Manaos de Alberto Vázquez-Figueroa
Sentar al reo sobre un nido de hormigas rojas abriéndole el ano por medio de una caña hueca. Las hormigas penetran por esa caña, llegan a los intestinos, y comienzan a devorar al hombre de dentro afuera. Pueden pasar días antes de que muera en medio de dolores inconcebibles.
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