Vamos por partes, compré esta novela porque me comentaron que tenía pinceladas místicas y paranormales muy similares a las que yo describo en una novela Mía que intento publicar.
Empecé a leerla hace dos semanas y me fui adentrando en su historia, una sencilla trama en la que una mujer y su hijo enfermo de cáncer se desplazan de Madrid a Galicia para reunirse con una curandera, en el marco de un primer asesinato que nos presenta el autor.
La trama se desarrolla con sencillez, tiene una
Lectura sencilla y fluida con un lenguaje por momentos casi juvenil sobre todo en la relación entre los dos agentes.
Los capítulos son cortos y te meten en la acción de manera directa pero no deja de ser un thriller más sin nada destacable, a mi parecer. Es cierto que es muy difícil escribir sobre lo paranormal porque una manera es como lo entiende y percibe un autor y otra es transmitirlo y describirlo. La actitud del compañero de la protagonista me parece infantil y el drama de Julian como único recurso para sostener la trama argumental, sin eso, tendríamos 100 páginas pero nos pasa a todos, cuando tenemos una historia y hay que darle forma, tienes que rellenar de alguna manera.
Aunque resulta todo muy obvio, sin hacer spoiler, cuando llegan a casa de Méndez y encuentran lo que encuentran es evidente que iba a pasar eso y no hace falta recrease en la escena tanto rato. Igual que sucede con el final, para los protagonistas improvisado, para el lector, previsible.
Personalmente, Resulta un poco aburrido que se recree tanto en el paisaje, en las aldeas, en el ambiente y la atmósfera de las casas que muestran siluetas y figuras, senderos y caminos y paisajes sobrios y poco visibles por la lluvia, casas y barrios en ruinas decadentes que el autor cree que van a aportar un halo de misterio a la historia pero la hace densa aunque este elemento descriptivo me pasa con todos los libros de este género, es cuestión de gustos y hay quien le encantan este tipo de descripciones.
Los olores y el paso del tiempo que parecen haberse adueñado de pueblos y vecinos abandonados a su suerte…casi traspasan la lectura.
El final es emotivo y la historia está bien llevada, es original que el autor tras visitar la Puerta, tenga la imaginación para dar forma a una novela y desarrollarla de esta manera.
Ahora bien, la clave de por qué se la han publicado, independientemente de que la historia sea buena o no es el agradecimiento a su amigo Juan Gómez jurado, autor de la saga Reina Roja y su padrino en la editorial, justo lo que a mi me falta.
“Hay que tener amigos hasta en el infierno, sobre todo en el infierno”
Estimado Manel, creo que compartimos similitudes literarias en nuestras obras y espero tener ocasión de conocerte en persona y compartir impresiones sobre literatura y asuntos paranormales, te hablaría de mis propias experiencias para contar mi novela. Y ya de paso que me apadrinases en el complicado intento de publicar un libro.
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