Aki Shimazaki es una de mis autoras contemporáneas favoritas, sus obras son para mi: “casa”, una zona de confort muy querida a la que me encanta volver. No esperéis objetividad, no puedo concebir que esta mujer escriba algo que yo no adore. Shimazaki plantea sus obras en forma de ciclos, compuestos por 5 relatos que publica sueltos y que pueden leerse en cualquier orden e independientemente. De hecho, pocos ciclos tenemos al completo en español. En ‘Luna llena’ vuelve a brillar lo mejor de esta autora, su capacidad para crear historias, ambientes y personas en muy pocas páginas. Historias sencillas, cotidianas, llenas de pequeños momentos y con pocos personajes, contadas con una enorme delicadeza y tratando grandes temas. En este caso, una historia familiar con un misterio y cierta tensión, contado con esa pluma suya que hace que las palabras fluyan como un rio que aprovecha para indagar en temas como la enfermedad, el olvido y todos los caminos que se abren entre dos personas al pasar una vida juntos. Tetsuo y Fukijo Niré son un matrimonio anciano que vive en una residencia de lujo tras el diagnóstico de alzhéimer. En la mañana en la que comienza la novela, por primera vez, ella no reconoce a su marido. Sin tener nada que ver, Me ha sido inevitable recordar ‘El diario de Noa’, lo cual siempre te deja el corazón un poco blandido. En ‘Luna llena’ vemos como a determinada edad, se perdonan hechos y secretos que, de haber sido descubiertos años atrás, habrían cambiado por completo la vida de los protagonistas. Y es que… ¿te imaginas recordar sucesos de tu vida a raíz de enterarte de algo y que cambie por completo su sentido? ¿Y si la persona a la que creías conocer como la palma de tu mano te ha ocultado algo durante décadas? Al mismo tiempo, hay en la novela un aura nostálgica cuando vemos que el mundo de la juventud de los protagonistas ha desaparecido, mostrándolo sutilmente con comparaciones con la realidad de sus hijos. El paso del tiempo, lo efímero de la vida, es otro de los temas de la obra, tratado con gran delicadeza a través de la figura de las cigarras, que pasan años enterradas bajo tierra para luego tan solo vivir unos pocos días. + Leer más |