El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde de Robert Louis Stevenson
el hombre será conocido como una mera comunidad de múltiples habitantes, incongruentes e independientes entre sí.
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El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde de Robert Louis Stevenson
el hombre será conocido como una mera comunidad de múltiples habitantes, incongruentes e independientes entre sí.
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El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde de Robert Louis Stevenson
—Este espejo ha tenido que ver algunas cosas raras, señor —susurró Poole. —Y sin duda, ninguna más rara que él mismo —repitió el abogado |
El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde de Robert Louis Stevenson
Debes permitir que siga mi propio camino, por muy misterioso que te parezca. He atraído sobre mí un castigo y un peligro que no puedo nombrar. Soy el mayor de los pecadores, y también el que más sufre de todos. No podía imaginar que en esta tierra hubiese lugar para sufrimientos y terrores tan inhumanos..
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El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde de Robert Louis Stevenson
señor, tengo por norma que cuanto más sospechosa me parece una cosa, menos preguntas hago.
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Olalla de Robert Louis Stevenson
Todo lector está obligado a leer Olalla; todo escritor tendría que intentar escribir una historia de misterio como esta, con el magistral ritmo de Stevenson. Sir Arthur Conan Doyle |
El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde de Robert Louis Stevenson
No hay que excluir que el hombre, en último análisis, pueda revelarse una mera asociación de sujetos distintos, incongruentes e independientes.
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El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde de Robert Louis Stevenson
El hombre no es únicamente uno, sino dos. Y digo dos, porque mi propio conocimiento no ha ido más allá.
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Markheim de Robert Louis Stevenson
-Para mí, el asesinato no tiene ninguna categoría especial- replicó el otro-. Todos los pecados son asesinatos, puesto que toda vida es guerra. Yo contemplo a tu raza, como marineros muriéndose de hambre sobre una balsa, los unos alimentándose de las vidas de los otros.
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El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde de Robert Louis Stevenson
"Quiéreme cuando menos lo merezca, porque será cuando más lo necesite.". Henry Jekyll
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El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde de Robert Louis Stevenson
Crucé el patio y pude pensar que las constelaciones, desde allá arriba, me miraban con asombro: la primera criatura de tal especie que su insomne vigilancia les había revelado desde la eternidad.
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El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde de Robert Louis Stevenson
Al contemplar en el espejo aquella fea imagen, no sentí la menor repugnancia, sino más bien un impulso de bienvenida. Aquel también era yo.
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El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde (edición ilustrada) de Robert Louis Stevenson
Empujadas por el viento, las nubes se habían acumulado sobre la luna, y ahora todo estaba oscuro. Mientras andaban, el viento, que solo soplaba a ráfagas y bocanadas dentro de aquel profundo patio de luces, agitaba la vela de un lado para otro, hasta que se refugiaron en la sala de operaciones, donde se sentaron en silencio a esperar. Por todas partes se oía el solemne murmullo del tráfico londinense; pero más cerca, el silencio solo lo rompía el sonido de unos pasos que recorrían de un lado a otro el piso del gabinete
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Las aventuras de un cadáver de Robert Louis Stevenson
Mientras el lector, cómodamente sentado junto al agradable fuego de su chimenea, se entretiene hojeando las páginas de una novela, ¡cuán lejos está de hacerse cargo de los sudores y angustias que ha pasado el autor para componerla! Ni siquiera llega a imaginar las largas horas de lucha para triunfar de las frases difíciles, las pacientes pesquisas en las bibliotecas, su correspondencia con eruditos y oscuros profesores alemanes, en una palabra, todo el inmenso andamiaje que el autor ha levantado y deshecho luego, únicamente para procurarle a él algunos momentos de solaz junto al fuego de la chimenea o para hacerle menos fastidiosas las horas pasadas en el ferrocarril.
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La flecha negra de Robert Louis Stevenson
Tenía en el cinto cuatro flechas negras por las cuatro penas que he soportado y para los cuatro hombres malvados que nos tiranizan y nos atropellan Una dio en el blanco, una ya acertó pues al viejo Appleyard muerto lo dejó. Otra, Master Hatch, para vos, no miento por quemar Grimstone hasta los cimientos. A Oliver Oates otra irá a parar que a Sir Harry Shelton mandó degollar. Y para Sir Daniel la cuarta será y todos dirán que bien hecho está. Cada cual tendrá lo que ha merecido una flecha negra por cada maldad y ahora caed de rodillas, rezad ¡porque ya estáis muertos, vosotros, bandidos! |
El club de los suicidas de Robert Louis Stevenson
-¡ A la memoria inextinguible del barón de Trenck, patrón de los suicidas! - brindó uno-. Abandonó el encierro mas estrecho para meterse en uno micho mas oscuro, terrible y angosto, desde el que escaló la ansiada libertad.
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El extraño caso del Dr. Jekyll y el Sr. Hyde de Robert Louis Stevenson
Si me hubiera acercado a mi descubrimiento con un espíritu más noble, si hubiera arriesgado al experimento bajo el imperio de aspiraciones generosas o piadosas, todo habría sido distinto
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El club de los suicidas de Robert Louis Stevenson
Cuando la carne está muerta, ya no es esa carne que deseamos en nuestros amantes y respetamos en nuestros amigos.
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Edimburgo. Notas pintorescas seguido de Dos paseos por Escocia de Robert Louis Stevenson
la antigua y famosa metrópolis del norte está situada sobre la ladera y la cumbre de tres colinas orientadas hacia un estuario siempre azotado por el viento. Ningún emplazamiento podría resultar más prominente para la primera ciudad de un reino; ninguno mejor elegido por sus nobles vistas.
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Viajes con una burra de Robert Louis Stevenson
Aquellas dos niñas eran un par de insolentes guarras maliciosas, sin otro pensamiento que el de hacer daño. Una me sacó la lengua, la otra me dijo que siguiera a las vacas; y las dos reían tontamente y se daban con el codo. La Bestia de Gevaudan se comió cerca de un centenar de niños en la región; yo empecé a cobrarle simpatía.
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A Child's Garden of Verses de Robert Louis Stevenson
There, in the night, where none can spy, All in my hunter's camp I lie, And play at books that I have read Till it is time to go to bed. These are the hills, these are the woods, These are my starry solitudes; And there the river by whose brink The roaring lions come to drink. |
¿En qué país nació Stevenson?