La cruz ardiente de Diana Gabaldon
—Sí. Jamie es parte de mí. Igual que tú. Pero ni tú ni él me llenáis por completo. Soy lo que soy: médica, enfermera, sanadora, bruja… como la gente quiera decirlo; el nombre no importa. Nací para eso y lo seré hasta que muera. Si os perdiera, a ti o a Jamie, ya no volvería a sentirme completa, pero aún me quedaría eso. —Continuó en voz tan suave que Brianna tuvo que esforzarse para oírla—. Por un tiempo, después de… retornar… antes de que tú nacieras… eso era todo lo que tenía. Sólo el conocimiento.
|