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Nuestra Señora de París de Victor Hugo
Esto matará a aquello. El libro matará al edificio. La imprenta matará a la iglesia.
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Hernani de Victor Hugo
La felicidad es grave y busca corazones de bronce para grabarse en ellos lentamente. El placer la asusta, echándole flores, y su sonrisa está más cerca de llorar que de reír.
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Los Miserables de Victor Hugo
Oíase retumbar sordamente la voz del pueblo. Voz amedrantadora y sagrada que es a medias rugido de fiera y a medias palabra de Dios, que aterra a los débiles y que avisa a los prudentes, que llega al tiempo desde abajo, como la voz del león, y desde arriba, como la voz del trueno |
Victor Hugo
Hay quienes quieren al precio que sea tener influencia y que les hagan caso; donde no pueden ser oráculos, se hacen bufones
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Los Miserables de Victor Hugo
Cuando a veces decía: "¡Ay, si fuera rico!", no era echándole el ojo a una chica guapa, sino contemplando un libro viejo
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Los Miserables de Victor Hugo
París impone más que la ley, impone la moda; París impone más que la moda, impone la rutina
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Los Miserables de Victor Hugo
Si descartamos las guerras liberadoras, todo cuanto hacen los ejércitos lo hacen a la fuerza
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Los Miserables de Victor Hugo
La fuerza de gravedad de ese hombre (Napoleón) en el destino humano alteraba el equilibrio
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Los Miserables de Victor Hugo
Las violencias del destino tienen esa particularidad: que, por muy duchos o muy fríos que nos hayamos vuelto, nos sacan del fondo de las entrañas nuestra naturaleza humana y la obligan a mostrarse en superficie
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Los Miserables de Victor Hugo
Si fueran más ricos, se diría de ellos: son personas elegantes; si fueran más pobres, se diría de ellos: son unos vagos
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Los Miserables de Victor Hugo
Más allá de vivir con poco esta vivir con nada. Son dos habitaciones; la primera es oscura, la segunda es negra.
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Nuestra Señora de París de Victor Hugo
Pues , para una madre que ha perdido a su hijo, siempre es el primer día. Es un dolor que no envejece. Las vestiduras de luto se desgastan y blanquean, pero el corazón sigue negro y enlutado.
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El último día de un condenado a muerte de Victor Hugo
¡Ay! ¡Amar ardientemente a un único ser, amarlo con todo el amor del mundo, tenerlo delante de ti, y que te vea y te mire, te hable y te conteste, y que no te conozca! ¡No querer más consuelo que el suyo, y que sea la única persona que no sabe que la necesitas porque vas a morir!
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El último día de un condenado a muerte de Victor Hugo
Porque lo confieso: todavía tenía esperanzas. Ahora, gracias a Dios, ya no las tengo.
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El último día de un condenado a muerte de Victor Hugo
Entre los dos faroles del muelle había visto una cosa siniestra. ¡Ay, era la realidad!
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Nuestra Señora de París de Victor Hugo
Y lo que aquí decimos de la fachada hay que decirlo de la iglesia entera; y lo que decimos de la iglesia catedral de París, hay que decirlo de todas las iglesias de la cristiandad en la edad media. Todo concuerda en este arte surgido de sí mismo, lógico y propuesta proporcionado. Medir el dedo gordo del pie es medir el gigante.
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Nuestra Señora de París de Victor Hugo
Y es que una de las diferencias radicales entre las ciudades de entonces y las de ahora es que actualmente son las fachadas las que asoman a plazas y calles, mientras que entonces eran los hastiales. Desde hace dos siglos, las casas han dado media vuelta.
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Gregorio Samsa es un ...