Semihumana de Jennifer L. Armentrout
No era la misma Ivy de unos meses atrás. Ahora todo era distinto. Yo era distinta. Había algunas partes de mi ser que seguían llenas de sombras frías e insidiosas, pero aquel frío no duraría eternamente
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Semihumana de Jennifer L. Armentrout
No era la misma Ivy de unos meses atrás. Ahora todo era distinto. Yo era distinta. Había algunas partes de mi ser que seguían llenas de sombras frías e insidiosas, pero aquel frío no duraría eternamente
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Semihumana de Jennifer L. Armentrout
Habían pasado tantas cosas desde entonces… Demasiadas. Y nosotros ya no éramos los mismos |
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Semihumana de Jennifer L. Armentrout
Le quería. Dios mío, sentía por él un amor que superaba incluso mi pasión por los pralinés y los buñuelos y eso era mucho decir, porque mi amor por los dulces podría compararse con las más grandes historias románticas conocidas por la humanidad
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La caricia del infierno de Jennifer L. Armentrout
–Eres un pervertido –dije, tratando de contener una sonrisa. Roth se encogió de hombros. –De todas las cosas que podrían llamarme, esa no es la peor ni de lejos. –Y probablemente sea la más cierta –murmuré. |
El beso del infierno de Jennifer L. Armentrout
–¿Y por qué crees que los Guardianes son tan buenos? –Sus almas son puras, Roth. Y protegen a la gente de las cosas como tú. –Las personas con las almas más puras son capaces de las maldades más grandes. Nadie es perfecto, sin importar lo que sean o por qué bando luchen. |
El suspiro del infierno de Jennifer L. Armentrout
Cayman inclinó la cabeza hacia un lado. —¿Cuándo hay un momento adecuado para entregar tu corazón por completo a otra persona? Siempre va a haber obstáculos. Tan solo tienes que decidir cuáles son los que merecen la pena. |
Obsidian de Jennifer L. Armentrout
Seguramente Daemon era físicamente el hombre más perfecto que jamás había visto— su cara haría las delicias de cualquier retratista—, pero a la vez tenía bastantes papeletas para ser el cretino más grande sobre la faz de la tierra.
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¿Quién escribió la saga?