La ordalía del veneno de Alberto Vázquez-Figueroa
La edad nos vuelve solitarios y egoístas de nuestro ya escaso tiempo.
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La ordalía del veneno de Alberto Vázquez-Figueroa
La edad nos vuelve solitarios y egoístas de nuestro ya escaso tiempo.
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Evangelio De Judas,El de Alberto Vázquez-Figueroa
Criticar por criticar es fácil... cualquiera puede hacerlo...
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Ali en el país de las maravillas de Alberto Vázquez-Figueroa
Y nada hay que le guste más a un ser humano mediocre, y en éste, como en todos los países suelen ser la mayoría, que considerarse parte de una raza superior.
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Ali en el país de las maravillas de Alberto Vázquez-Figueroa
La verdad es que estamos llegando a un punto en que tendremos que empezar a escuchar más a nuestras conciencias y menos a nuestros políticos.
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Ali en el país de las maravillas de Alberto Vázquez-Figueroa
Fascista no es únicamente el que alza el brazo en público. Al fin y al cabo ése es el menos peligroso, puesto que al menos tiene el valor de declararlo. Fascista es aquel que, además, se disfraza de demócrata, al igual que el peor pederasta es el que canta misa y viste sotana.
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El último tuareg de Alberto Vázquez-Figueroa
El gran problema africano estriba en que siempre vienen extraños a intentar arreglar nuestros problemas y acaban por convertirse en su mayor problema.
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El último tuareg de Alberto Vázquez-Figueroa
Ningún equipamiento es adecuado si quien lo utiliza no es la persona adecuada.
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Océano de Alberto Vázquez-Figueroa
El mar es así; cuando creemos haberlo dominado, nos pega un coletazo para obligarnos a recordar que es el más fuerte... Todos saben que únicamente los «Hijos del Mar», los que han nacido en un faro, nunca pueden ahogarse.
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Océano de Alberto Vázquez-Figueroa
Cuando las gentes del mar gobiernen también en tierra habrá paz y en las plazas públicas, en lugar de monumentos a generales que provocaron guerras, se levantarán fuentes con delfines.
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Los ojos del tuareg de Alberto Vázquez-Figueroa
Lo peor que puede ocurrirle a un ser humano es no llegar a ser lo que en justicia debiera haber sido, sino convertirse en el resultado de una jugarreta del destino, que se divierte trastocándolo todo con la misma inconsciencia con la que un niño se divierte arrancándole las plumas a un canario.
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Los ojos del tuareg de Alberto Vázquez-Figueroa
La experiencia es algo que va llenando tu equipaje a medida que avanzas por la vida, y que resulta de gran utilidad cuando te enfrentas a problemas conocidos.
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Océano de Alberto Vázquez-Figueroa
La abuela Encarna lo dijo siempre: «Familia es aquélla donde todo es de todos... Lo demás son gente arrejuntada.» |
Ébano de Alberto Vázquez-Figueroa
—¡Maniáticos, homosexuales, tarados mentales, impotentes! Eso son los que vienen a matar elefantes y rinocerontes –exclamaba indignada, casi fuera de sí–. Aniquilar de lejos y sin peligro a una bestia grande y noble, es una forma como otra de echar fuera todas sus frustraciones... —No creo que «todos» sean «todo» eso –había refutado él–. Hay quien gusta cazar por el placer de la aventura. —¡Aventura! ¿Matar treinta mil elefantes en un año es aventura? Es una forma de criminalidad para cobardes que no se atreven a asesinar personas porque irían a parar a la horca... ¡Maniáticos, homosexuales, impotentes...! |
El último tuareg de Alberto Vázquez-Figueroa
LOs enemigos capaces de engrandecernos, no abunda.....** Saber por saber de nada sirve, si no sabes para que sirve lo que sabes *** |
Tuareg de Alberto Vázquez-Figueroa
Mientras no estéis capacitados para adaptarlo todo, lo mejor sería que respetarais lo que ya existe. Es estúpido destruir sin haber construido antes
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Bajo siete mares de Alberto Vázquez-Figueroa
Traté de imaginar que había hombres que dejaban transcurrir su vida --su única vida-- encerrados entre los muros de una casa y las estrechas calles de una ciudad sin ver jamás ponerse el sol sobre la raya azul del mar y me dije que debía existir un infierno especial para los que, incapaces de ver lo que Dios creó, permanecen ciegos y sordos ante la inmensa maravilla de la Naturaleza.
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Manaos de Alberto Vázquez-Figueroa
Sentar al reo sobre un nido de hormigas rojas abriéndole el ano por medio de una caña hueca. Las hormigas penetran por esa caña, llegan a los intestinos, y comienzan a devorar al hombre de dentro afuera. Pueden pasar días antes de que muera en medio de dolores inconcebibles.
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Manaos de Alberto Vázquez-Figueroa
Se trataba de tender a un hombre boca abajo sobre una tabla, sacarle a través de un agujero sus partes genitales y, tras hacer en ellas un ligero corte para que manara sangre, echar la tabla al río, a que flotara. Al reclamo de la sangre las pirañas acudían y en cuestión de segundos devoraban cuanto colgaba en el agua.
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Bajo siete mares de Alberto Vázquez-Figueroa
Creí que el corazón se me partía: allí donde estuvo anclado nuestro barco no había nada. ¡El Vikingo había desaparecido!
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Cual es el nombre completo de Dumbeldore?