Cuenta a las abejas que me fui

Noveno libro de la saga Forastera (Outlander).

Contar de lo que trata este libro sería spoliear los anteriores y por respeto solo diré lo que me pareció.

Fue un libro extenso como siempre, no fue tan estresante como los anteriores que en todo momento te tenían en tensión, pero si hubo momentos difíciles, tristes como para derramar lágrimas así como Diana nos tiene acostumbrados, pero también momentos felices que te hacían sonreír o soltar una carcajada.

Me gusta tanto la forma de escribir de esta mujer, que puede solo estar narrando como Claire prepara la comida y yo ya estoy metida en la escena sintiendo que estoy con ella en la cocina.

Me gustó que le diera la importancia que tienen las abejas en la vida, y que fueran personajes importantes en la historia, conocí mucho más de ellas, así como algunas leyendas escocesas al respecto.
¡Cuidemos a las abejas!

Te seguiré leyendo Diana, ya me tienes atrapada, esperaré lo que tenga que esperar.

Cuenta a las abejas que me fui, es la novena entrega de la serie de libros de Outlander, una aventura que empezó para mí allá por el año 98 y unos cuantos años antes para su autora, Diana Gabaldón.
Para quien no tenga ninguna idea de la temática de la saga, cosa casi imposible, pues durante los últimos años existe una adaptación de los mismos en forma de serie de televisión, comentar que Outlander empezó como una ficción romántica con tintes sobrenaturales e históricos, ambientada en las "Highlands" escocesas, en pleno S.XVIII. Posteriormente y especialmente a partir del quinto libro y tras un camino repleto de muchas aventuras, traslada su historia a EEUU unos años antes y durante la Guerra de Indepencia (América del Norte, 1775-1781)

El éxito de los mismos creo que es una mezcla de la originalidad de la trama que combina la historia, el romance, la política, el esoterismo, la aventura y muchas cosas más, por un lado, y por otro, la existencia de un" Fandom" que ansía saber el final. Algunas lectoras y pocos lectores, (aprovecho para animar a más hombres a leer esta serie que creo que puede gustar ambos géneros por igual), esperan el desenlace principalmente de la historia de amor de la pareja protagonista, a lo largo del tiempo y el espacio. Otras se han enamorado de ellos, pero también de todo lo demás, grupo en el que me encuentro.
Evidentemente, es imprescindible haber leído los libros anteriores y en orden, para leer este último.

Qué me ha parecido el libro nueve ?

La primera parte es muy costumbrista y en mi caso el ritmo de lectura ha sido lento pero no aburrido. Siete años después de la publicación de Escrito con la sangre de mi corazón, Diana Gabaldón se toma su tiempo para refrescar las tramas antiguas y de forma aparentemente sencilla, volver a situar en contexto al lector, por lo tanto NO es necesario volver a leer el octavo libro para empezar este.
Narrado en dos voces, la de Claire Fraser y la de un narrador externo, alterna capítulos cortos con otros más largos.

La trama entrelaza las vidas de la familia Fraser, que no ha parado de crecer con los años, con la de la familia de lord John Grey y su hermano el Duque de Pardloe, personaje que puede ser decisivo en el papel de Inglaterra al final de la guerra de la Independencia.


Ambas familias son completamente distitas en ideología, religión y extracto social entre muchas otras cosas, pero tiempo atrás quedaron unidas por el levantamiento jacobita de 1746 y los años posteriores al mismo y nunca han dejado de estar vinculadas por lazos de sangre, amistad, amor, rabia y dolor a veces, pero sobre todo de honorabilidad, pues unas de las cosas que transmite el libro y en general la saga, es que sus personajes principales intentan vivir sus circunstancias sin perder su, llámese código ético, llámese alma por el camino, aunque no siempre sea fácil ni mucho menos posible.

La segunda parte del libro es más intensa en hechos y emociones. El asentamiento de los Fraser donde la familia protagonista tiene arrendatarios, es un batiburrillo de religiones y nacionalidades, donde los colonos aparentemente, están al lado James Fraser, ex coronel del ejército rebelde, jefe de su propia milicia y ex convicto jacobita entre otras muchas cosas. Como es lógico, tomar partido es inevitable en cualquier conflicto y la tranquilidad no puede durar mucho tiempo en Carolina del Norte.

Por otro lado la familia Grey se va a tener que enfrentar a un hecho completamente inesperado que va a poner en una situación muy delicada a sus miembros y en la que el joven William pese a su juventud va a tener que asumir mucha riesgos y hacer cosas que no querría para evitar males mayores.


Cuenta a las abejas que me fui, es una vez más, la lucha por la supervivencia. Mientras en el ejército los secretos se saben a voces y los espías campan a sus anchas entre ambos bandos, algunos personajes encuentran su lugar en un mundo lleno de peligros pero también de oprtunidades. El final está cerca y eso se percibe en los últimos capítulos. Jamie y Claire Fraser, se nos hacen mayores, aunque no pierden su complicidad, a pesar de las muchas situaciones de todo tipo que la autora les hace vivir.

La manera de contar la historia llena de momentos cotidianos en los que se explica el modo de vida de una familia agricultora y granjera en 1780, no está exenta de dureza, lo que le da un matiz de novela realista del que con el tiempo he aprendido a disfrutar.

Este penúltimo libro es sólo una parte más de un trabajo de muchos años, un gran collage de muchas tramas, personajes y señuelos que te hacen imaginar más de una posibilidad, pues aún hay entre otros, un misterio que existe desde el principio y que Diana Gabaldón ya ha dicho que no se resolverá hasta el final.

CONCLUSIÓN:

Outlander envejece bien y lo he pasado genial durante su lectura. Menos guerra y más costumbrismo. Una familia Grey que por momentos le roba escenas a los mismísimos Fraser y muchas tramas por cerrar para el último libro en que será difícil un final que deje satisfecho a todo el mundo.

En esta última novela de la serie de la forastera, Jemie y Claire siguen sus aventuras, sus alegrías y sus penas en una nueva etapa de la Guerra de la Independencia. También aparecen los demás personajes principales: Brianna y Roger, Fergus y Marsali, Lord John y William.

La verdad que me ha costado terminar el libro, no porque no me gustara, en general me ha gustado: sigue la misma línea que los anteriores. Mezclando la novela histórica, aventuras, romántica, ciencia ficción. El problema es el mismo que las últimas partes de esta serie: hay capítulos que son de relleno, teniendo en cuenta que tiene más de mil páginas, se hace bastante largo.

Pero a grandes rasgos es una novela interesante: gracias a la descripción que hace de los lugares y de las situaciones parece que estás junto a Claire o Jamie.

Ahora queda la décima entrega de la saga, donde se supone que uno de los dos personajes principales morirá: será Claire o Jamie?

Outlander ha sido mi obsesión desde que la descubrí en plena cuarentena. de hecho, he vuelto a leer los ocho libros para poder tener la historia fresca en mi mente para poder disfrutar este último con todo fresco en la mente.

Por esto, desde el principio he tenido un sentimiento agridulce con la historia, me moría de ganas por leerla, pero al mismo tiempo no quería dejarla ir porque soy consciente de que ahora faltan años para poder descubrir el verdadero desenlace de todo esto.

Al inicio del libro nos encontramos con algo que me encanta y son imágenes que nos ayudan a situarnos. En este caso se trata de un mapa en el que podemos ver los distintos lugares en los que ocurre todo, así como también un árbol genealógico de los personajes. También hay otro al final que nos incluye las modificaciones de este libro, pero no seáis como yo y no lo veáis antes de tiempo porque os comeréis spoilers igual que hice yo...

Reconozco que empecé a leer la historia con mucho miedo pues el título me parecía de lo más funesto. Además, es obvio que los personajes cada vez son más mayores y están en medio de una guerra por lo que cualquier cosa podría pasar. Obviamente no os voy a hacer spoilers, pero si os digo que hay bastante drama y escenas que os llevarán hasta las lágrimas. de hecho, el libro tiene una muerte bastante cruel y rápida. Una que me hizo dejar un libro un rato e irme a sentar para poder asimilar lo que acababa de pasar. Pero, la alusión a las abejas está más relacionada por cómo en este libro Claire empieza a ir a hablar con ellas y a contarles todas las noticias de lo que ocurre en el mundo.

La historia comienza con la vuelta de Bree, Roger y los niños al Cerro, de modo que volvemos a tener a casi toda la familia junta otra vez. Además, también contaremos con Germain, que retomará su amistad incondicional con Jemmy, y con Fanny, la nueva hija adoptiva de Claire y Jamie. El personaje de Fanny me ha encantado, es una niña bastante dulce e infantil, pero al mismo tiempo tiene muy claro en qué consiste la vida al haber sido criada en un burdel.

El libro es un libro más cotidiano que bélico. No sé para vosotros, pero para mí esto es un gran punto a favor (los libros seis y siete me resultaron mucho más tediosos al tener demasiada guerra) pues me encanta la habilidad de Diana para hacer interesante las cosas más cotidianas. Además, veremos una faceta de Claire que no se había explotado demasiado en los libros anteriores y es ella como abuela. Vemos como la edad la ha cambiado mucho en ese sentido y Mandy se convierte en su sombra, pues ella aprovecha al máximo esta nueva oportunidad que le ha dado la vida. No puedo mencionar a Mandy sin morirme de amor porque adoro profundamente a esa niña e incluso he echado de menos saber más cosas sobre lo que hacía en cada momento.

También la relación de Bree y Roger ha mejorado mucho, pues en este libro vemos como son una pareja sólida y fuerte que se complementa. Siempre he disfrutado mucho con ellos, pero al releer hubo cosas que me rechinaron y me ha encantado ver como en este libro su relación ha evolucionado tan bien.

La autora también ha profundizado un poco más en la religión en el libro. En todos es importante, pero creo que en esta ocasión se profundiza un poco más y, además, como en el Cerro cada vez hay más confesiones, podemos ver diferentes formas de entender la religión y como se trabaja cada una de ellas. Además, Roger vuelve a su labor de pastor y le acompañaremos en todos los pasos para poder ordenarse.

William también tiene bastante protagonismo, pero no me ha resultado tan tedioso como en los libros anteriores. Quizá se deba a que ha dejado de ser un adolescente insoportable para ser un adulto que poco a poco va asumiendo sus responsabilidades. Además, he disfrutado profundamente de un momento que llevaba años esperando: el momento que Brianna y William se enfrentan el uno a otro cara a cara.

Obviamente, el país está en guerra y esto llegará también al Cerro Fraser. La vida entre patriotas y lealistas no es fácil y nuestros protagonistas tendrán que defender su vida, sus costumbres e incluso los privilegios que daban por supuestos.

A medida que leía me he encontrado ciertos errores que me han chocado mucho y que dudaba si era cosa de la autora o de la traducción. Algunos supongo que son erratas, pero al final de la historia la autora explica cómo había ciertos datos inexactos en sus libros anteriores y los ha modificado para ser más coherente históricamente. Esto es algo que disfruto bastante en Outlander y es que, aunque es una historia con viajes en el tiempo que podría escudarse en la fantasía, hay un gran trabajo historiador detrás de todo y eso le aporta muchísima coherencia a la historia.

En definitiva, Cuenta a las abejas que me fui es un libro que ha estado a la altura de mis expectativas y que me ha encantado. No sé si soy objetiva porque amo a estos personajes con toda mi alma, pero creo que es un libro al que tenéis que darle una oportunidad porque merece mucho la pena. de hecho, esas 1184 páginas os sabrán a poco porque nunca es suficiente de estos personajes.
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Claire ha tomado por costumbre contar a las abejas lo que pasa en los alrededores, así que estas llevan y traen con sus zumbidos las verdades y mentiras que se tejen entorno al clan Fraser, pues justamente, la familia es ya extensa y los moradores del Cerro han de demostrar con su fidelidad si pueden ser parte de él, con más razón cuando las lealtades se ponen a prueba ante la inminencia de la guerra de independencia.

Aspectos importantes es que todos empezamos a repasar cuántas veces Jamie ha estado al borde de la muerte, los verdaderos fans sabemos el motivo y temblamos a cada momento hasta el final. Por otro lado, esta novela se enfoca más en su descendencia, los hijos y nietos de Jamie toman mayor relevancia pues serán ellos los que van tomando el relevo en la historia llevando consigo en la sangre, en la mente y el corazón, aquellas enseñanzas que tanto Claire como Jamie les han inculcado de muchas formas.

También, se develan nuevas teorías y claves sobre los viajeros, que al parecer han sido muchos más de los que podíamos imaginar, para los cuales Claire y su familia son bien conocidos lo que demuestra que sus huellas han sido encontradas en el futuro permitiendo a otros hacer sus propios viajes con intenciones que guardan intereses que podrían afectar gravemente el pasado, ¿será eso posible?

Una novela diferente, pero que me ha emocionado tanto con las anteriores.