El conde de Montecristo de Alejandro Dumas
Hay cosas que el corazón de un padre o de una madre no comprenderá jamás.
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El conde de Montecristo de Alejandro Dumas
Hay cosas que el corazón de un padre o de una madre no comprenderá jamás.
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Historia de un muerto contada por él mismo de Alejandro Dumas
Ves, pues, que el mal sobrevive a la muerte, y que si el hombre tuviera que escoger, preferiría la eternidad de la pasión a la dicha, y la prueba es que, por algunos años de pasión sobre la tierra, pierde la eternidad de la dicha en el cielo.
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Historia de un muerto contada por él mismo de Alejandro Dumas
Y no Comprendo a los hombres que parecen odiarme tanto. Vuestros poetas, por ejemplo, que hablan de amor puro, no comprenden que al mostrar el amor que salva, inspiran la pasión que pierde; porque gracias a mí, lo que siempre buscáis no es una mujer como la Virgen, sino una pecadora como Eva.
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Historia de un muerto contada por él mismo de Alejandro Dumas
-Y bien, la muerte o el olvido, įno es lo mismo? La una es la tumba del cuerpo, la otra la tumba del corazón, eso es todo.
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El conde de Montecristo de Alejandro Dumas
La desgracia es necesaria para perforar algunos túneles misteriosos escondidos en la inteligencia humana, y para hacer estallar la pólvora, se necesita presión. El cautiverio ha reunido en un solo punto todas mis facultades diluidas acá y allá, se han entrechocado en un espacio reducido y, como usted sabe, del choque de las nubes surge la electricidad, de la electricidad el rayo y del rayo la luz.
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Robin Hood de Alejandro Dumas
- Señor forastero, nuestro líder, Robin Hood, espera a su señoría para empezar a comer.
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El conde de Montecristo de Alejandro Dumas
Siempre he tenido más miedo de una pluma, un frasco de tinta y de una hoja de papel que de una espada o de una pistola
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Los tres mosqueteros de Alejandro Dumas
Amigo mío, recordad que los muertos son los únicos con los que no se expone uno a tropezar de nuevo sobre la tierra.
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El conde de Montecristo de Alejandro Dumas
Nunca he oído que los muertos hayan hecho en seis mil años tanto daño como los vivos en un solo día.
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El conde de Montecristo de Alejandro Dumas
Sólo un hombre que ha sentido la máxima desesperación es capaz de sentir la máxima felicidad. Es necesario haber deseado morir para saber lo bueno que es vivir.
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El conde de Montecristo de Alejandro Dumas
—Ahora oíd, Villefort: los bonapartistas no tenían nuestra convicción, nuestro entusiasmo, ni nuestro desinterés. —¡Oh, señora! Tienen algo que reemplaza a eso: el fanatismo. Napoleón es Mahoma de Occidente; para todos esos hombres vulgares.
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Historia de un muerto contada por él mismo de Alejandro Dumas
Solo sé de una cosa que se desea más que una primera noche pasada junto a una amante: una segunda.
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Los mosqueteros II: El vizconde de Bragelonne: 2 de Alejandro Dumas
Soy el amo en mi casa, capitán D'Artagnan, y tendré servidores que, aunque tal vez carezcan de vuestro genio, llevarán la lealtad y la obediencia hasta el heroísmo. ¿Que importa, queréis decirme, que Dios no haya dado genio a los brazos y a las piernas? Es a la cabeza a quien lo da, y ya sabéis que todo el resto obedece a la cabeza. ¡La cabeza soy yo!
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Los mosqueteros II: El vizconde de Bragelonne: 2 de Alejandro Dumas
Era la segunda vez que se veía obligado a inclinarse ante la verdadera superioridad del corazón, mucho más poderosa que el esplendor de la inteligencia
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Los mosqueteros II: El vizconde de Bragelonne: 2 de Alejandro Dumas
Pienso que todos los hombres que van a esa guerra son unos desesperados a los que el amor ha tratado mal, y que van en busca de unas negras que sean menos crueles que las blancas
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Los mosqueteros II: El vizconde de Bragelonne: 2 de Alejandro Dumas
El mar se fue llevando poco a poco las chalupas y las siluetas hasta esa distancia en la que los hombres ya no son más que puntos y el amor no es más que un recuerdo
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Los mosqueteros II: El vizconde de Bragelonne: 2 de Alejandro Dumas
Pienso que estaré más vivo cuando yazga bajo la tierra de lo que estoy desde hace un mes.
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Los mosqueteros II: El vizconde de Bragelonne: 2 de Alejandro Dumas
Ya veo que todas y todos pertenecemos s un siglo distinto del mío. Sabéis reír y burlaros de una manera muy agradable
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Los mosqueteros II: El vizconde de Bragelonne: 2 de Alejandro Dumas
El dolor de la primera infidelidad es necesario para toda existencia humana, y que nadie ha amado sin conocerlo
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Los mosqueteros II: El vizconde de Bragelonne: 2 de Alejandro Dumas
Vaux pertenece a Le Brun, Vaux pertenece a Le Notre, Vaux pertenece a Pellison, a La Vau, a La Fontaine; Vaux pertenece a Molière, que ha hecho representar en él "Los importunos"; Vaux, en definitiva, pertenece a la posteridad.
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¿Cuál es el órgano que trasplantan a Cora?