Hojas de hierba de Walt Whitman
¡Aquí, amor mío! ¡Estoy aquí! ¡Aquí! Con esta nota apenas sostenida, me anuncio a ti; esta llamada sutil es para ti, amor mío, para ti. |
Hojas de hierba de Walt Whitman
¡Aquí, amor mío! ¡Estoy aquí! ¡Aquí! Con esta nota apenas sostenida, me anuncio a ti; esta llamada sutil es para ti, amor mío, para ti. |
Hojas de hierba de Walt Whitman
Percibo que, en realidad, no he entendido nada, ni una sola cosa, y que nadie podrá hacerlo nunca, y que la Naturaleza aquí, en presencia del mar, aprovecha para atormentarme con sus dardos hirientes [...] |
Hojas de hierba de Walt Whitman
[...] La luna está baja: ha salido tarde; anda rezagada: oh, la creo grávida de amor, de amor. El mar se arroja, enloquecido, contra la tierra, con amor, con amor. ¡Oh, norte! ¿No estoy viendo, acaso, a mi amor revolotear entre los rompientes? ¿Qué es ese punto negro que diviso ahí, en lo blanco? ¡En voz alta! ,¡en voz alta!, ¡en voz alta! ¡En voz alta te llamo, amor mío! Alta y clara dirijo la voz a las olas: tienes que saber, con certeza, quién está aquí, aquí, tienes que saber quién soy, amor mío. |
Hojas de hierba de Walt Whitman
No llores, niña, no llores, mi amor. Déjame enjugarte las lágrimas con estos besos. Esas nubes rapaces no saldrán victoriosas mucho más, ni poseerán el cielo mucho más; sólo devoran la sombra de las estrellas. |
Hojas de hierba de Walt Whitman
[...] oh, yo, solitario oyente, nunca dejaré de perpetuarte, nunca más huiré, nunca más me faltarán la reverberación ni los lamentos del amor insatisfecho; nunca permitas que vuelva a ser el niño tranquilo que había sido hasta que allí, aquella noche, junto al mar, a la luz de aquella luna amarilla, abatida, apareció el mensajero, el incendio, el dulce infierno interior, la necesidad desconocida, mi destino. |
Hojas de hierba de Walt Whitman
[...] pero veo que el camino continúa, y que el viaje continúa eternamente [...]
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Hojas de hierba de Walt Whitman
[...] porque todo lo que veo y sé, creo que encuentra su sentido fundamental en lo que aún ha de serle proporcionado.
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Hojas de hierba de Walt Whitman
[...] qué pronto me sentí inexplicablemente hastiado, hasta que me escabullí y me fui a andar solo, respirando el místico y húmedo aire de la noche, y mirando las estrellas, de vez en cuando, en perfecto silencio. |
Hojas de hierba de Walt Whitman
¡Oh, esperanza y fe! ¡Oh, doloroso recinto de los patriotas exiliados! ¡Oh, corazones afligidos! Volved la mirada a este día, y renaced. |
Hojas de hierba de Walt Whitman
[...] todas las naciones, banderas, barbaries, civilizaciones, idiomas, todas las identidades que han existido o que pueden existir en este globo, o en cualquier globo, todas las vidas y muertes, todas las cosas del pasado, el presente y el futuro, esta vasta similitud lo abarca todo, y siempre lo ha abarcado, y lo seguirá abarcando eternamente, y lo contendrá, compacto, y lo encerrará. |
Hojas de hierba de Walt Whitman
No hay espíritu liberado del cuerpo por las armas de los tiranos que no recorra, invisible, la tierra, susurrando, aconsejando, advirtiendo. Libertad, que otros desesperen de ti: yo nunca desespero de ti. |
Hojas de hierba de Walt Whitman
Todo lo que haces y dices es, para América, un voluble espejismo. No has aprendido nada de la Naturaleza: de la política de la Naturaleza no has aprendido la gran amplitud, rectitud e imparcialidad, no has sabido ver que sólo cosas como éstas sirven a estos Estados, y que lo que sea menos que ellas habrá de desaparecer, tarde o temprano, de estos Estados. |
Hojas de hierba de Walt Whitman
Una máscara, un disfraz perpetuo y natural, esconde la cara, esconde las formas; cambios y transformaciones a cada hora, a cada momento, que le sobrevienen incluso cuando duerme. |
Hojas de hierba de Walt Whitman
No os avergoncéis, mujeres: vuestro privilegio abarca a los otros, y es el origen de los otros; vosotros sois las puertas del cuerpo, y también las puertas del alma. |
Hojas de hierba de Walt Whitman
Me he dado cuenta de que me basta estar con quienes quiero. Me basta, por la noche, la compañía de los demás. |
Hojas de hierba de Walt Whitman
[...] Todos son de aquí, de todas partes, como los ricos, como tú; todos, hombres y mujeres, tienen un lugar en la procesión. (Todo es una procesión: el universo es una procesión de paso medido y perfecto.) ¿Tanto sabes tú, que al más humilde llamas ignorante? ¿Te supones con derecho a tener una buena vista, y que él o ella carezcan de ese derecho? |
Hojas de hierba de Walt Whitman
Exigiré de mi derroche de amor hombres y mujeres perfectos, esperaré que se penetren unos a otros, igual que tú y yo nos penetramos ahora, contaré con los frutos de sus derramamientos, igual que cuento con los de mis derramamientos de ahora, y perseguiré las amorosas cosechas del nacimiento, la vida, la muerte y la inmortalidad que siembro, con tanto amor, en este instante. |
Hojas de hierba de Walt Whitman
¡Ascender, elevarme al cielo del amor que me ha sido reservado! ¡Alcanzarlo con el alma ebria! ¡Perderme, si así ha de ser! ¡Alimentar el resto de la vida con una hora de plenitud y libertad, con una breve hora de locura y alegría! |
Hojas de hierba de Walt Whitman
[...] y habiendo vagado mucho, habiendo dado la vuelta al mundo, ahora miro a mi hogar, de nuevo, complacido y alegre. (Pero ¿dónde está el lugar al que me encaminé hace tanto tiempo? ¿Y por qué no le he encontrado todavía?) |
Hojas de hierba de Walt Whitman
Yo soy el que se duele de amor. ¿Gravita la Tierra? ¿No atrae la materia, dolorida, a la materia? Pues así atrae mi cuerpo a todos cuantos encuentro o conozco. |
¿Qué medida tomó el profesor Snape para proteger la Piedra Filosofal?