Las dos amantes de Alfred de Musset
Como el cazador que, levantada la pieza, calcula la emboscada, los enamorados calculan sus probabilidades y meditan su ataque
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Las dos amantes de Alfred de Musset
Como el cazador que, levantada la pieza, calcula la emboscada, los enamorados calculan sus probabilidades y meditan su ataque
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Las dos amantes de Alfred de Musset
Se prometió ir a verlas al día siguiente y llevar su dibujo para comparado con ellas y ver los defectos, al mismo tiempo que añadía un trazo, un bucle más, un nuevo pliegue al vestido. Hizo los ojos más grandes, dio mayor gracia a la silueta y volvió a pensar en el pie, en la mano, en los brazos desnudos y en otras mil cosa. En fin, estaba enamorado.
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Las dos amantes de Alfred de Musset
¡Cuántos misterios encierra el destino! ¿Quién sabe, pese a las apariencias, cuál de las dos es más dichosa? ¿La más rica o la más hermosa? ¿Acaso la que sea más amada? No, sino la que ame más.
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Las dos amantes de Alfred de Musset
Son la misma mujer; el mismo fuego, llameando en la una con un alegre fulgor, y cubierto en la otra de cenizas
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Las dos amantes de Alfred de Musset
Las comparó en su mente detalle por detalle, y cada una a su vez le hizo acrecentar o disminuir el amor a la otra
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Las dos amantes de Alfred de Musset
Hecha la primera visita, no se necesita un pretexto para volver, y al cabo de tres meses ya se es de la casa; esto pasa siempre
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Las dos amantes de Alfred de Musset
Ser joven y guapa, pobre y honrada no es un mérito tan grande como se cree, pero es un mérito
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Las dos amantes de Alfred de Musset
La marquesa de Parnes (la casada) era hija de un marqués y se había casado con otro marqués, y, lo que es mejor, tenía una gran fortuna; y, lo que aún es muchísimo mejor, gozaba de absoluta libertad, porque su marido se hallaba en Holanda retenido por sus asuntos
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Las dos amantes de Alfred de Musset
La naturaleza le hizo rico, y el destino lo hizo pobre; en vez de elegir entre uno y otro, abrazó los dos estados y fue pobre y rico a la vez
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Las dos amantes de Alfred de Musset
Parecerá que me burlo si le digo que a medida que pasaba el tiempo Valentín se volvía a la vez más sensato y más insensato, y sin embargo es la pura verdad
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Las dos amantes de Alfred de Musset
No sé quién dijo que el que es querido por alguien nunca será desgraciado del todo; también hubiera podido decir: El que ama a su madre, jamás puede ser malo del todo
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Las dos amantes de Alfred de Musset
Su madre siempre le mimó, lo que se dice que es perjudicar a un hijo; pero en todo caso es el mejor y más natural de los perjuicios
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Las dos amantes de Alfred de Musset
Llegado el niño a hombre, pronto dio sus frutos tan peligrosa inclinación
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Las dos amantes de Alfred de Musset
Tan extraño carácter ser debía a dos causas: poca fortuna y excesivo amor al placer
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Las dos amantes de Alfred de Musset
Aunque se adaptaba fácilmente al medio, en sus extravagancias siempre seguía cierta lógica, de manera que los dos hombres distintos que en él existían jamás se confundieran
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Las dos amantes de Alfred de Musset
Era tan extravagante, que su extraña vida habría servido de estudio a cuantos filósofos se dedican a observar el espíritu humano
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Las dos amantes de Alfred de Musset
Cuando se trata de justificar dos amores simultáneos, se recurre a los contrastes. Una es alta, otra es baja; una tiene quince abriles, otra ha cumplido los treinta, y, en fin, se pretende probar que dos mujeres de edad, tipo y caracteres distintos pueden inspirar a la vez dos pasiones distintas también
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Las dos amantes de Alfred de Musset
¿Cree, señora, que es posible estar enamorado a la vez de dos personas? Si alguien me hubiera hecho esta pregunta, yo habría respondido que no
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On ne badine pas avec l'amour de Alfred de Musset
¡La felicidad es perla tan rara en este océano! Tú nos la habías dado, pescador celeste, tú habías sacado para nosotros de las profundidades del abismo este joyel inestimable, y nosotros, como niños mimados, hemos hecho un juguete de la perla
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Gregorio Samsa es un ...