Ana de Tejas Verdes de Lucy Maud Montgomery
¿De verdad solo queda un kilómetro y medio para llegar a casa? Me alegra y me da pena. Me da pena porque este viaje ha sido muy agradable y siempre me da pena que las cosas agradables terminen.
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Ana de Tejas Verdes de Lucy Maud Montgomery
¿De verdad solo queda un kilómetro y medio para llegar a casa? Me alegra y me da pena. Me da pena porque este viaje ha sido muy agradable y siempre me da pena que las cosas agradables terminen.
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Ana de Tejas Verdes de Lucy Maud Montgomery
¿Estoy hablando demasiado? La gente siempre me dice que hablo demasiado. ¿Prefiere que no hable? Si me lo dice parare. Puedo parar cuando me lo propongo, aunque me cuesta.
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Emily, La De Luna Nueva de Lucy Maud Montgomery
Si todo el mundo hubiese sido siempre feliz, no habría nada sobre lo que leer.
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Valancy Stirling o el castillo azul de Lucy Maud Montgomery
El miedo es el pecado original. Casi todos los males del mundo tienen su origen en el miedo que siente alguien por alguna cosa. Es una serpiente fría y viscosa que se enrosca sobre uno mismo. Es horrible vivir con miedo; es el más degradante de todos los sentimientos.
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Ana de Avonlea de Lucy Maud Montgomery
Había trabajado los dos últimos años con empeño y determinación, cometiendo muchos errores y aprendiendo de ellos. Y habia obtenido su recompensa. Había enseñado algo a sus alumnos, pero tenía la sensación de que ellos le habían enseñado mucho más... Le habían dado lecciones de ternura, contención, sabiduría inocente y acervo popular infantil. Tal vez no hubiera conseguido “inspirar” en los niños ninguna ambición deslumbrante, pero les había enseñado, más con la dulzura de su personalidad que con todas sus reglas premeditadas, que era conveniente y necesario que vivieran los años que tenían por delante siendo amables y buenos, aferrándose a la verdad, la cortesía y el cariño, alejándose de todo lo que oliese a falso, mezquino y vulgar. Es posible que no fueran en absoluto conscientes de haber aprendido estas lecciones, pero las recordarían y practicarian mucho después de haber olvidado el nombre de la capital de Afganistán y las fechas de la guerra de las Dos Rosas.
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Ana de Avonlea de Lucy Maud Montgomery
Pero un corazón roto en la vida real, Ana, no es ni la mitad de malo que en los libros. Se parece mucho a una muela picada... aunque el símil no te parezca demasiado romántico. De vez en cuando duele y te hace pasar la noche en vela, pero entre medias te permite disfrutar de la vida, los sueños, los ecos y el cacahuete tostado con caramelo como si no pasara nada. Y ahora pones cara de desilusión. Ya no te parezco ni la mitad de interesante que hace cinco minutos, cuando me creías prisionera de un trágico recuerdo valientemente escondido detrás de las sonrisas... Eso es lo peor... o lo mejor... de la vida real, Ana. Que no te deja ser desgraciada. Siempre intenta que te encuentres a gusto... y lo consigue... incluso cuando te empeñas en ser infeliz y romántica.
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Ana de Avonlea de Lucy Maud Montgomery
Fue como si un velo se levantara de su conciencia y le revelara realidades y sentimientos insospechados. Quizá, al fin y al cabo, el amor no llegaba a la vida con boato y estruendo de trompetas, galopando como un vistoso caballero andante; quizá se acercaba tranquilamente y sin alborotar, como un antiguo amigo; quizá, aparentemente, se expresaba en prosa hasta que un rayo de luz atravesaba de repente sus páginas y delataba el ritmo y la música; quizá... quizá... el amor se desplegaba con naturalidad a partir de una hermosa amistad, como se abre la rosa de corazón dorado en su vaina verde.
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Ana de Avonlea de Lucy Maud Montgomery
Hay una cosa buena en este mundo, y es la seguridad de que siempre habrá más primaveras.
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Ana de Avonlea de Lucy Maud Montgomery
-Bueno, no se puede abandonar la costumbre de ser niña de golpe-dijo Ana alegremente-. Ten encuenta que fuiste pequeña catorce años y no llevo ni tres siendo mayor.
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Ana de Avonlea de Lucy Maud Montgomery
Las fantasías son como sombras… No las puedes encerrar en una jaula: son caprichosas y danzarinas.
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Ana de Tejas Verdes de Lucy Maud Montgomery
Desde que llegué a «Tejas Verdes» he cometido errores y cada uno me ha ayudado a curarme de un gran defecto. El episodio del broche de amatista me curó de tocar las cosas que no me pertenecen. El error del Bosque Embrujado me curó de una excesiva imaginación. El pastel con linimento, de cocinar descuidadamente. El teñirme el cabello, de vanidad. Ahora no pienso en mi nariz ni en mis cabellos; por lo menos no muy a menudo. Y el error de hoy me curará de ser demasiado romántica.
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Ana de Tejas Verdes de Lucy Maud Montgomery
¿No es maravilloso pensar en todas las cosas que hay que averiguar? Simplemente me hace sentirme contenta de vivir. ¡Es un mundo tan interesante!
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Ana de Tejas Verdes de Lucy Maud Montgomery
Hay un montón de Anas distintas dentro de mí. Algunas veces pienso que ésa es la razón de que yo sea una persona tan cargante. Si fuera siempre una sola Ana, sería mucho más cómodo, pero también muchísimo menos interesante.
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Ana de Tejas Verdes de Lucy Maud Montgomery
¿No ama usted la poesía, la poesía que le hace correr un estremecimiento por la espalda?
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Ana de Tejas Verdes de Lucy Maud Montgomery
Pretender que Ana tomara las cosas con calma hubiera sido querer cambiar su naturaleza. Era «toda fuego y espíritu y rocío», y los placeres y dolores de la vida le llegaban con triple intensidad.
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Valancy Stirling o el castillo azul de Lucy Maud Montgomery
Quiero enseñártelo todo; verlo de nuevo a través de tus ojos. Muchacha, hay un millón de cosas que quiero mostrarte, hacer junto a ti..., decirte. Nos llevará toda una vida.
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Valancy Stirling o el castillo azul de Lucy Maud Montgomery
-¡Te quiero! Muchacha, estás en el mismísimo centro de mi corazón. Te conservo ahi como a una joya. ¿Acaso no te prometi que jamás te mentiria? ¡Te quiero! Te amo con todo lo que hay en mí que es capaz de amar. Corazón, alma, cerebro. Cada fibra de mi cuerpo y espiritu se estremecen ante tu dulzura. No existe nadie en este mundo para mi excepto tú, Valancy.
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Valancy Stirling o el castillo azul de Lucy Maud Montgomery
Gracias a ti volvi a creer en la existencia de la amistad y el amor. El mundo parecía bueno de nuevo solo porque tú estabas en él, cariño.
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Valancy Stirling o el castillo azul de Lucy Maud Montgomery
¿Quién podría soportar la vida si no fuera por la esperanza de una muerte futura?
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Valancy Stirling o el castillo azul de Lucy Maud Montgomery
-Todo el mundo tiene su Castillo Azul, creo -expresó Cissy con dulzura-. Solo que cada uno le da un nombre diferente.
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¿Con qué frase empieza esta novela?