Una corona de huesos dorados de Jennifer L. Armentrout
Después de crecer entre los Regios y otros Ascendidos, aprendí desde muy temprana edad que toda amistad y todo conocido, toda fiesta o cena que daba una persona o a la que te invitaban, y todo matrimonio ordenado por el rey y la reina eran juegos de poder. Cada elección y decisión se basaba en cómo uno podía retener poder, o bien influir en él o aumentarlo. No creo que ese sea un rasgo exclusivo de los Ascendidos. Lo vi también entre los mortales adinerados.
|