Érase una vez un corazón roto de Stephanie Garber
Promete siempre menos de lo que puedas dar, porque los Destinos siempre se llevarán más. No hagas tratos con más de un Destino. Y, sobre todas las cosas, jamás te enamores de un Destino. |
Érase una vez un corazón roto de Stephanie Garber
Promete siempre menos de lo que puedas dar, porque los Destinos siempre se llevarán más. No hagas tratos con más de un Destino. Y, sobre todas las cosas, jamás te enamores de un Destino. |
Érase una vez un corazón roto de Stephanie Garber
Si la esperanza fuera un par de alas, las de Evangeline se habrían extendido a su espalda, ansiosas por levantar el vuelo de nuevo.
|
Érase una vez un corazón roto de Stephanie Garber
Había cierta magia en su interior. Era la sensación de la luz de las velas al atardecer, del polvo del papel atrapado en el aire y de hileras tras hileras de libros inusuales sobre estanterías torcidas.
|
Finale de Stephanie Garber
''Solía gustarme la idea de que algo fuera tan importante que mereciera la pena morir por ello, pero me di cuenta que estaba equivocada. Creo que las cosas más maravillosas merecen que vivamos por ellas.''
|
Legendary de Stephanie Garber
´´Tu futuro puede ser lo que desees. Todos tenemos el poder de elegir nuestro propio destino''.
|
Legendary de Stephanie Garber
Incluso ahora que Caraval había terminado de manera oficial y todas las velas y lámparas del interior estaban apagadas, el edificio exhalaba volutas de una seductora luz ambarina que parecía insinuar que todavía guardaba trucos por descubrir.
|
Caraval de Stephanie Garber
Está chica era ese día de sol y calor en plena estación fría, o bien inconsciente o bien indiferente al hecho de estar fuera de lugar
|
Legendary de Stephanie Garber
Vestido de negro, sin más que un pañuelo suelto en el cuello, parecía un ángel oscuro y sin alas que había sido expulsado del cielo para caer a sus pies.
|
Legendary de Stephanie Garber
El mundo había sabido a magia y al brillo de las estrellas, a deseos concedidos y sueños hechos realidad, aunque, por debajo de todo aquello, todavía captaba el sabor de la muerte en su lengua.
|
Legendary de Stephanie Garber
Siempre era así: cuando su madre decidía concentrar su rutilante atención solo en ella, se sentía como si fuera una estrella y el mundo girara a su alrededo-. ¿Qué te he dicho siempre sobre el futuro? -Que cada persona tiene el poder de escribir el suyo -contestó Tella. -Así es -dijo su madre-. Tu futuro puede ser lo que desees. Todos tenemos el poder de elegir nuestro propio destino. Pero, amor mío, si juegas con esas cartas, darás a los Destinos representados en ellas la oportunidad de cambiar tu camino. |
Legendary de Stephanie Garber
Al dar la vuelta a la siguiente carta, notó una calidez especial en los dedos. El Aráculo. |
Legendary de Stephanie Garber
De repente, tuvo la intuición de que su madre no quería que viera aquellas cartas, pero eso no evitó que le diera la vuelta a otra de ellas. El nombre en la parte inferior de esta era El Príncipe de Corazones. Mostraba a un hombre joven de rostro anguloso y labios tan finos como cuchillas. Empuñaba una daga, cerca de su barbilla afilada, y de sus ojos caían lágrimas rojas a juego con la sangre que manchaba la comisura de su boca estrecha. |
Legendary de Stephanie Garber
La joven de la ilustración le recordó a una princesa cautiva. Llevaba un precioso vestido blanco hecho jirones, y sus ojos con forma de lágrima eran tan bonitos como el cristal pulido por el mar, pero tan tristes que dolía mirarlos. Probablemente porque tenía la cabeza enjaulada en el interior de un orbe de perlas. Las palabras La Doncella de la Muerte estaban escritas en la parte inferior de la carta. |
Caraval de Stephanie Garber
"Me parece que a ti se te ha olvidado vivir, y que tú hermana está tratando de recordartelo"
|
Caraval de Stephanie Garber
Sin saber muy bien lo que sentía por él, Scarlett pensó que amarlo sería como enamorarse de la oscuridad, indómita y aterradora, pero dueña de una belleza cautivadora cuando salían las estrellas.
|
Caraval de Stephanie Garber
"Toda persona tiene la capacidad de cambiar su destino si tiene la suficiente valentía para luchar por aquello que deseas más que cualquier otra cosa"
|
Stephanie Garber
—Sabía que tu amor podía retornarme la vida con desearlo —manifestó Tella. —Pero yo no te la he devuelto. Legend jamás me concedió mi deseo. —Un deseo no es algo que alguien te pueda conceder —le explicó Tella—. Legend podía darte un poco más de magia para que te sirviese de ayuda, pero el deseo tan solo podía funcionar si tú lo querías más que cualquier otra cosa. |
Stephanie Garber
Había sangre. Mucha sangre, muchísima. Aquella debía de ser la razón de que él la contemplase con tanta frialdad, sin hacer ningún esfuerzo por mostrar la verdad ni con una simple mirada. Julián sabía que Legend lo castigaría por su traición. —Julián, por favor… —Scarlett cubrió la herida con las manos y se las empapó de rojo por segunda vez aquel día. —Está bien —tosió él con más sangre que le manchaba la boca—. Seguramente me lo merecía. —¡No digas eso! —Scarlett se arrancó la capa de los hombros y la presionó con fuerza contra el pecho de Julián en un intento por cortar la hemorragia—. Yo no lo creo, ni tampoco creo que esto deba acabar así. —Entonces no permitas que acabe aquí. Ya te lo he dicho… no merezco que llores. —Julián levantó el brazo para apartarle una de las lágrimas, pero la mano se le volvió a caer antes de tocarla. —¡No! No te rindas —le suplicó Scarlett—. Por favor, no me dejes. —Tenía muchas otras cosas que quería decirle, pero se temía que si se despedía de él, a Julián le resultaría más sencillo dejarse ir—. No puedes abandonarme. ¡Me dijiste que me ayudarías a ganar el concurso! —Te mentí… —Le temblaron los ojos—. Yo… —¡Julián! —chilló Scarlett, y empujó con más fuerza sobre su pecho al ver que era más la sangre que empapaba la capa y le cubría las manos—. Me da igual que mintieses. Si no te mueres, te lo perdonaré todo. Los ojos de Julián se cerraron, como si no la oyese. —Julián, por favor, no dejes de luchar. Llevas el concurso entero peleándote conmigo, no pares ahora. Lentamente, sus párpados se abrieron. Por un instante pareció como si regresara con ella. —Te mentí sobre la herida que me hice en la cabeza —farfulló—. Quería que recuperases los pendientes, pero el hombre era más fuerte de lo que aparentaba… Me metí en un pequeño lío. Aunque mereció la pena por verte cara… —El fantasma de una sonrisa le movió los labios—. Debería haberme mantenido lejos de ti… pero de verdad quería que lo lograras… quería que… La cabeza de Julián cayó hacia atrás. —¡No! —Bajo sus manos, Scarlett sintió que el pecho del joven se desinflaba una última vez—. Julián. Julián. ¡Julián! Hizo fuerza con las manos sobre su corazón, pero nada se movía. Scarlett no sabía cuántas veces había repetido su nombre. Lo dijo como una oración. Una súplica. Un susurro. Un adiós. + Leer más |
|
Stephanie Garber
—¿Significa eso…? —Chiss —murmuró Julián—. Ahórrate las palabras, Scarlett. Creo que lo puedo arreglar, pero necesito que te quedes conmigo un poco más. Voy a intentar darte un día de mi vida. |
Fue publicada en ...