Dos mujeres en Praga de Juan José Millás
...Le pareció asombroso no haberse dado cuenta hasta ese instante de que no hacemos otra cosa que cruzarnos con fantasmas cada día....
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Dos mujeres en Praga de Juan José Millás
...Le pareció asombroso no haberse dado cuenta hasta ese instante de que no hacemos otra cosa que cruzarnos con fantasmas cada día....
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Dos mujeres en Praga de Juan José Millás
....Cada uno de los movimientos de un zurdo constituye una pincelada de una obra de arte. Los zurdos dibujais las palabras, por ejemplo, en lugar de escribirlas.
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Solo humo de Juan José Millás
¿Presumes a estas alturas de conocer la diferencia entre el cuento y la vida?
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Solo humo de Juan José Millás
Como la habitación apenas tenía cambios, Carlos supuso que los cambios se habían producido en él, e imaginó la vida como una sucesión de destierros de uno mismo: el bebé es abandonado por el niño; el niño, por el adolescente; el adolescente, por el joven, y así de forma sucesiva hasta que el viejo es abandonado por el muerto. Le resultó curioso que la identidad permaneciera a través de todas aquellas transformaciones.
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Solo humo de Juan José Millás
Cómo averiguar, se dijo, si he abandonado la realidad para entrar en un cuento o he abandonado un cuento para entrar en la realidad.
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Solo humo de Juan José Millás
Tal vez las cosas no eran lo que eran, aunque hubiera que vivir como silo fueran para no estar en guerra constante con el mundo.
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Solo humo de Juan José Millás
Me gusta pensar en la existencia como en una gran carretera de circunvalación con señales que indican el destino de cada uno. Algunos nos pasamos la vida dando vueltas sin saber cuál es nuestra salida.
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Solo humo de Juan José Millás
Y mientras lo hacía le pareció que la habitación se iluminaba, como se iluminan las páginas de un libro en el momento en el que alguien lo abre para entrar en él. Así entró en Amelia, igual que el que entra en una novela.
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Solo humo de Juan José Millás
Bueno, quizá no sea una cuestión de gusto o de disgusto. A lo mejor la lectura no se puede reducir al gusto. Tampoco la vida.
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Solo humo de Juan José Millás
Aun así, el corte dejó en mí una herida que, sin resultar profunda, jamás cicatrizó y que e traduce en un malestar continuo, aunque menor, supongo, que el que provoca el amor a los hijos cuando eres consciente de que cada uno de los latidos de su corazón es un suceso inexplicable; cada respiración, un acontecimiento único; cada parpadeo, un milagro.
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La vida a ratos de Juan José Millás
...Se está produciendo ante mis ojos una disfuncion preocupante de la realidad. ¿Cuántos cambios de los otros me pasarán inadvertidos a mí? Creo que vamos por el mundo viendo lo que esperamos ver....
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La vida a ratos de Juan José Millás
....La gente no entiende esto: que el dolor y el placer puedan convivir de manera que no hay forma de destrenzar los hilos que pertenecen a uno y a otro....
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La vida a ratos de Juan José Millás
SÁBADO. No me conmueven los árboles, pero sí los poemas sobre los árboles. Ni lluvia, pero sí las canciones sobre la lluvia. Tampoco me inquieta la muerte, pero sí cuanto se escribe acerca de ella.
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La vida a ratos de Juan José Millás
...Yo me identifico con casi todo lo que leo. Leo para eso, para identificarme, porque tengo un déficit de identidad. Nunca le he hablado a mi psicoanalista de este déficit, que es también el que me obliga a escribir....
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La vida a ratos de Juan José Millás
...Los muebles abandonados en las aceras conservan algo de la sustancia de las habitaciones en las que han permanecido. Dan un poco de miedo.
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La vida contada por un sapiens a un neandertal de Juan José Millás
A lo mejor es que hemos dejado de necesitar a Dios porque ya está en el código penal.
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Juan José Millás
Comprendí que la escritura, como el bisturí de mi padre, cicatrizaba las heridas en el instante de abrirlas e intuí por qué era escritor.
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¿En que año nació Marcel Proust?