La invención de la soledad de Paul Auster
Hablar del futuro es utilizar un lenguaje que siempre está por delante de sí mismo, confiar cosas que aún no han ocurrido al pasado, a un "ya" que siempre va detrás. Y en ese espacio entre el discurso y la acción, palabra tras palabra, comienza a abrirse una grieta. Contemplar ese vacío, aunque solo sea un instante, produce una sensación de vértigo, como si uno cayera en el abismo.
|