La vida contada por un sapiens a un neandertal de Juan José Millás
—Lo más difícil en una sociedad humana —señaló Arsuaga— es llevar la contraria. —Pero si no hay alguien que lleve la contraria, nos quedamos siempre en el mismo sitio. —Pues sí, pero es jodido. El discrepante paga un precio. Galileo lo pagó. La disidencia tiene un precio. El instinto gregario es muy fuerte en la especie humana, Juanjo. Eso se aprecia muy bien en los niños, en los que todavía hay más biología que cultura. Todos quieren llevar las zapatillas deportivas de la misma marca. Temen la exclusión del grupo más que los adultos. ¿Cómo hemos llegado a este nivel de gregarismo? —Seleccionando a los más gregarios —me rendí. —Ahí lo tienes.
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