Anna Karenina de León Tolstoi
—No tengo ninguna opinión —dijo—. Siempre te he querido, y, cuando se quiere a una persona, se la quiere por lo que es, no por lo que a uno le gustaría que fuera.
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Anna Karenina de León Tolstoi
—No tengo ninguna opinión —dijo—. Siempre te he querido, y, cuando se quiere a una persona, se la quiere por lo que es, no por lo que a uno le gustaría que fuera.
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Anna Karenina de León Tolstoi
Dígale a su mujer que la quiero como antes, y que, si no puede perdonarme mi situación, prefiero que no me perdone nunca. Para poder perdonar, es preciso sufrir como he sufrido yo.
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Anna Karenina de León Tolstoi
Pasaría mucho tiempo, años y años, antes de que fuera capaz de recordar, sin que el corazón se le desgarrara de vergüenza, la mirada llena de amor que le dirigió y a la que él no respondió.
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Anna Karenina de León Tolstoi
He oído que las mujeres aman a los hombres por sus vicios, pero yo a mi marido lo odio por sus virtudes
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La muerte de Iván Ilich de León Tolstoi
✒️ Los dolores de Iván Ilich deberían ser atroces; pero más atroces que los físicos eran los dolores morales, que eran su mayor tormento. [...] «¿Y si toda mi vida, mi vida consciente, ha sido de hecho lo que no debía ser?»
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La muerte de Iván Ilich de León Tolstoi
Y vivir así, solo, al borde de un abismo, sin nadie que le comprendiese ni se apiadase de él.
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La muerte de Iván Ilich de León Tolstoi
Quedaban sólo algunos infrecuentes periodos de cariño entre ellos, pero no duraban mucho. Eran islotes a los que se arrimaban durante algún tiempo, pero luego ambos partían de nuevo para el océano de hostilidad secreta que se manifestaba en el distanciamiento entre ellos.
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La muerte de Iván Ilich de León Tolstoi
Veía que el hecho atroz, horrible, de su gradual extinción era reducido por cuantos le rodeaban al nivel de un incidente casual, en parte indecoroso (algo así como si un individuo entrase en una sala esparciendo un mal olor), resultado de ese mismo «decoro» que él mismo había practicado toda su vida
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Felicidad conyugal de León Tolstoi
"Al principio, el instinto maternal se apoderó de mí con tanta fuerza y me produjo un entusiasmo tan grande que pensé que una nueva vida comenzaría para mí; pero al cabo de dos meses, cuando empecé a salir de nuevo, esa sensación, que cada vez se reducía más, acabó por convertirse en un hábito y en el frío cumplimiento de la responsabilidad." (Cap.VIII. Pág. 139).
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Felicidad conyugal de León Tolstoi
"Al principio me ofendía ese temor frente a la sinceridad, pero luego me hice a la idea de que no se trataba de falta de sinceridad, sino de la no necesidad de sinceridad." (Cap.IX. Pág.154).
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Felicidad conyugal de León Tolstoi
"Para cada uno de nosotros fueron surgiendo nuevos intereses, nuevas preocupaciones propias que ya no intentábamos hacer comunes. Dejó de inquietarnos que cada uno de nosotros tuviese un mundo propio, ajeno al mundo del otro." (Cap.VIII. Pág.136).
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Felicidad conyugal de León Tolstoi
"Su eterna tranquilidad me irritaba. No es que lo amara menos que antes, ni que fuera menos feliz que antes con su amor; pero mi amor se estancó, ya no crecía, y amén del amor, un sentimiento desasosegado, nuevo para mí, comenzó a infiltrarse en mi alma. Me parecía poco amar una vez conocida la felicidad de amarlo. Quería inquietudes, peligros y sacrificio en aras del sentimiento. Había un exceso de energía en mí que no encontraba lugar en nuestra vida apacible." (Cáp.VI.Pág.102-103).
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Felicidad conyugal de León Tolstoi
"Los días, las semanas, dos meses de vida apartada en la aldea pasaron sin que nos diéramos cuenta, según nos pareció entonces; y sin embargo, los sentimientos, las inquietudes y la felicidad de esos dos meses podrían ser suficientes para toda una vida." (Cáp.VI.Pág.91).
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Felicidad conyugal de León Tolstoi
Tú sacrificas y yo sacrifico. ¿Acaso puede haber algo mejor? Una lucha de generosidades. ¿No es eso la felicidad conyugal?
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La mañana de un terrateniente de León Tolstoi
Pensemos juntos, amigo mío. Dices que sientes vocación por la vida rural, que quieres la felicidad para tus campesinos y que esperas ser un buen patrón. Debo decirte: 1) que sólo cuando nos hemos equivocado de vocación, sabemos cuál es la verdadera; 2) que es más fácil conseguir la felicidad propia que la ajena; y 3) que para ser un buen patrón es necesario ser una persona fría y severa, algo que difícilmente conseguirás ser, aunque intentes parecerlo.
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La mañana de un terrateniente de León Tolstoi
Nuestras cualidades en la vida nos perjudican más que nuestros defectos.
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Relatos De Sevastópol de León Tolstoi
A pesar de entusiasmarse en estas ocupaciones diversas y bulliciosas, cierto sentido de la supervivencia y las ganas de partie cuanto antes de este horrible lugar de muerte estaban presentes en el alma de todos ellos
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Relatos De Sevastópol de León Tolstoi
El amor propio era el motor incluso de sus motivos internos: se decía a sí mismo que le gustaba destacar sobre la gente con la que se comparaba
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Relatos De Sevastópol de León Tolstoi
¿Cuál es la diferencia entre un ruso luchando contra un representante de los aliados y entre ochenta mil luchando contra ochenta mil? ¿Por qué no ciento treinta y cinco mil contra treinta y cinco mil? ¿Por qué no veinte mil contra veinte mil? ¿Por qué no veinte contra veinte? ¿Por qué no uno contra uno? De ninguna manera una cosa es más lógica que la otra
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Gregorio Samsa es un ...