La cruz ardiente de Diana Gabaldon
Un escocés de las Tierras Altas era por sí solo un guerrero; pero el más poderoso de los hombres no pasaba de ser un hombre.
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La cruz ardiente de Diana Gabaldon
Un escocés de las Tierras Altas era por sí solo un guerrero; pero el más poderoso de los hombres no pasaba de ser un hombre.
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La cruz ardiente de Diana Gabaldon
Sin embargo, ella estaba una vez más en sus brazos, luz y sombras, escondida la cara, lustroso el cuerpo. En aquel entonces la había encontrado líquida y fundida, húmeda de verano. Ahora su piel estaba fría como el mármol, salvo donde él la tocaba… y aun así el verano perduraba en la palma de su mano, allí donde entraba en contacto con ella, dulce y untuosa, cargada con los secretos de una noche calurosa y oscura. Había sido lo adecuado, se dijo, que esos votos se hubieran pronunciado al aire libre, como los primeros: parte del viento y la tierra, del fuego y el agua.
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La cruz ardiente de Diana Gabaldon
—Comoquiera que sea —susurró—. No importa que tú estés o no para escucharme. Siempre canto para ti.
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La cruz ardiente de Diana Gabaldon
—Rendimos tributo a nuestras mujeres —dijo, alzando la taza sucesivamente hacia Brianna y Marsali y luego hacia mí. Una breve sonrisa le tocó los labios—. Pues ellas son nuestra fortaleza. Y nuestra venganza contra los enemigos será, al final, la venganza de la cuna. Slàinte!
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Cuenta a las abejas que me fui de Diana Gabaldon
A William lo habían educado para mostrarse cortés incluso en las circunstancias más desfavorables, y por eso se limitó a pinchar con el tenedor un poco de carne de conejo en lugar de utilizarlo para clavarselo a Fungo en la garganta...
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La cruz ardiente de Diana Gabaldon
Pero así son las cosas y así serán siempre: los pobres deben verter su sangre por el oro del rico.
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La cruz ardiente de Diana Gabaldon
La falta de una loca pasión no impedía la ternura ni el gesto considerado.
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La cruz ardiente de Diana Gabaldon
—Supongo que nos congelaremos juntos, Sassenach . Pero no importa. De cualquier modo no querría vivir sin ti.
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La cruz ardiente de Diana Gabaldon
Y nunca me ha interesado mucho Aristóteles, sabiendo que, en su clasificación del mundo natural, situaba a las mujeres por debajo de los gusanos. —Seguro que no estaba casado. —La mano de Jamie descendió lentamente por mi espalda, palpando los nudos de la columna a través de la camisa—. De lo contrario, habría detectado los huesos. |
La cruz ardiente de Diana Gabaldon
He vivido la guerra y he perdido mucho. Sé por qué cosas vale la pena pelear y por cuáles no. El honor y el valor son cuestiones de fondo; si un hombre está dispuesto a matar por algo, en ocasiones también estará dispuesto a morir por ello. Y es por eso, oh Pariente, por lo que las mujeres tienen caderas anchas; esa cuenca ósea alberga por igual a un hombre y a su hijo. La vida del hombre mana de los huesos de su mujer, y en la sangre de ella su honor recibe bautismo. Sólo por amor, volvería yo a caminar a través del fuego. |
Ecos del pasado de Diana Gabaldon
¿Recuerdas ese otro verso que te dije?- le pregunté-. Cuando volví a Lallybroch desde Edimburgo, después de… de volver a encontrar a Jaime. “El hogar es el sitio donde, cuando debes volver, están obligados a recibirte.” Ian levantó una ceja, desplazo la mirada de mí a Jaime y meneó la cabeza. -No me extraña que las quieras tanto, tío. Debe ser para ti un apoyo fuera de lo corriente. -Bueno- repuso Jaime con los ojos fijos en su trabajo-, ella me acoge una y otra vez, así que supongo que debe ser mi hogar. |
Atrapada en el tiempo de Diana Gabaldon
Somos uno y, mientras nos amemos, la muerte nunca podrá tocarnos.
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Atrapada en el tiempo de Diana Gabaldon
Porque si tu sientes por mi lo que yo siento por ti, entonces te estoy pidiendo que te arranques el corazón y que vivas sin él.
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Atrapada en el tiempo de Diana Gabaldon
El hecho de que sentarse a esperar es una de las ocupaciones más tristes que conoce el hombre, aunque por lo general los hombres no lo ejercitan, y las mujeres lo hacen con mucha mayor frecuencia.
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Atrapada en el tiempo de Diana Gabaldon
Cualquiera termina confesando si se le tortura lo suficiente.
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Atrapada en el tiempo de Diana Gabaldon
No sé si la herida es mortal, Claire… cuando te miro siento que se me escapa la sangre del corazón.
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Atrapada en el tiempo de Diana Gabaldon
Pero el hecho de que no confiaras en mi amor era como despertar del lazo del verdugo para sentir el cuchillo hundido en el vientre.
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Atrapada en el tiempo de Diana Gabaldon
“Lo siento”. Eran las palabras que había escrito antes de que el mundo se derrumbara. Por fin las comprendía.
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Atrapada en el tiempo de Diana Gabaldon
Pero una persona no puede matar a un hombre por sus ideales, aunque esos ideales impliquen la muerte de inocentes … ¿O sí que se puede?
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Cual es el nombre completo de Dumbeldore?