Siendo sincera es un libro que abarca muchos temas: el divorcio, la maternidad, el rencor, el perdón, el cambio... Me ha impresionado mucho, en el buen sentido. Lo primero de todo es avisar de que la historia no termina de despegar hasta el 20% y durante ese primer porcentaje Alice no me cayó bien. Me pareció infantil y poco realista; me pareció que no le daba suficiente importancia a su pérdida de memoria. Tras pasar ese primer 20%, la cosa cambia. Las situaciones que vive Alice son realmente estresantes. Es como si la hubieran soltado en un mundo que reconoce, pero que es ajeno a ella. Debo decir que tanto Nick como Elisabeth son bastante duros con Alice. Si la protagonista me pareció infantil, los otros dos me parecieron irritantes, impacientes y con poca empatía. Sin embargo, poco a poco la historia va tejiéndose de una forma maravillosa. El libro nos cuenta la historia desde tres puntos de vista diferentes: Alice (el principal), Elisabeth y Frannie. Si bien es cierto que estos personajes ayudan a construir la historia al completo, también es cierto que pueden restarle algo de protagonismo a Alice. Eso sí, cada personaje tiene su toque propio y aporta sentimientos diferentes al libro. Durante toda su lectura no he podido evitar preguntarme por mi yo diez años atrás. Este libro te hace pensar mucho. ¿Cuánto hemos cambiado a lo largo de los años? ¿Somos los mismos? Seguramente no. ¿Está nuestra personalidad ligada a los hechos que nos ocurren y nos modifican y nos moldean? Seguramente sí. El tiempo nos hace envejecer y los problemas de la vida nos definen. ¿Es algo malo o bueno? Esa es la cuestión. Es inevitable cambiar, pero está en nuestra mano si hacerlo para bien o para mal. Y de esto trata la historia de Alice, de hacer una valoración personal y quedarnos con lo bueno, desechar lo malo e intentar mejorar. Es un libro sobre la esperanza, sobre cambiar las cosas a mejor. Un libro que me ha sorprendido gratamente y que se lleva las cinco estrella sin duda alguna. + Leer más |
Basada en el libro «Pequeñas mentiras» de la australiana Liane Moriarty, «Big Little Lies» fue en 2017 una de las primeras ficciones televisivas pensadas para un público global cuyo protagonista es ese sujeto sociológico contemporáneo conocido como «las mamis del cole». En aquel relato, sus claudicaciones como madres, sus alianzas y sus odios dentro de su propia clase social servían como contrapunto a la perfección exterior de sus vidas. Ahora le llega el turno a «Nueve perfectos desconocidos», la última novela de Moriarty, en la que Nicole Kidman y Reese Witherspoon vuelven a ese mundo, cada vez más decididas a convertir a esta escritora en un nuevo subgénero televisivo.
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Articulo de Dolores Graña narrado por Paloma Castro.Imagen ilustrativa: Reese Witherspoon, Nicole Kidman y Laura Dern. Crédito: HBO