El guardián entre el centeno de J. D. Salinger
Lo que más me gusta de un libro es que te haga reír un poco de vez en cuando
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El guardián entre el centeno de J. D. Salinger
Lo que más me gusta de un libro es que te haga reír un poco de vez en cuando
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El guardián entre el centeno de J. D. Salinger
Nunca puedo rezar cuando quiero. En primer lugar porque soy un poco ateo. Jesucristo me cae bien, pero con el resto de la biblia no puedo.
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El guardián entre el centeno de J. D. Salinger
"La vida es una partida y hay que vivirla de acuerdo a las reglas del juego"
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El guardián entre el centeno de J. D. Salinger
Lo que distingue al hombre inmaduro es que aspira a morir noblemente por una causa, mientras que el hombre maduro aspira a vivir humildemente por ella
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El guardián entre el centeno de J. D. Salinger
Los libros que de verdad me gustan son esos que cuando acabas de leerlos piensas que ojalá el autor fuera muy amigo tuyo para poder llamarle por teléfono cuando quisieras Holden Caufield |
El guardián entre el centeno de J. D. Salinger
Por si no saben quién es, les diré que ha escrito El pececillo secreto, que es un libro de cuentos fenomenal. El mejor de todos es el que se llama igual que el libro. Trata de un niño que tiene un pez y no se lo deja ver a nadie porque se lo ha comprado con su dinero. Es una historia estupenda. Ahora D.B. está en Hollywood prostituyéndose. Si hay algo que odio en el mundo es el cine. Ni me lo nombren.
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Franny y Zooey de J. D. Salinger
En cuanto a simple lógica, no hay ninguna diferencia, que yo sepa, entre el hombre que ansía acumular un tesoro material, o incluso intelectual, y el hombre que ansía acumular un tesoro espiritual. Como has dicho, un tesoro es un tesoro, ¡maldita sea! Y me parece que todos los Santos que han odiado el mundo a lo largo de la historia han sido tan codiciosos y poco atractivos, básicamente, como cualquiera de nosotros.
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El guardián entre el centeno de J. D. Salinger
Eso es lo malo. Que no hay forma de dar con un sitio bonito y tranquilo porque no existe. Puedes creer que existe, pero una vez que llegas allí, cuando no estás mirando, alguien se cuela y escribe delante de tus narices. Prueben y verán. Creo que si algún día me muero y me meten en un cementerio y me ponen encima una lápida que diga Holden Caulfield y el año en que nací y el año de mi muerte, debajo alguien escribirá . De hecho estoy convencido.
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El guardián entre el centeno de J. D. Salinger
Hay cosas que no deberían cambiar, cosas que uno debería poder meter en una de esas vitrinas de cristal y dejarlas allí tranquilas.
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El guardián entre el centeno de J. D. Salinger
Lo que realmente me gusta es un libro que hace que, cuando termines de leerlo, desees que el autor fuese amigo tuyo y que pudieras llamarlo cuando quisieras. Sin embargo, eso no pasa a menudo.
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El guardián entre el centeno de J. D. Salinger
Después me los imaginé metiéndome en una tumba horrible con mi nombre escrito en la lápida y todo. Me dejarían allí rodeado de muertos. ¡Jo! ¡Buena te hacen cuando te mueres! Espero que cuando me llegue el momento, alguien tendrá el sentido suficiente como para tirarme al río o algo así. Cualquier cosa menos que me dejen en un cementerio. Eso de que vengan todos los domingos y todas esas puñetas... ¿Quién necesita flores cuando ya se ha muerto? Nadie.
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El guardián entre el centeno de J. D. Salinger
Me paso el día entero diciendo que estoy encantado de haberlas conocido a personas que me importan un comino. Pero supongo que si uno quiere seguir viviendo, tiene que decir tonterías como esa.
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El guardián entre el centeno de J. D. Salinger
Creo que dijo "buena suerte". Ojalá me equivoque. Ojalá. Yo nunca le diré a nadie "buena suerte". Si lo piensa uno bien, suena horrible.
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El guardián entre el centeno de J. D. Salinger
Me dio miedo que se cayera del caballo, pero no le dije nada. A los niños hay que tratarles así. Cuando se empeñan en hacer una cosa, es mejor dejarles. Si se caen que se caigan, pero no es bueno decirles nada.
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El guardián entre el centeno de J. D. Salinger
"No sé por qué hay que dejar de querer a una persona sólo porque ha muerto. Sobre todo si era cien veces mejor que los que siguen viviendo"
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El guardián entre el centeno de J. D. Salinger
Es el tipo de caida destinada a los hombres que en algun momento de su vida buscaron en su entorno algo que este no podia proporcionarles
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El guardián entre el centeno de J. D. Salinger
Lo que distingue al hombre inmaduro es que aspira a morir noblemente por una causa, en cambio el hombre maduro aspira a vivir humildemente por ella
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El guardián entre el centeno de J. D. Salinger
Si realmente les interesa lo que voy a contarles, probablemente lo primero querrán saber es dónde nací, y lo asquerosa que fue mi infancia, y qué hacían mis padres antes de tenerme a mí, y todas esas gilipolleces estilo David Copperfield, pero si quieren saber la verdad no tengo ganas de hablar de eso. Primero porque me aburre y, segundo, porque a mis padres les darían dos ataques por cabeza si les dijera algo personal acerca de ellos. Para estas cosas son gente muy susceptibles, sobre todo mi padre. Son buena gente y todo eso, no digo que no, pero también son más susceptibles que el demonio. Además, no crean que voy a contarles mi maldita autobiografía ni nada de eso. Sólo voy a hablarles de unas cosas de locos que me pasaron durante las Navidades pasadas, justo antes de que me quedara hecho polvo y tuviera que venir aquí a tomarmelo con calma.
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El guardián entre el centeno de J. D. Salinger
Para conocer a una chica no hace falta acostarse con ella.
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El guardián entre el centeno de J. D. Salinger
No cuenten nunca nada a nadie. En el momento en que uno cuenta cualquier cosa, empieza a echar de menos a todo el mundo.
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¿En que trabaja Kote?