El confesor de Daniel Silva
¿Por qué Pío XII había permanecido en silencio delante del mayor caso de asesinato masivo de la Historia?
|
Calificación promedio: 5 (sobre 51 calificaciones)
/Na nova e deslumbrante obra-prima de Daniel Silva, autor número um do top de vendas do The New York Times, Gabriel Allon embrenha-se numa aventura trepidante para descobrir o maior falsificador de arte de todos os tempos. Após o seu afastamento dos serviços secretos israelitas, o lendário espião e restaurador de arte Gabriel Allon instala-se discretamente em Veneza, o único lugar onde conseguiu ter paz. A sua bela esposa, Chiara, dirige a Restauro Tiepolo e os seus dois filhos de tenra idade frequentam uma scuola elementare do bairro. Enquanto isso, Gabriel dedica os dias a deambular pela ruas e pelos canais da cidade aquática, libertando-se dos demónios do seu passado trágico e violento. Mas quando Julian Isherwood, o extravagante marchant de arte londrino, lhe pede para investigar as circunstâncias que rodeiam a redescoberta e lucrativa venda de um quadro centenário, Gabriel não demora a descobrir que a obra em questão, o retrato de uma mulher anónima atribuído a Anton van Dyck, é quase com toda a certeza uma falsificação feita com uma mestria diabólica. Para encontrar a misteriosa personagem que pintou o quadro e desvendar uma fraude multimilionária na cúspide do mundo da arte , Gabriel arquiteta um dos planos mais complexos da sua carreira. E para ser bem-sucedido, vai ter de se converter na imagem especular do homem que persegue: o maior falsificador de quadros da história. Elegante, sofisticado e dotado de um argumento brilhante, o novo romance de Daniel Silva é uma viagem fascinante ao lado escuro do mundo da arte. Desde o elegante começo até às avassaladoras reviravoltas do seu clímax, Retrato de uma desconhecida é uma das melhores histórias de roubos jamais escritas. E mais uma prova de que, dentro do género da intriga e do suspense internacionais, Daniel Silva é inigualável. Lanzamiento: 01/03/2023
El confesor de Daniel Silva
¿Por qué Pío XII había permanecido en silencio delante del mayor caso de asesinato masivo de la Historia?
|
La chica nueva de Daniel Silva
Costaba imaginar que más allá de la frontera con Siria, a escasa distancia de allí, reinaban el caos y la guerra civil. O que a unos quince kilómetros al este, sobre el huesudo espinazo de las colinas, se hallaba una de las poblaciones palestinas más conflictivas de Cisjordania. O que la Franja de Gaza, aquel festón de miseria y resentimiento, quedaba a menos de una hora en coche por el sur. En el Tel Aviv elegante y moderno, se dijo Sarah, podía perdonárseles a los israelíes que creyeran que el sueño del sionismo se había logrado sin coste alguno.
|
La chica nueva de Daniel Silva
Los ocupantes de las otras tres se parecían a los manifestantes que habían visto en las calles de París esa mañana. Eran ciudadanos de la otra Francia, esa Francia de la que no se hablaba en las guías de viajes: los explotados, los rezagados, los que carecían de rutilantes títulos otorgados en centros de enseñanza de élite. La globalización y la automatización habían menguado su valor como fuerza de trabajo. Su única alternativa era el sector servicios. Sus homólogos de Gran Bretaña y Estados Unidos ya habían hablado en las urnas.
|
La chica nueva de Daniel Silva
—¿Sabes lo que dicen de la venganza? —¿Qué? —Que si vives para buscarla, estás cavando una tumba para dos. —Es un refrán árabe muy viejo. —Es judío, en realidad. —No digas tonterías. |
La chica nueva de Daniel Silva
—¿Conoces bien España? —preguntó Jalid. —Tuve ocasión de visitar Sevilla hace poco. —Antaño fue una ciudad musulmana. —Al paso que van las cosas, volverá a serlo. —También había judíos en Sevilla. —Y todos sabemos qué ocurrió. —Una de las mayores injusticias de la historia —comentó Jalid—. Y cinco siglos después, ustedes les hicieron lo mismo a los palestinos. |
La chica nueva de Daniel Silva
—Eres la persona más inteligente que conozco. —Si soy tan listo, ¿qué hago sentado en la cuneta de una carretera francesa en mitad de la noche? —Intentar impedir que el héroe de esta tragedia se autodestruya. —Quizá debería dejarle. —Tú eres restaurador, Gabriel. Arreglas cosas. |
La chica nueva de Daniel Silva
—¿Puedes arreglarlo? —preguntó Macmillan. —¿El qué? —La visita privada a la Colección Al Bakari, claro. —Es mala idea, Jalid. —Eso mismo contestó mi padre cuando le dije que quería concederles a las mujeres de mi país el derecho a conducir. |
La chica nueva de Daniel Silva
Estamos demasiado ocupados haciéndonos trizas los unos a los otros para cometer un acto de espionaje como Dios manda. Estamos completamente paralizados.
|
La chica nueva de Daniel Silva
—A veces uno solo puede fiarse de sus enemigos —repuso Gabriel. —¿Puedo fiarme de usted? —No sé si le queda otro remedio. |
La chica nueva de Daniel Silva
—Sabe lo que dicen sobre la familia, ¿verdad? —¿Qué? —Que es una jodienda. |
Saga "Los Juegos del Hambre"