La nueva Eloísa de Jean-Jacques Rousseau
(La carta) te la daré en cuanto nos veamos porque yo no sabría qué hacer con ella; está demasiado bien grabada en el fondo de mi corazón como para que necesite releerla algún día.
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La nueva Eloísa de Jean-Jacques Rousseau
(La carta) te la daré en cuanto nos veamos porque yo no sabría qué hacer con ella; está demasiado bien grabada en el fondo de mi corazón como para que necesite releerla algún día.
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La nueva Eloísa de Jean-Jacques Rousseau
La bondad y la honestidad no dependen del buen juicio de los hombres sino de la naturaleza de las cosas, y aunque toda la tierra aprobara la acción que cais a llevar a cabo, no por ello sería menos vergonzante.
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La nueva Eloísa de Jean-Jacques Rousseau
No hay hombres para aquélla que ama: su amante es más que un hlmbre, los demás son menos; ella y él son los únicos de su especie.
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La nueva Eloísa de Jean-Jacques Rousseau
Para una mujer normal todo hombre es un hombre; pero para aquélla cuyo corazón ama, no existe más hombre que su amante
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La nueva Eloísa de Jean-Jacques Rousseau
Estoy convencida de que el amor de verdad es el más casto de todos los lazos. Es él, es su fuego divino el que purifica nuestras inclinaciones naturales, concentrándolas en un solo objeto; es él el que nos salva de las tentaciones y hace que, salvo el citado objeto, el resto del otro sexo deje de significar algo para nosotros.
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La nueva Eloísa de Jean-Jacques Rousseau
¡Oh, qué bonitas son las ilusiones del amor! Sus halagos tienen alto de verdad porque, aunque calle el entendimiento, habla el corazón, y las perfecciones que nos alaba y que no poseemos, las ve en realidas tal y como las describe; no miente aunque diga mentiras; elogia sin envilecer; y aunque no se le crea, es merecedor de estima.
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La nueva Eloísa de Jean-Jacques Rousseau
Sí, amigo mío, alábame, admírame, encuéntrame hermosa, encantadora, perfecta; tus elogios me complacen sin seducirme, porque veo que son el lenguaje del error, que no de la falsedad, y que te engañas a ti mismo aunque no quieras engañarme a mí.
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La nueva Eloísa de Jean-Jacques Rousseau
¡Qué extraño imperio, el vuestro, que hace las privaciones más dulces que los placeres, y que consigue que lo que se hace por vos sea más agradable que lo que se hace por uno mismo!
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La nueva Eloísa de Jean-Jacques Rousseau
No es que no sepa que tu corazón está hecho para mí y para nadie más. Pero uno puede llevarse a engaño en cualquier momento y tomar por pasión un capricho pasajero, y hacer por fantasía tantas cosas como por amor
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La nueva Eloísa de Jean-Jacques Rousseau
Puede que el amor me hubiera salvado. ¡Pero la compasión me perdió!
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La nueva Eloísa de Jean-Jacques Rousseau
Seguro que sabe amar mejor que yo, porque sabe vencerse más que yo.
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La nueva Eloísa de Jean-Jacques Rousseau
Víctima de los prejuicios, las máximas serán un impedimento insuperable para las justas aspiraciones de su corazón. Los hombres le castigarán por sentir con rectitud y por juzgar según la verdad y no según las convenciones.
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La nueva Eloísa de Jean-Jacques Rousseau
¡Qué fatal presente del cielo es un alma sensible! Quien lo reciba, que se espere a no tener sino dolor y desdichas en la tierra
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La nueva Eloísa de Jean-Jacques Rousseau
Siento, amigo mío, que el peso de la ausencia me abruma. No puedo vivir sin ti, bien lo veo; es lo que más me aterra. Recorro cien veces al día los lugares que habitábamos juntos, sin encontrarte nunca; te espero a la hora acostumbrada, no llegas. Todos los objetos que veo me recuerdan tu presencia para advertirme que te he perdido. Tú no padeces el mismo suplicio: sólo tu corazón puede decirte que yo te falto.¡Ay!, si supieras cuánto peor es el tormento de quedarse cuando se separan dos amantes.
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La nueva Eloísa de Jean-Jacques Rousseau
Demasiado bien lo había previsto yo: el tiempo de la dicha transcurrió como un relámpago; empieza ahora el de las desgracias, sin que nada me ayude a prever cuándo concluirá
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La nueva Eloísa de Jean-Jacques Rousseau
Hoy me doy cuenta de lo poco apropiada que es un alma apacible para juzgar las pasiones, y qué insensato resulta burlarse de los sentimientos que nunca se han experimentado
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La nueva Eloísa de Jean-Jacques Rousseau
He de confesaros una verdad que mi corazón rebosante siente en lo más profundo y de la que ha de convenceros el vuestro, y es que, a pesar de la fortuna, de los padres y de nosotros mismos, nuestros destinos se hallan unidos para siempre, y que no podemos ser felices o desgraciados sino juntos.
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La nueva Eloísa de Jean-Jacques Rousseau
¡Es tan dulce para un amante sincero hacer sacrificios, que ninguno cae en el olvido en el corazón de la persona amada!
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La nueva Eloísa de Jean-Jacques Rousseau
¿Tenéis que embellecer impunemente mientras me despreciáis? ¿Tiene mi mirada que devorr encantos que mis labios no se atreven nunca a rozar?
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La nueva Eloísa de Jean-Jacques Rousseau
Amigo mío, acepta este vano imperio, y déjame mi honestidad: prefiero ser tu esclava, y vivir inocente, que comprar tu dependencia al precio de mi deshonra. Si te dignas a escucharme, ¡cuánto xariño, cuánto respeto has de esperar de la que te deberá su retorno a la vida! ¡Qué de encantos en la tierna unión de dos almas puras! Tus deseos, vencidos, serán las fuente de tu dicha, y los placeres que disfrutes será dignos del misno cielo.
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Moby Dick, Herman Melville