La nueva Eloísa de Jean-Jacques Rousseau
¡Oh, qué bonitas son las ilusiones del amor! Sus halagos tienen alto de verdad porque, aunque calle el entendimiento, habla el corazón, y las perfecciones que nos alaba y que no poseemos, las ve en realidas tal y como las describe; no miente aunque diga mentiras; elogia sin envilecer; y aunque no se le crea, es merecedor de estima.
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