Transbordo en Moscú de Eduardo Mendoza
Cuando me sobreestiman, cosa frecuente, experimento algo contrario a la vanidad, pero que no es la modestia.
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Transbordo en Moscú de Eduardo Mendoza
Cuando me sobreestiman, cosa frecuente, experimento algo contrario a la vanidad, pero que no es la modestia.
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Transbordo en Moscú de Eduardo Mendoza
La gente no cambia de partido. Los descontentos se abstienen. Así se acaba la democracia y empieza el reinado de los arribistas y los vendedores de humo.
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Transbordo en Moscú de Eduardo Mendoza
¿Qué más da? La vida no es la que debería ser, sino la que me he encontrado. Te digo esto con el propósito de tranquilizarte, y también de tranquilizarme a mí mismo.
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Transbordo en Moscú de Eduardo Mendoza
Es habitual decir que los difuntos siguen viviendo en la memoria de los vivos. No es verdad. Sólo guardamos una visión esquemática que reduce sus vidas a media docena de instantáneas borrosas en las que el protagonista es el que recuerda y no el recordado.
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Sin noticias de Gurb de Eduardo Mendoza
Día 9 00.01 (hora local). Aterrizaje efectuado sin dificultad. Propulsión convencional (ampliada). Velocidad de aterrizaje: 6.30 de la escala convencional (restringida). Velocidad en el momento del amaraje: 4 de la escala Bajo-U1 o 9 de la escala Molina-Clavo. Denominación local del lugar de aterrizaje: Sardanyola. 07.00. Cumpliendo órdenes (mías) Gurb se prepara para tomar contacto con las formas de vida (reales y potenciales) de la zona. Como viajamos bajo forma acorpórea (inteligencia pura-factor analítico 4800), dispongo que adopte cuerpo análogo al de los habitantes de la zona. Objetivo: no llamar la atención de la fauna local (real y potencial). Consultado el Catálogo Astral Terrestre Indicativo de Formas Asimilables (CATIFA), elijo para Gurb la apariencia del ser humano denominado Marta Sánchez. |
La aventura del tocador de señoras de Eduardo Mendoza
Quien no ha tenido como yo el privilegio de pasar buena parte de su vida en un manicomio tal vez ignore esta gran verdad: que todos los allí encerrados perciben claramente la locura de los demás, pero ninguno la propia.
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El rey recibe de Eduardo Mendoza
Los españoles éramos diferentes en el mejor sentido de la palabra: más alegres y despreocupados, más amables y desprendidos, más simpáticos y salerosos. También en el peor sentido : más vagos, más irresponsables, más sinvergüenzas y más catetos. Ahora la suma de estas características era la divisa fuerte de la nueva economía española (página 64)
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El rey recibe de Eduardo Mendoza
Después de la guerra, los militares habían administrado el país como un cuartel, ahora tocaba a los civiles administrarlo como una empresa (página 63)
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El rey recibe de Eduardo Mendoza
Sobre la educación, ahora pululan por todas partes miles de graduados universitarios sin trabajo, sin dinero y sin futuro, pero convencidos de saberlo todo. Henchidos de su valía personal, se les puede embaucar con halagos y comprar con golosinas. Antes, la mayoría sabía leer y escribir lo justo, contar lo justo. El resto se lo enseñaba la tradición, la experiencia y la palabra de Dios por boca del clero. Los conocimientos se ajustaban a la condición de cada ciudadano, a su oficio, a su vida y a su medio (página 55) |
El rey recibe de Eduardo Mendoza
Por mi parte, debo contar lo que se cuenta, pero de ninguna manera debo creérmelo todo, y esta advertencia mía valga para toda mi narración (página 13)
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La ciudad de los prodigios de Eduardo Mendoza
He aprendido a esperar, pensó, ya sólo encuentro sentido a la espera. Y sin embargo es ahora cuando todo se precipita.
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El negociado del yin y el yang de Eduardo Mendoza
Somos ciudadanos de un mundo mal hecho. Todos tenemos mucho que decir y el deber de decirlo.
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La ciudad de los prodigios de Eduardo Mendoza
Yo creía que siendo malo tendría el mundo en mis manos y sin embargo me equivocaba: el mundo es peor que yo.
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El asombroso viaje de Pomponio Flato de Eduardo Mendoza
¿Y qué es la verdad? Unas veces, lo contrario de la mentira; otras veces, lo contrario del silencio.
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El año del diluvio de Eduardo Mendoza
Es curioso ver cómo en un pueblo donde tanta curiosidad despierta la vida privada del vecino, despierta tan poco interés la situación real de las personas.
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El negociado del yin y el yang de Eduardo Mendoza
No trates de buscar un hogar en el ancho mundo. Pero allí donde el azar te lleve, llámalo tu casa. |
El negociado del yin y el yang de Eduardo Mendoza
Una decisión trascendental sólo es un juego de la mente hasta que se da un paso irreversible para ponerla en práctica.
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La ciudad de los prodigios de Eduardo Mendoza
Tenía una confianza sin límites en su capacidad de sobreponerse a cualquier contrariedad y de sacar provecho de cualquier obstáculo.
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Sin noticias de Gurb de Eduardo Mendoza
No hay en toda la Tierra gente más aficionada al trabajo que los catalanes. Si supieran hacer algo, se harían los amos del mundo.
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Sin noticias de Gurb de Eduardo Mendoza
La diferencia fundamental entre los ricos y los pobres parece ser ésta: que los ricos, allí donde van, no pagan, por más que adquieran o consuman lo que se les antoje. Los pobres, en cambio, pagan hasta por sudar.
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¿Por que decidió irse al internado Miles?