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Una cuestión personal de Kenzaburo Oe
Cuando alguien es minado por el veneno de la autocompasión, ya no puede tomar decisiones sobre lo que le concierne.
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Calificación promedio: 5 (sobre 50 calificaciones)
/Textos del escritor japonés Kenzaburo Oé.
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Una cuestión personal de Kenzaburo Oe
Cuando alguien es minado por el veneno de la autocompasión, ya no puede tomar decisiones sobre lo que le concierne.
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La presa de Kenzaburo Oe
En un instante, la muerte brutal, lo que se lee en la cara de un muerto, unas veces melancolía y otras el esbozo de una sonrisa, había llegado a resultarme tan familiar como a los adultos de la aldea.
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La bella Annabel Lee de Kenzaburo Oe
Pero a Sakura le extrañaba que la gente a su alrededor trabajara a la carrera, quejándose de la falta de tiempo como si fueran personajes de Alicia en el país de las maravillas. Todos vivimos dentro de un tiempo único que pasa a la misma velocidad para todos, me decía.
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La bella Annabel Lee de Kenzaburo Oe
Su hermana Asa es una mujer muy inteligente. Permanecía muy atenta mientras su madre y yo conversábamos, pero luego intervenía con alguna frase que coloreaba la conversación.
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Cuadernos de Hiroshima de Kenzaburo Oe
Hiroshima se revela como la herida más profunda de la humanidad. Como todas las heridas, presenta dos posibles escenarios: la esperanza de que cauterice y se recupere, o el peligro de una infección fatal. Si los japoneses de hoy en día no perseveramos en recordar la experiencia de Hiroshima, especialmente las reflexiones y los sentimientos de quienes padecieron esa experiencia sin precedentes, los tímidos brotes, apenas visibles, de esperanza que nacen de ese lugar y de su gente comenzarán a marchitarse y nos invadirá una auténtica degeneración.
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La presa de Kenzaburo Oe
Nos sentamos en cuclillas a su lado y nos miró, con la cara relajada, descubriendo sus fuertes dientes que ahora amarilleaban a causa de la suciedad; entonces tuvimos la revelación brutal de que un soldado negro también podía sonreír, y tomamos conciencia de que entre él y nosotros, de golpe, acababan de establecerse unos vínculos sólidos, profundos y casi «humanos».
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Una cuestión personal de Kenzaburo Oe
Pero parecía que la realidad lo obliga a uno a vivir adecuadamente cuando se es parte del mundo real. Quiero decir que, aunque uno intente permanecer en la red del engaño, al final descubre que la única alternativa es salirse de ella.
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La bella Annabel Lee de Kenzaburo Oe
Pero sepa de antemano que carezco de conocimientos cinematográficos. Sólo estoy aplicando el guion, un género desconocido para mí, el método que he venido perfeccionando en mi trabajo como escritor y novelista. Mi método consiste en imaginar primero una escena clave que sirva de núcleo de la obra que quiero emprender, y luego mover en planos concretos tanto a los protagonistas como a los personajes secundarios para obtener un relato verosímil.
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M/T y la historia de las maravillas del bosque de Kenzaburo Oe
Cuando yo era pequeño, uno de los juegos preferidos de los niños de la aldea consistía en imitar el desfile de Meisuke. A este juego nos entregábamos siempre el primer día de verano, que seguía a la estación de las lluvias. Por todo instrumento sólo teníamos un tambor; los demás desfilaban golpeando palanganas, silbaban y daban vueltas en el cruce de caminos gritando: «¡El hombre es una flor de udumbara que florece cada tres mil años!»
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La presa de Kenzaburo Oe
Notaba la extraordinaria debilidad y vulnerabilidad de mis nalgas blancas puestas al desnudo; tenía incluso la impresión de que mi humillación, que bajaba por mi garganta hasta la mucosa interior del estómago pasando por el esófago, lo embadurnaba todo de negro...
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¿Qué movimiento literario de la segunda mitad del siglo XIX busca representar la realidad tal como es, sin idealizarla?