras continúa. Cuando el joven y la directora terminan, Nate corre a la entrada junto al resto miembros. Aquí descubre que ese joven es Marc, el otro protagonista de la obra.

al día siguiente, Nate le cuenta todo a Beatrice, Melody, otra amiga, y Liam, su amigo de infancia. Tras contarles lo ocurrido, Liam y Nate van a su entrenamiento de béisbol. al terminar, Liam le recuerda el plan de esa noche: han quedado para una chica para tener un trío.

Como en anteriores ocasiones, los chicos realizarán el trío con la chica. Sin embargo, a partir de este encuentro, la vida de Nate cambiará y se planteará cosas que nunca había pensado.


"Los chicos que juegan con fuego" es una novela de erótica LGTBI, mostrando como por mucho que creamos que nos conocemos a uno mismo, hay cosas pueden cambiar durante nuestra vida.

Otro de los temas que podemos observar lo complicadas que son las relaciones amorosas, vista a través de los distintos personajes y sus vivencias.

También podemos observar lo difícil que puede ser el tener relaciones con amigos, que pueden suponer estropear amistades de toda una vida.

Por último, cabe destacar el como nos muestra como han cambiado los tiempos, pudiendo hoy día ser más fácil el mostrar nuestros verdaderos sentimientos y poder estar con las personas que realmente queremos que hace unos años atrás.
Enlace: https://www.musicaentodosues..