Cassandra Clare lo ha vuelto a hacer. El libro anterior de la trilogía fue bueno, pero este ha sido otro nivel, porque ya estamos metidos en la historia y tenemos un salseo tras otro. Sé que puedo pecar de pesada, pero prefiero recordároslo: yo recomiendo leer los libros de Cassandra Clare en orden de publicación, o sea, antes de leer este, sería ideal que hayáis leído primero el libro anterior de esta misma trilogía y los cuatro primeros libros de la saga Cazadores de sombras, los Instrumentos Mortales, para que no os perdáis nada de la historia y la disfrutéis al 100%.
Esta continuación ha sido un subidón en toda regla, y es que nuestros queridos protagonistas no van a tener respiro en ningún momento. La cosa se pone fea cuando Benedict Lightwood cuestiona la capacidad de Charlotte para dirigir el Instituto y la reta a encontrar al malo malísimo que descubrimos en la entrega anterior, que sigue en paradero desconocido, y encima hace a sus propios hijos trasladarse de vez en cuando al Instituto para entrenar a Tessa y Sophie en el combate. Por tanto, en este libro vamos a conocer mucho mejor a los Lightwood, cosa de la que he disfrutado muchísimo. Mientras que a Benedict me daban ganas de estrangularlo cada vez que abría la boca, porque de verdad, pocos hombres son tan horribles como él, sus hijos me han provocado una sensación bien diferente. Gabriel no me ha caído simpático, pero he llegado a comprender por qué es así su personalidad, y Gideon me ha parecido todo un amor, he agradecido su incorporación, porque se nota que es un chico 10 (y que hable español le da puntos, sí señor, sabe apreciar lo bueno jaja). Me ha gustado muchísimo poder conocer la historia de esta familia, ya que ahondaremos en sus más profundos y oscuros secretos, que ya os digo que tienen su peso y explican la manera de actuar de los personajes.
Por otro lado, tendremos a Tessa, nuestra protagonista por excelencia, la que tras los últimos acontecimientos ha trabado una muy buena amistad con Jem, a la vez que se ha distanciado de Will. Tessa es una chica que me gusta, es buena, se preocupa por los demás y es muy valiente, además, en este libro abre los ojos de cara a alguna persona que idolatraba en el libro anterior. Sin embargo, no llego a comulgar del todo con algunas decisiones que toma, de hecho, creo que cuando ella es consciente de hasta donde ha llegado es demasiado tarde. Está bien que se deje llevar por sus sentimientos, pero creo que ni ella misma sabe cuáles son y tampoco se detiene mucho a pensar en las consecuencias. Aun así, entiendo la duda que está sembrada en su corazón. No obstante, ya centrándonos en el triángulo amoroso, sé que mucha gente defiende que es de los mejores triángulos amorosos creados, pero no estoy de acuerdo exactamente. Está claro que Cassandra hace un gran trabajo, pero en mi opinión, los tipos de amor que hay en el corazón de Tessa para cada uno de los chicos son diferentes. En uno encuentra pasión, amor, piensa en él todo el tiempo y en el fondo quiere estar con él, pero el trato de él hacia a ella no es el adecuado y eso es lo que la echa para atrás, mientras que el otro le da confianza, calma y bienestar, pero yo no he sentido que le provoque amor romántico. Un cariño inmenso sí, pero no más. Si no, creo que no se cuestionaría siquiera la decisión tomada al final. Pero bueno, Tessa, te perdono la confusión solo por lo lectora que eres, me encanta que muchas veces compares escenas con pasajes de libros o cites algunos. Por cierto, también descubriremos algo más sobre el origen de Tessa, aunque quedan muchas cosas que esclarecer aún.
Hablando ya de los chicos, en este libro Will me ha caído infinitamente mejor. Si en el libro anterior pensé que era una copia barata de Jace, en este he visto que tiene su propia esencia y que el pobre vive atormentado. Por fin conoceremos su secreto y la razón de su comportamiento, entenderemos qué lo separó de su familia y por qué su carácter es tan punzante y arisco. Le he cogido muchísimo cariño y podría decir sin miedo que se ha convertido en uno de mis personajes favoritos, de hecho, me dio muchísima pena una cosa que le sucedió, me pareció muy injusto, el tiempo jugó en su contra y su falta de atención también. A su vez, Jem sigue en la misma línea que en el libro anterior, de él ya sabíamos su vida, pero podemos conocerlo mejor, ver cómo se comporta y también vemos lo mucho que quiere a sus seres allegados. Además, me encantan las escenas en las que toca el violín.
Del resto de personajes, destaco a Charlotte y Henry, que también nos regalarán momentos preciosos, se mostrarán tal y como son y dirán a viva voz sus inseguridades, miedos y sentimientos, cosa de la que disfruté mucho. También conoceremos de dónde vienen esos rumores de que su matrimonio es una farsa y hasta qué punto esto les ha afectado a ellos. También Jessamine tendrá su protagonismo, esta chica sigue sin hacerme mucho gracia, pero ahí está, y Sophie, que es un encanto, demostrará que es más guerrera de lo que parece, y tendrá alguna que otro bonito cambio en su vida. Por supuesto, también tendremos a Magnus Bane entre nosotros, que será de vital ayuda para resolver algún problemilla suelto por ahí.
En fin, en este libro tenemos de todo, desde amor y confusión, hasta traiciones, mucha acción, misterio, nuevos personajes y un ritmo que atrapa a cualquiera. Además, la autora sabe cómo dar un final que deja con la miel en los labios para la siguiente entrega. La página final deja con la boca abierta, pero a mí páginas anteriores me rompieron el corazoncito. Me hizo gracia que Sophie justo le pidiera a un personaje que no rompiera el corazón de otro, cuando en realidad me lo había roto a mí xD
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