Jaque al psicoanalista

Han pasado cinco años y el doctor Starks ha recuperado su vida, ha vuelto ejercer de psicoanalista instalado en Miami atendiendo a adolescentes con graves problemas psicológicos y también a pacientes adinerados de la sociedad de Florida. Pero todo cambiara de un momento a otro cuando su pasado regrese abruptamente de la mano del señor R, quien lo espera una noche cualquiera acostado en su diván, pero esta vez Rumplestilskin no busca acabar con él sino solicitar su ayuda. Por supuesto, no va a aceptar un no por repuesta.

Dicen que las segundas partes nunca son buenas, y en este caso es verdad. Nos encontramos frente a una segunda parte de esta gran historia que deja mucho que desear, excesivamente lenta y redundante, tanto que se podría haber ahorrado fácilmente 100 o mas paginas. El autor nos va contando la historia de a poco, presentando a los personajes y sus respectivas historias. A ratos con descripciones o datos que no van aportando nada a la historia y solo sirven para alargar la tortura de leer la novela. Es realmente decepcionante encontrarse con esto después de haber leído el primer libro.

Afortunadamente lo que salva al libro de ser una absoluta decepción es su increíble final. Un final electrizante, impactante y realmente inesperado lo cual hace que la tortura de leer todo el libro tenga su recompensa, además de que si después de leer el primer libro quedas con ciertas dudas ahora ya no quedara ninguna, el autor logra cerrar la historia a la perfección dando un pequeño toque de satisfacción de haber conocido a estos increíbles personajes y su gran historia.

Resumiendo, lo recomendaría, pero tengan paciencia… mucha paciencia.

Seguramente me acerqué a esta saga por la disparidad de opiniones.
Desde un punto de vista meramente comercial es lo mejor que puede ocurrirle a un libro, quizá por ello su éxito de ventas.

JK (que escriba el apellido su prima) es uno de esos autores de prosa aseada, que dentro del mundo de los thrillers es de agradecer, pero eso no te garantiza lo que casi todos queremos del género, mantenerte en tensión.

Me viene a la cabeza Gómez Jurado, que escribe como el culo, pero casi nunca falla en tensión narrativa. (salvo en Todo arde, ese habría que quemarlo)

En mi opinión, Jaque al psicoanalista pierde con respecto a su primera entrega en el desarrollo de la trama.

Con ello no quiero decir que el libro sea un pepino (ni para bien ni para mal lo es) sino que rota la magia del primero, el autor no ha sabido emplear otros aditivos complementarios y con ellos darle un toque distinto a su sabor. Es más de lo mismo.

Argumentalmente no me ha gustado el giro del psicópata Jack, creo que era una muy buena idea como personaje antes de la sorpresita y que tras ella, la trama se me vino un poco abajo, me desilusionó.

A veces se quiere dar tanta vuelta a la tuerca que se olvida lo perfecta que estaba en su primera posición.

No es un libro más denso que el primero, pero JK (el escritor, para los que como yo olvidan pronto) asesina el único elemento nuevo convirtiendo lo demás en mera repetición.

Pese a todo, el autor me convence y acudiré nuevamente a él.

En mi humilde, y quizá no muy objetiva opinión, una muy buena segunda parte de "El Psicoanalista". Me ha atrapado desde las primeras páginas, al igual que la primera. Es un thriller con todo lo que hay que tener: suspense, tensión, su dosis de violencia, intriga, dinamismo y giros inesperados que cambian y/o modifican completamente el esquema mental que se ha formado el lector sobre el argumento.

Empecé a leer con alguna reserva después de leer algunas reseñas; ya sabía que no me iba a encontrar la misma excelencia que en la primera parte, iba preparada. Me creó adicción ya desde las primeras páginas, en algunos momentos la lectura se hizo repetitiva, pero era necesario que el autor pusiera en antecedentes a cualquier lector que no hubiera leído la primera parte. Después la lectura me pareció más amena y la trama muy interesante, al psicoanalista se le plantea un problema que debe solucionar a plena satisfacción del asesino que le quiso muerto cinco años antes y empieza la investigación... pero llega un momento que todo lo que parecía encarrilado descarrila, un giro inesperado pone patas arriba todas las certidumbres que el lector había acumulado y parece que la historia vuelve a empezar... A partir de ahí no pude dejar de leer, quería saber lo que pasaba y cómo se iba a solucionar todo... El final me sorprendió, aunque en algún momento de la lectura lo atisbé como un posible final, pero lo deseché y ya no me acordé más.

Creo que es una buena novela, no está a la altura de la primera pero, en mi opinión, es una buena continuación. Por eso te la recomiendo, teniendo en cuenta lo que he comentado antes.

Considero al señor Katzenbach como uno de mis autores favoritos pero, se puede decir que tenemos una relación de amor-odio. A mi ver; el hombre escribe bien, con una prosa adecuada, personajes bien definidos, buenas historias pero... Algunas veces las historias se le llegan a ir de las manos, y de un libro que pudo ser excelente, se queda en uno bueno a secas o a veces hasta regular.

Lo que debo destacar es: que este segundo libro de "el psicoanalista" es más ágil y de fácil lectura que el primero. La acción se desarrolla más rápido y el suspenso y el misterio inicial te mantiene al filo de la cama (o de donde quiera que estés), con el nervio y el misterio de descubrir al nuevo asesino que está vez acecha a los peores enemigos de Ricky y para salvarse así mismo tiene que salvarlos a ellos.

Hasta aqui vamos muy bien... Pero mi John; ¡o mi querido John! vuelve hacer una de las suyas y al final de la primera parte da un giro que a mi parecer no fue el más adecuado, y. aunque el libro no perdió su ritmo, si se hizo repetitivo con respecto al primero y bueno de nuevo un final apresurado pero con un suceso inesperado que hizo que la historia no se cayera totalmente

En términos prácticos: el libro me gustó pero definitivamente no le llegó al primero y de nuevo se quedó en bien John, bien. Pero pudo ser mejor.

El estilo de Katzenbach es impecable, la estructura de las ideas y el sustento psicológico y científico siempre es genial. En este caso, se reitera a través de recuerdos mucho de lo sucedido en la primera entrega, y de hecho el mismo protagonista nos plantea que ha de seguir más o menos el mismo patrón de comportamiento, por lo que quienes leímos el primero lo sentimos un poco de lo mismo, sin embargo, tiene giros interesantes.

El Dr. Starks a pesar de su soledad siente que ha recuperado su vida y su identidad, tiene pacientes con situaciones diferentes que le retan profesionalmente dándole también cierta sensación de familiaridad. Es ahí, que después de 5 años, reaparecen los fantasmas de su tormentoso pasado, pidiéndole “ayuda” para encontrar a un psicópata que como un buen karma pone en jaque a sus enemigos y de rebote, al mismo doctor. Cuando Starks logra identificar a Jack, el psicópata, todo da una vuelta insospechada e inicia una carrera contra el tiempo, y el psicoanalista debe nuevamente, no solo salvar su vida, sino también, la de otros inocentes que ahora forman parte importante de su existencia. El desenlace es inesperado y liberador, aunque deja la puerta abierta para más.

Una trama envolvente, que deja la inquietud sobre la tercera entrega, no solo por la relación con los enemigos que le pueden seguir asechando, sino también, por los atisbos de una relación afectiva que le hace falta al médico, pero que, además, le puede hacer vulnerable.