El beso del infierno de Jennifer L. Armentrout
—Creo que te gusto —dijo Roth de repente. Dejé de pasearme, y mi corazón dio una especie de saltito extraño. —¿Qué? No. Inclinó la cabeza hacia un lado, y sus labios se extendieron en una sonrisa provocadora. —La forma que tienes de mentirte a ti misma es una monada. —No estoy mintiendo. —Hum… —Se sentó, y sus ojos resplandecieron divertidos—. Antes querías que te besara. |