El bosque sabe tu nombre de Alaitz Leceaga
Un escalofrío bajó deprisa por mi columna pero no tenía nada que ver con el frío que salía de la tierra esponjosa y húmeda debajo de mí. No. Había algo oscuro en las palabras de Alma: una premonición, una siniestra promesa entre hermanas. «Si me matan será culpa tuya».
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