La autora publica la novela 'Las vidas que no viví', que muestra la isla de Menorca como escala para ciudadanos iranís exiliados.
Enlace: https://www.lne.es/cultura/2.. |
La autora publica la novela 'Las vidas que no viví', que muestra la isla de Menorca como escala para ciudadanos iranís exiliados.
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“Las vidas que no viví” de Patricia Almarcegui es una historia, mejor dicho, son varias historias entrelazadas de mujeres cuyo punto de unión es la isla de Menorca. A través de los pensamientos de las protagonistas vamos conociendo su pasado, sus temores e ilusiones más profundas y hacia donde van sus pasos. Nos encontramos con mujeres con conflictos internos. La maternidad, las relaciones familiares, la migración, la búsqueda de una vida mejor, son algunos de los temas a los que se tienen que enfrentar estas mujeres. Pero sobre todo, tienen que luchar ante el hecho de ser mujeres. Gracias a la pluma de la escritora podemos oler el salitre del Mediterráneo, las flores de un jardín o el aroma de la comida iraní. Vamos alternado las voces de los personajes y saltamos de un pensamiento a otro mientras vamos conociendo aquello que nos quieren mostrar. Al principio deseamos conocer a estas mujeres que se instalan en un hotel abandonado mientras esperan a ser desahuciadas, pero mientras eso llega, ellas se afanan por seguir viviendo y dar vida a un jardín y un huerto. Sin embargo, conforme avanzas en la lectura, cada vez es algo más caótico. Mezclamos las voces y a veces al lector le cuesta distinguir quién es quien. No sabes hacia donde vas a llegar y al final te quedas con la sensación de que falta algo, que la historia se queda corta y que termina de forma abrupta. Una lástima porque la lectura prometía mucho y al final piensas que necesitas más para llegas a saborearla y disfrutar del todo de la historia, Aún así, la autora es una gran conocedora del mundo persa y merece la pena seguir su trayectoria, + Leer más |
“Las vidas que no viví” (2023), de Patricia Almarcegui se inserta en esa tradición de novelas breves, ligeras, líricas y contundentes al estilo de “Seda” de Baricco. No obstante, pese a su ligereza, “Las vids que no viví” me ha resultado una lectura densa. Pese a lo atractivo del argumento (dos mujeres que escapan a Menorca huyendo de diferentes realidades y sus problemáticas), su lectura me ha dejado muy frío. En este caso, los evidentes aciertos formales y estilísticos de la novelista no han sido suficientes para que la novela me atrapara. Y es que, quizás, lo peor que le puede pasar a un libro es no transmitirle nada al lector. Y, lamentablemente, es esto lo que me ha ocurrido. Otro aspecto a comentar sería el fragmentarismo narrativo. La novela va dando saltos continuamente, de una protagonista a otra, resultando algo confuso sin aportar nada a la narración. En definitiva, la novela me ha parecido prometedora en su argumento y preciosismo estilístico, pero acaba pinchando por ser una novela algo deshilvanada y fría. + Leer más |
Vaya, no sé cómo reseñar este libro. Creo que nunca le había puesto una estrella a ninguna lectura, sin embargo, no la abandoné. Me lo otorgó @babelioespanol Masa Crítica, y me lo envió @edcandaya, por lo que me siento agradecida y me veo en la obligación de explicar el motivo por el cual no me ha gustado nada. A priori, nos encontramos con dos mujeres en Menorca: Pari, una mujer iraní enamorada de su jardín de azafrán de cuando era niña; y a Anna, una lugareña que vuelve a sus raíces después de un tiempo. La premisa me llamó mucho la atención. Me dio la sensación de que me encontraría con un relato nostálgico, bello, intimista. En cierta forma, así ha sido y por eso llegué hasta el final, por aquello de esperar algo. Lo cierto es que me parece que, aunque tiene esta pretensión en su narrativa no me ha llegado en absoluto. El texto está desordenado, a párrafos. Cuesta hilvanar cada recuerdo de las protagonistas. Da la sensación de que es una obra inacabada, a falta de pulir, de enlazar. Entiendo que se trata de una novela de pensamientos al viento, sutilmente colocados pero, bajo mi punto de vista, no ha conseguido hacer el puzzle. Demasiado disperso. Es una pena, quizás no era el momento para mí de leer este tipo de libros bohemios y soñadores, pero es un tipo de narrativa que suele gustarme bastante. Enlace: https://linktr.ee/Srta.Bethsua + Leer más |
Mezcla de estilos (cuaderno de viaje, diario, libro de citas), compendio de datos (economía, política, demografía), y de materiales (un par de cartas entre Yasunari Kawabata y Yukio Mishima, párrafos literarios, o una lista de pájaros) Es original, diferente, no es un cuaderno de viaje al uso, de hecho su autora quiso alejarse de ese concepto, "...voy a pensar en otra estructura que no sea la convencional del género de viaje, que no suene viejuno (...) reivindico al viajero como alguien errático, que comete errores, que salta de un viaje a otro, que no aprende, que se confunde, y que habla de lo que no sabe. Y he querido también experimentar con el lenguaje, darle un sentido musical, jugar con el ritmo, con las repeticiones" (El País. Jacinto Antón. 23 Junio 2021) Al principio desconcierta, lo reconozco, pero a medida que vas leyendo sus andanzas por el país nipón, el modo que tiene de compartir lo que siente, lo que piensa... no sólo su situación en el momento del viaje, sus debilidades, esperanzas, inseguridades, deseos. Todo forma parte del libro, de la entrega. Y descubres que le encantan los baños termales, onsen, quizá porque en ellos puede dejar de ser ella misma, y se puede diluir con el agua. Prefiere Lo bello y lo triste de Kawabata antes que otros títulos. Se hace preguntas, a veces absurdas, que no tendrían respuesta rápida, las abandona. ¿Qué fue antes. el jardín, las puertas correderas o los biombos? Le disgusta la excentricidad, el exceso, de la isla de Naoshima. A veces encuentra que Occidente y Oriente no están tan alejados, como esos pastelillos que puedes encontrar en cualquier pastelería de Zaragoza... El viaje sigue su curso, pero la vida no se detiene: la enfermedad de su madre, una reunión con su editor, la presencia de cucarachas en una papelera, o las dos mejores sopas que ha comido nunca. Política, economía, historia, literatura, arte, gastronomía, el Genji, Kawabata, Mishima, geishas, el Paseo del Filósofo de Kioto, el Fuji, Basho... "El acierto de Japón es encontrar la belleza en lo corriente y lo normal." Confiesa haber leído mucho sobre Japón, y eso se nota, quizá haya querido intentar hacer lo mismo, atrapar la belleza, escribirla, aunque tenga que hablar de pobreza o pornografía, de calles atestadas e inmensos edificios. Y prueba de ello son las preciosas frases que se cuelan entre trenes, hoteles y cervezas. "Cuando veo una flor, ella también me ve a mi". Solo cabe disfrutar de un trayecto (en realidad fueron dos viajes, 2009 y 2018) repleto de sensibilidad y documentado magníficamente. Un auténtico placer viajar así. Enlace: https://literaturajaponesafa.. + Leer más |
Cuadernos perdidos de Japón es una crónica de una viajera que ya apunta en su título a una ausencia de lo extraviado, o perdido como parte de la vida de lo que se desvanece con el paso del tiempo y el cambio que ello provoca en la vida de un individuo. Muchos siglos atrás, Heráclito ya nos dejó la idea de que nadie puede bañarse dos veces en un mismo río, pues ambos han cambiado. A raíz de ello, en este libro asistiremos a partir de dos viajes hechos en los años 2008 y 2018 por la autora a dos periodos de tiempo donde la mirada de Almarcegui es distinta y Japón tampoco es el mismo. Viaje y vida son uno para la autora, que no concibe un concepto sin el otro. El viaje cambia la mirada, la perspectiva, y en último lugar a la persona, por tanto, también su escritura. La obra está basada en cuadernos personales de la propia Almarcegui en los que recoge apuntes, notas, datos a modo de ensayo lacónico (muy en la línea japonesa) sobre lo que observa del país en sus viajes, anécdotas, sensaciones, así como datos históricos, políticos, culturales y artísticos japoneses de tiempos pasados y actuales, desde el cine de Kurosawa al manga actual. También hay espacio para los libros y la literatura: cita cartas de Mishima y Kawabata, versos de Basho, de Shei Shonagon, ect… Almarcegui parece que trata con esta obra a partir de la reescritura de estos cuadernos, de recomponer a través de sus experiencias de tiempo vividas y del viaje un nuevo modo de ver y comprender al país nipón a través de su mirada fluctuante de dos momentos distintos de su vida. Periodos entre los que se entrelazan, a modo de aforismo, otras como si fueran haikus, la belleza del país, también su cara menos favorecedora junto con hechos personales, como puede ser la enfermedad de su madre que dota al texto de un marcador de tiempo del momento de vida que Almarcegui atraviesa y que se convierte en punto central sobre el que pivota toda la experiencia del relato. Se trata de una mirada con sensibilidad, atenta y curiosa, que descubre y redescubre un Japón que mira a Occidente, pero que no olvida su cultura milenaria con lo bueno y malo que esto lleva asociado. En la obra se ven temas como el hecho de la inseguridad que tiene la mujer que viaja sola, así como el famoso caso del asesinato de dos turistas en Ecuador. También los datos alarmantes de pobreza y machismo que existen en Japón, hechos que enturbian la imagen que tenemos en Occidente de Japón, como país cercano a la perfección y que muestran parte de la verdadera realidad del país del sol naciente. En definitiva, Cuadernos perdidos de Japón es un libro armonioso que conjuga en su haber un tono didáctico por las referencias culturales que se apuntan sobre el país, como una mirada personal sobre una viajera experimentada que aporta su propia visión de lo que ha vivido en su tiempo de estancia en Japón y cómo ello, cambia su todo. Solo con la escritura de este libro sale a la luz una nueva significación de la experiencia en su contexto de tiempo en la vida y lugar que habitamos y transitamos. Recomendada su lectura. Enlace: https://librosderuby.wordpre.. + Leer más |
Los diferentes diarios de viaje a lo largo de múltiples versiones de Japón. Había captado mi atención con tener la palabra "Japón" formando parte del título. Sin embargo, tras leer y reflexionar sobre los diferentes aspectos que conforman este libro, el título ha dejado de ser lo único que me a maravillado. El título resume el cómputo del libro. En una narración sutil, apacible y que está llena de cultura, arte y otras modalidades, en donde uno se va sumergiendo en la esencia de Japón desde la perspectiva de una autora que respecta y ama el país. Al empezar a leer el libro me he dado cuenta de que hay un orden casi imperceptible entre los textos. Se entremezclan las anotaciones de diferentes diarios de viaje, anécdotas, descripciones de determinados paisajes, reflexiones variadas e infinitud de datos sobre diferentes aspectos de la cultura japonesa. Por ejemplo, habla sobre la concepción del sexo, la importancia de la jerarquía en la sociedad, el sintoísmo, los NEET, la poca consideración de los extranjeros, los onsen, los santuarios, etc. Personalmente, me ha gustado que el libro tenga este carácter íntimo, de apariencia desordenado o perdido, pero que albergue gran riqueza. Gracias a que narra con fluidez y transparencia me a hecho viajar hasta cientos de puntos en la geografía japonesa para rememorar un pequeño trozo de sus recuerdos. Es una lectura que se disfruta sin prisas, casi como si estuviera leyendo poesía y necesitara un momento para reflexionar sobre el significado de sus palabras. También es una lectura vivencial, por lo que en ocasiones me sentía parte del texto. Por lo que, tomar este libro como una vera lectura no tiene punto de comparación a prestar toda consciencia y atención en comprender las emociones y sentimientos que cruzaban por su mente para escribir dichos fragmentos. + Leer más |
Esperaba un relato de viaje y me he encontrado con otra cosa. No peor, pero sí diferente. La autora nos presenta una suerte de miscelánea de pensamientos que recogen sí, fragmentos de su cuaderno de viaje a Japón en 2009 nuevo, pero también, recuerdos de travesías anteriores, información sobre la cultura y, sobre todo, la literatura y el cine japonés… todo sin una solución de continuidad clara. Creo que eso es preciosamente parte del encanto de la obra, dividida en cortos párrafos donde es imposible predecir de qué hablará el siguiente. Tengo un sentimiento extraño, hay partes con una fuerza emocional enorme pero otras frías que casi me han hecho sentir hastío. El estilo de la autora, eso sí, es impecable y me quedo con ganas de leer alguna novela suya. Conozco Japón bastante bien y eso me ha permitido disfrutar de la obra, pero no la recomendaría a quien no haya visitado el país o no conozca mucho de su literatura porque quizá se sienta algo perdido. |
Sabéis que otra de mis grandes pasiones, aparte de la lectura, es VIAJAR. No vivimos en el mejor momento para hacer la maleta y recorrer países desconocidos, eso ya llegará con el tiempo... De momento, nos conformamos con echar la vista atrás. . Precisamente de eso va esta lectura. Se trata de una recopilación de notas de la autora, que incluyen desde vivencias, datos interesantes, lugares, literatura, música y un largo etcétera, que nos transportará a Japón a través de sus páginas. . Lo curioso de este libro es que personalmente yo no sabría si encajarlo en la categoría de cuaderno de viajes. Me explico: a nivel narrativo no le puedo poner ningún pero, tampoco a la recopilación de lecturas recomendadas (mil gracias por ese índice finale)... el caso es que me falta contenido visual. . Quizá añadiría una pequeña recopilación de imágenes o ilustraciones, que familiaricen al lector con los paisajes que muy detalladamente nos describe la autora. Yo viajé a Japón en 2019 y tengo muchas imágenes frescas en la retina, pero imagino a un lector que poco o nada sabe del país del sol naciente y quizá una ayudita visual no le vendría mal. . En cualquier caso, ha sido una lectura muy amena y que me ha transportado a aquellos maravillosos días de un mes de mayo en los que recorrí la isla y conocí lugares tan espectaculares como Tokyo, Hiroshima o Kyoto. . Mi puntuación: 3/5🌈 . Gracias como siempre a babelio por patrocinar esta lectura #MasaCritica + Leer más |
Como siempre dar las gracias a Babelio por hacerme llegar este ejemplar por su programa Masa Crítica. En esta ocasión me he encontrado un libro bastante curioso que yo denomino como un diario, un bloc de notas, una guía turística de Japón y citas literarias o poesía. No es malo pero es una mezcla un tanto extraña, además de que las cosas no suelen tener orden en un párrafo te habla de lo que le paso un dia a la autora y al siguiente de que leyó un libro o un trozo del mismo y luego te pone un poema. A veces me perdía un poco por eso. Eso si, se lee bastante rápido al tener este formato. Yo al menos lo leí en unos tres días por que en breve muchas veces. Lo recomiendo para leer si quieres pasar una tarde no leyendo nada en concreto. |
¿Cuál es el órgano que trasplantan a Cora?