Juicio final de John Katzenbach
Lo que uno aprende sobre el mal lo aprende despacio, pero para siempre. Los prejuicios. El odio. La compulsión. El asesinato. Cada lección te arranca un trocito de la esperanza de la juventud.
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Juicio final de John Katzenbach
Lo que uno aprende sobre el mal lo aprende despacio, pero para siempre. Los prejuicios. El odio. La compulsión. El asesinato. Cada lección te arranca un trocito de la esperanza de la juventud.
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Personas desconocidas de John Katzenbach
A duras penas logró recordar su nombre y dónde vivía. El miedo, tan profundo y amenazador como la oscuridad del exterior, embrollaba sus palabras y sus pensamientos. Le temblaba tanto la mano que casi no podía sujetar el teléfono. Al otro lado de la habitación, junto a la puerta, su marido, todavía con la chaqueta puesta, los zapatos embarrados, los tejanos desgarrados después de haber hurgado y atravesado arbustos espinosos, el pelo revuelto, permanecía envarado, esperando oír pronto las sirenas acercándose. No sabía si sería capaz de hablar cuando llegara por fin la ayuda. Le parecía que tenía las palabras cosidas a la lengua.
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La historia del loco de John Katzenbach
Cualquiera puede representar cualquier cosa a la luz del día. Pero sólo por la noche, después de que el mundo se ha oscurecido, aparece nuestro yo real
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El psicoanalista de John Katzenbach
A menudo, lo que nos amenaza de verdad y cuesta más de combatir es algo que procede de nuestro interior. El impacto y el dolor de una pesadilla puede ser mucho mayor que el de un puñetazo. Asimismo, a veces lo que duele no es tanto el puñetazo como la emoción tras él.
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El club de los psicópatas de John Katzenbach
--¿Qué es lo que dicen por ahí, Socgoalo2? Que las manos inquietas son el parque de juegos del diablo.
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Al calor del verano de John Katzenbach
Recuerde: la verdad y la mentira a menudo se confunden… solo una línea muy fina separa la realidad de la ficción
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Al calor del verano de John Katzenbach
Quienes nos dedicamos al negocio de la información experimentamos cierto placer, mezcla de perversidad y orgullo, cuando le sacamos ventaja a la competencia.
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Juicio final de John Katzenbach
Hace medio siglo, cuando llevaban trajes blancos con pequeños capirotes y cruces en llamas, se habrían limitado a colgarme del árbol más cercano. Pero los tiempos han cambiado –dijo con amargura-, aunque no mucho. Ahora cuelgan a las personas con todas las ventajas y la parafernalia de la civilización.
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John Katzenbach
Oi algo, pero nadie más lo oyó. Sentí algo, pero nadie más lo observó. Sé que se cometió un asesinato, pero nadie más lo sabe
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El psicoanalista de John Katzenbach
Tenía verdadero talento para la interpretación. Su problema era la realidad.
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Jaque al psicoanalista de John Katzenbach
No estaba seguro de si solo le quedaban unos minutos de vida. Y de repente se dio cuenta de que podría decir lo mismo de la chica que lo seguía y, por supuesto, del padre que se había quedado solo arriba, en su cama.
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Un asunto pendiente de John Katzenbach
He aquí un aspecto de la venganza que la convierte en algo fascinante y atractivo… Nunca se limita a ser sencilla. Lo que está bien y lo que está mal se confunde. El bien y el mal se entrelazan. El lamentable fracaso de una persona desencadena la alocada compulsión de otro personaje, niveles de conducta se confunden haciendo emerger las complejidades. Las buenas personas, ¿pueden hacer cosas malas? Los actos malvados, ¿están justificados?
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Jaque al psicoanalista de John Katzenbach
A la gente le gusta hablar de las veces en que todo paso justo a tiempo. Nadie recuerda todas aquellas en que fue demasiado tarde
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Jaque al psicoanalista de John Katzenbach
Tuvo la impresión de estar hablando con alguien que había estudiado los mismos libros que él, que había subrayado las mismas frases.
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Jaque al psicoanalista de John Katzenbach
Se daban un abrazo vacilante, más allá del amor, sin demasiadas oportunidades de futuro ante ellos.
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Jaque al psicoanalista de John Katzenbach
La muerte es como cualquier deuda de dudoso cobro. Al final, hay que pagarla.
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Jaque al psicoanalista de John Katzenbach
¿No crees que hay iras que duran toda la vida? Se cuecen a fuego lento, día tras día, año tras año.
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Gregorio Samsa es un ...