Las hijas de la tierra de Alaitz Leceaga
Los demonios de verdad, los que de verdad te roban el sueño y la vida, nunca se molestan en esconderse.
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Las hijas de la tierra de Alaitz Leceaga
Los demonios de verdad, los que de verdad te roban el sueño y la vida, nunca se molestan en esconderse.
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Las hijas de la tierra de Alaitz Leceaga
Por las rendijas del dolor algunas veces también se cuelan cosas buenas.
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Las hijas de la tierra de Alaitz Leceaga
—Lo tienes todo en el mundo para rendirte, para caer derrotada de rodillas frente al dolor.
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Las hijas de la tierra de Alaitz Leceaga
Comprendí entonces que mi hermano nunca entendería el verdadero poder de las historias: el poder para cambiar nuestro modo de entender el mundo.
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Las hijas de la tierra de Alaitz Leceaga
Hoy el dolor nos ha vencido, aquí, pero llegará el día en que recuperaremos incluso este mismo cruce maldito. Se lo arrancaremos al dolor de sus garras afiladas.
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El bosque sabe tu nombre de Alaitz Leceaga
"tienes dos opciones en esta vida, niña: o sonríes y haces todo lo que los demás se esperan de ti, o prepárate para que te critiquen hasta en el día de tu entierro"
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El bosque sabe tu nombre de Alaitz Leceaga
No se puede ser honrado cuando has perdido una guerra, o ¿te crees que ellos nos aplastaron siendo honrados?
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El bosque sabe tu nombre de Alaitz Leceaga
Cuando la sed y el hambre aprietan los animales se vuelven más feroces todavía, sobre todo los animales de dos patas, que dejan de fingir que están civilizados y sacan todo lo salvaje que llevan dentro.
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El bosque sabe tu nombre de Alaitz Leceaga
Puedes obligar a alguien a vivir en un lugar pero no puedes obligarle a que lo sienta como su hogar: la tierra es algo que uno lleva siempre en el corazón.
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El bosque sabe tu nombre de Alaitz Leceaga
Algunas cosas en este mundo, muy pocas pero muy terribles, no pueden solucionarse con dinero.
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El bosque sabe tu nombre de Alaitz Leceaga
Nunca le he visto la utilidad a lamentarse. No es más que una pérdida de tiempo.
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El bosque sabe tu nombre de Alaitz Leceaga
No dejes que te convenzan de que tú eres mala mientras ellos miran hacia otro lado para no ver sus propios pecados.
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El bosque sabe tu nombre de Alaitz Leceaga
Masón parece un buen tipo, pero como todos los hombres que han nacido con dinero, no parece muy capaz de salir de una crisis por sus propios medios.
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El bosque sabe tu nombre de Alaitz Leceaga
La caridad es gratis, pero la ayuda siempre es a cambio de algo para los que son como nosotros
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El bosque sabe tu nombre de Alaitz Leceaga
Pues claro, a fin de cuentas esto es Hollywood, señor Sinclair: la ilusión es el negocio más lucrativo de Los Ángeles
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El bosque sabe tu nombre de Alaitz Leceaga
Es algo curioso, ¿verdad?, la manera en la que nos entregamos a quien no nos ama ni nos amará jamás solo por la diminuta esperanza de que algún día se fije en nosotras.
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El bosque sabe tu nombre de Alaitz Leceaga
Algunas cosas que parecen buenas al principio resultan ser una malísima idea al final.
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¿Cómo se llama la protagonista del libro?