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Dimensiones de Alice Munro
Comprendió que había ciertas cosas a las que ella estaba acostumbrada que otra persona quizá no entendería.
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Dimensiones de Alice Munro
Ella decía que lo estaba haciendo bien, que estaba descubriendo poco a poco su propia fortaleza.
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Danza de las sombras de Alice Munro
Nunca sabrás qué le ronda a un hombre en la cabeza, ni aunque duerma en tu cama.
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Danza de las sombras de Alice Munro
Quien cree en los milagros no arma mucho escándalo cuando se topa con uno.
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La vida de las mujeres de Alice Munro
La ambición era lo que las alarmaba, porque ser ambicioso era cortejar el fracaso y exponerte al ridículo. Lo peor que podía pasarte en esta vida, según entendí, era ser el hazmerreír.
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Demasiada felicidad de Alice Munro
"Empezar a enamorarse. Eso sugiere cierto paso del tiempo, cierto abandono; pero también se puede tomar como una aceleración, el momento o el segundo en que te enamoras. Ahora Jon no está enamorado de Edie. Tic, tac. Ahora lo está. Eso no se podía considerar probable ni posible de ninguna manera, a menos que pensaras en que de repente te parte un rayo, en una desgracia inesperada. El revés del destino que deja a una persona impedida, la broma terrible que transforma unos ojos claros en ojos ciegos." (Pág. 48).
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Odio, amistad, noviazgo, amor, matrimonio de Alice Munro
Pero yo temía llamar la atención. No me imaginaba sentada en un bar, tomando café y pregonando al mundo que no tenía nada que hacer ni lugar adonde ir.
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Odio, amistad, noviazgo, amor, matrimonio de Alice Munro
Lorna no estaba acostumbrada a la poesía y no abandonaba fácilmente lo que no entendía enseguida. Pero con los poemas de Lionel le pasaba más o menos lo mismo que con el budismo: eran un recurso que quizá comprendiera y le sirviese en el futuro, pero que de momento se le escapaba.
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Amistad de juventud de Alice Munro
Los problemas empezaron, quizá, en cuánto se dijeron que se amaban ¿Por qué hicieron aquello: definir, exagerar, confundir lo que fuera que sintieran?" Parecía algo obligado eso era todo..
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Amistad de juventud de Alice Munro
Los padres y los hijos, Karin -dice suspirando, suspirando jocosamente-. Oh, que red tan enmarañada tejemos cuando tenemos hijos. Luego ellos siempre quieren que seamos los mismos, quieren que seamos padres... Les trastorna terriblemente que hagamos algo que ellos no creían que fuésemos a hacer. Terriblemente
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Amistad de juventud de Alice Munro
Piensa que sus problemas desaparecerían si ella se casara Lo piensa a pesar de que la mayor parte de la medicina para los nervios la prescribe a mujeres casadas.
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Amistad de juventud de Alice Munro
"He observado una cosa de las mujeres casadas, y es cuántas de ellas tienen que volcarse en crear a sus maridos (...) De este modo se fabrica hombres desconcertados y que miran de soslayo, se los convierte en esposos, en cabezas de familia. Almeda Roth no puede imaginarse haciendo eso. Ella quiere un hombre que no tenga que hacerse, que ya sea firme, determinado y misterioso para ella. Ella no busca compañía.
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Amistad de juventud de Alice Munro
Ella se siente inquieta, pero feliz. Su felicidad es hermética y privada, no de la clase que sale de uno y lo empaña todo y te hace desconsiderado con lo que dices. Muy al contrario. Se siente ligera, hiriente e inconexa.
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Amistad de juventud de Alice Munro
Se puede hacer el amor deprisa si tienes que hacerlo, pero se necesita tiempo para una pelea. ¿Es lo que están empezando? ¿Una pelea?
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Amistad de juventud de Alice Munro
En sueños una puede tener la impresión d eque ya ha tenido ese sueño antes, de que tiene ese sueño una y otra vez, y sabe que realmente no es algo tan simple. Una sabe que hay todo un sistema subterráneo qeu una llama -sueños-, por no tener mejor nombre que darle, y que este sistema no se parece a las carreteras ni a los túneles, sino que se parece más a la cadena de un cuerpo vivo, enrollándose y estirándose.
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Amistad de juventud de Alice Munro
Tienen una historia de pasión, del mismo modo que tienen una historia las familias, o las personas que han ido juntas a la escuela. No tienen mucho más. Nunca han comido juntos, ni han ido a ver una película.
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Amistad de juventud de Alice Munro
Al miedo de no conseguir marcharse le sucede, durante el recorrido de quince minutos en coche, el miedo de que él no se presente (...). Lo que está deseando, durante aquellas últimas horas, llega a no ser tanto algo físico, de modo que esa ausencia sería como perderse, no una comida que uno está deseando, sino una ceremonia de la que dependiese tu vida o tu salvación. (Five Points)
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Las lunas de Júpiter de Alice Munro
Hay un límite para la cantidad de sufrimiento y desorden que uno puede soportar por amor, del mismo modo que hay un límite para la cantidad de desorden que se puede esperar de una casa. No se puede conocer el límite con antelación, pero lo sabes cuando has llegado a él. Y lo creo.
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Gregorio Samsa es un ...