Invisible de Paul Auster
Me había enseñado algo de mí mismo que me llenaba de repulsión, y por primera vez en la vida comprendí lo que era odiar a alguien. Jamás podría perdonarlo; y nunca podría perdonarme a mí mismo.
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Invisible de Paul Auster
Me había enseñado algo de mí mismo que me llenaba de repulsión, y por primera vez en la vida comprendí lo que era odiar a alguien. Jamás podría perdonarlo; y nunca podría perdonarme a mí mismo.
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El Palacio de la Luna de Paul Auster
Todo había sido un problema de conexiones fallidas, de mala sincronización, de andar a ciegas. Siempre perdiendo la ocasión de encontrarnos por muy poco, siempre a unos centímetros de descubrirlo todo. A eso es a lo que se reduce la historia, creo. A una serie de oportunidades perdidas. Teníamos todas las piezas desde el principio, pero nadie supo encajarlas.
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Brooklyn Follies de Paul Auster
En general, las vidas se esfuman. Una persona muere y poco a poco todo rastro de su vida desaparece. Un inventor sobrevive en sus invenciones, un arquitecto está presente en sus edificios, pero la mayoría de la gente no deja tras de sí monumento alguno no logros duraderos.
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La invención de la soledad de Paul Auster
La gramática de la existencia incluye todas las figuras del lenguaje mismo: comparación, metáfora, metonimia, sinécdoque; de modo que cada cosa que encontramos en el mundo es, en realidad, muchas cosas que a su vez dan lugar a otras muchas más, dependiendo de qué tengan cerca, en qué estén contenidas o de dónde surjan. A menudo falta el segundo término de comparación, porque ha sido olvidado, está enterrado en el inconsciente o por alguna razón resulta imposible de localizar.
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La invención de la soledad de Paul Auster
[...]; pues esta es la función del cuento: hacer que un hombre vea una cosa ante sus ojos, mientras le enseña otra distinta.
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La invención de la soledad de Paul Auster
Es imposible escribir algo que no se haya visto previamente, pues antes de que una palabra pueda llegar a la página, tiene que haber formado parte del cuerpo, tiene que haber sido una presencia física con la que uno haya convivido, igual que convive con el corazón, el estómago y el cerebro. La memoria, entonces, no tanto como el pasado contenido dentro de nosotros, sino como prueba de nuestra vida en el momento actual. Para que un hombre esté verdaderamente presente entre lo que le rodea, no debe pensar en sí mismo sino en lo que ve. Para poder estar allí, debe olvidarse de sí mismo. Y de ese olvido surge el poder de la memoria. Es una forma de vivir la vida en que nunca se pierde nada.
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La invención de la soledad de Paul Auster
Hablar del futuro es utilizar un lenguaje que siempre está por delante de sí mismo, confiar cosas que aún no han ocurrido al pasado, a un "ya" que siempre va detrás. Y en ese espacio entre el discurso y la acción, palabra tras palabra, comienza a abrirse una grieta. Contemplar ese vacío, aunque solo sea un instante, produce una sensación de vértigo, como si uno cayera en el abismo.
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La invención de la soledad de Paul Auster
Lo que en realidad hacemos cuando caminamos por la ciudad es pensar de tal modo que nuestros pensamientos dibujan un trayecto, compuesto ni más ni menos que por los pasos que hemos seguido. En conclusión, podemos decir sin temor a equivocarnos que hemos hecho un viaje, aunque no hayamos salido de la habitación; podemos afirmar con seguridad que hemos estado en algún sitio, incluso si no sabemos dónde.
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La invención de la soledad de Paul Auster
La memoria como una habitación, un cuerpo, un cráneo; un cráneo que encierra la habitación donde se encuentra el cuerpo.
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La invención de la soledad de Paul Auster
[...], descubrió que sus pasos, al no llevarlo a ninguna parte, lo conducían hacia el interior de sí mismo. Estaba haciendo un viaje interior, y se encontraba perdido, pero lejos de preocuparlo, esta idea se convirtió en fuente de felicidad y alborozo. Trató de imbuirse por entero de esta idea, como si tras acercarse a un conocimiento previamente secreto, pudiera llegarle hasta lo más profundo del alma; y entonces se dijo a sí mismo, con un tono casi triunfante: Estoy perdido.
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La invención de la soledad de Paul Auster
Memoria: el espacio en que una cosa ocurre por segunda vez.
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La invención de la soledad de Paul Auster
La memoria como un lugar, como un edificio, como una serie de columnas, cornisas, pórticos. El cuerpo dentro de la mente, como si nos moviéramos allí dentro, caminando de un sitio a otro, y el sonido de nuestras pisadas mientras caminamos de un sitio a otro.
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La invención de la soledad de Paul Auster
Estas cuatro paredes solo sostienen los signos de su propia inquietud, y para encontrar algo de paz en este escenario, debe ahondar más y más profundamente en sí mismo. Pero cuanto más cava, menos terreno hay para cavar. Esto resulta indiscutible; tarde o temprano, se habrá consumido por completo.
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La invención de la soledad de Paul Auster
Comenzar con la muerte, desandar el camino hasta la vida y luego, por fin, regresar a la muerte. En otras palabras: la vanidad de intentar decir algo sobre alguien. |
La invención de la soledad de Paul Auster
Ha habido una herida y ahora me doy cuenta de que es muy profunda. Y el acto de escribir, en lugar de cicatrizarla como yo creía que haría, ha mantenido esta herida abierta. En ocasiones he sentido su dolor concentrado en mi mano derecha, como si sufriera un desgarramiento cada vez que levanto la pluma y la presiono contra el papel. En lugar de enterrar a mi padre, estas palabras lo han mantenido vivo, tal vez mucho más que antes. No solo lo veo como fue, sino como es, como será; y todos los días está aquí, invadiendo mis pensamientos, metiéndose en mí a hurtadillas y de improviso.
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El país de las últimas cosas de Paul Auster
Así son las cosas en la ciudad, cada vez que crees saber la respuesta a una pregunta, descubres que la pregunta no tiene sentido.
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El país de las últimas cosas de Paul Auster
A veces pienso que la muerte es lo único que logra conmovernos, constituye nuestra forma de creación artística, nuestro único medio de expresión.
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Mr. Vértigo de Paul Auster
Tenemos la obligación de recordar a los muertos. Esa es la ley fundamental. Si no los recordásemos, perderíamos el derecho a llamarnos humanos.
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Leviatán de Paul Auster
Existimos en el presente sólo en la medida en que ponemos nuestra fe en el futuro
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¿Cuántas novelas hay en la serie Harry Potter?