Ana de Avonlea de Lucy Maud Montgomery
Pero un corazón roto en la vida real, Ana, no es ni la mitad de malo que en los libros. Se parece mucho a una muela picada... aunque el símil no te parezca demasiado romántico. De vez en cuando duele y te hace pasar la noche en vela, pero entre medias te permite disfrutar de la vida, los sueños, los ecos y el cacahuete tostado con caramelo como si no pasara nada. Y ahora pones cara de desilusión. Ya no te parezco ni la mitad de interesante que hace cinco minutos, cuando me creías prisionera de un trágico recuerdo valientemente escondido detrás de las sonrisas... Eso es lo peor... o lo mejor... de la vida real, Ana. Que no te deja ser desgraciada. Siempre intenta que te encuentres a gusto... y lo consigue... incluso cuando te empeñas en ser infeliz y romántica.
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