La nueva Eloísa de Jean-Jacques Rousseau
Estoy convencida de que el amor de verdad es el más casto de todos los lazos. Es él, es su fuego divino el que purifica nuestras inclinaciones naturales, concentrándolas en un solo objeto; es él el que nos salva de las tentaciones y hace que, salvo el citado objeto, el resto del otro sexo deje de significar algo para nosotros.
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