El bosque sabe tu nombre de Alaitz Leceaga
No hace falta ser hermosa para provocar locura en los hombres, ellos solitos son muy capaces de eso.
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El bosque sabe tu nombre de Alaitz Leceaga
No hace falta ser hermosa para provocar locura en los hombres, ellos solitos son muy capaces de eso.
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El bosque sabe tu nombre de Alaitz Leceaga
Odié la idea de tener que ligar mi vida y mi destino al de un hombre solo para poder sobrevivir.
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El bosque sabe tu nombre de Alaitz Leceaga
La directora —igual que el resto de las profesoras, internas, cocineras y trabajadoras del colegio— sabía tácitamente que cuando una situación se volvía «incómoda» nosotras siempre éramos las perjudicadas.
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El bosque sabe tu nombre de Alaitz Leceaga
Aún no tenía quince años, pero ya estaba acostumbrada a que todos dijeran que había algo impuro o perverso dentro de mí.
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El bosque sabe tu nombre de Alaitz Leceaga
Nadie me creería, o peor aún: me creerían y me quemarían en la hoguera por bruja.
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El bosque sabe tu nombre de Alaitz Leceaga
—Nosotras dos también caímos en una trampa aquella noche, pero tú fuiste el único que conseguiste salir.
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El bosque sabe tu nombre de Alaitz Leceaga
Hay algo malo dentro de ti, Estrella. Y tarde o temprano ese mal que tienes dentro saldrá y te arrastrará, a ti y a todo el que esté a tu lado.
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El bosque sabe tu nombre de Alaitz Leceaga
Un escalofrío bajó deprisa por mi columna pero no tenía nada que ver con el frío que salía de la tierra esponjosa y húmeda debajo de mí. No. Había algo oscuro en las palabras de Alma: una premonición, una siniestra promesa entre hermanas. «Si me matan será culpa tuya».
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Hasta donde termina el mar de Alaitz Leceaga
Es fácil engañar a los demás cuando nadie espera gran cosa de ti.
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Hasta donde termina el mar de Alaitz Leceaga
No subestimes la importancia del amor para alguien que nunca lo ha conocido.
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Hasta donde termina el mar de Alaitz Leceaga
Te prometo que yo no me olvidaré de ti. No te olvides tú de mí
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Hasta donde termina el mar de Alaitz Leceaga
Algunas veces las cosas que queremos simplemente no están hechas para nosotros, por mucho que las deseemos.
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Hasta donde termina el mar de Alaitz Leceaga
Todos somos un poco responsables de nuestra propia desgracia.
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Hasta donde termina el mar de Alaitz Leceaga
Algunas veces sabemos cosas que no sabemos que sabemos.
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Hasta donde termina el mar de Alaitz Leceaga
Algunas veces las respuestas pueden ser más terribles que no saber la verdad, y también más dolorosas.
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El bosque sabe tu nombre de Alaitz Leceaga
Alma me sonrió con esa sonrisa cruel y secreta que solo usaba cuando estábamos las dos solas y no le importaba que viera cómo era realmente.
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Hasta donde termina el mar de Alaitz Leceaga
Por eso la paciencia es algo tan importante. Saber esperar: en esta vida hay un momento para cada cosa.
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Hasta donde termina el mar de Alaitz Leceaga
No era el tipo de personas que creían en leyendas, mitos o magia: sabía de sobra que el mal provenía de las personas.
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Es un retelling de...