Todo esto empezó siendo un puro disfrute de parte de mi morbo, el descubrir cómo sería el relato de un mundo distópico en el que los humanos comemos carne. Y como fanática de lo explícito y el gore me encontré en el medio de este relato sintiéndome muy a gusto y complacida. Las descripciones, los sucesos y los relatos estuvieron a punto, no hubo demasiado de lo innecesario, al contrario de las escenas donde el estómago llega a revolverse y a tener que pausar por un momento la lectura antes de continuar. Incluso me encantó poder ver los nuevos juegos y ventajas que toman los más morbosos cuando la vida se rige por nuevas reglas.
Describe a la perfección el mundo de la comercialización de carne, los procesos atroces a los que hacemos oídos sordos. Juega con ese pase de indignación, con el ponerse a uno en el lugar del otro, en este caso, con poner a los humanos en el lugar de los animales y deshumanizarlos completamente. A cuestionarnos cómo distinguir entre quiénes sí se pueden comer y quiénes no y por qué.
Seguimos la historia desde los ojos de Marcos, quien no termina por aceptar la transición al nuevo mundo y, dentro de sus propios aspectos y reglas, es un “rebelde” en esta nueva sociedad. Continúa su trabajo en el matadero porque necesita la plata, teniendo que vivir día a día situaciones que no son de su agrado hasta que uno de sus clientes le envía una cabeza viva para consumo, él pasa varios días sin saber qué hacer con ella, sin poder dejar de observarla como un pobre animal sin remedio hasta que la fantasía se instala en su cabeza, dándole la oportunidad de “un nuevo inicio”.
Tengo que decirlo, el final me llenó de ira. Y tengo que darle el super punto a favor que no me lo vi venir. Leí esa última línea y me quedé en blanco con la boca abierta, y releí y releí y releí como si pudiese cambiar algo. Sentí la traición a flor de piel y no supe muy bien cómo lidiar con eso. Y dejé pasar un par de días hasta que mi cabeza se enfrío y entendí qué fue lo que acababa de leer:
Me cuestioné qué fue exactamente lo que me molestó y fue el hecho de que Marcos resultó ser uno más, cuando parecía que estaba ahí para brindar una trama, llámese por trama una solución, o una pizca de esperanza de que el mundo no está tan atrofiado como pensamos. De que existe gente que es y puede ser diferente. Sin embargo, acá estamos. Puede parecer que la historia no tuvo desarrollo ya que no existe verdaderamente un inicio, un problema y solución, ésta directamente comienza con el problema, cómo se vive con él y termina. Las páginas de repente quedaron en blanco y el libro parece haber sido un escrito por puro morbo y divagar en las descripciones de sufrimiento porque sí. No tuvimos un héroe en la historia, no hubo ningún cambio de principio a fin. Pero a mis ojos ese es el mensaje en estado puro. Pareciera que quiere decir "al final son todos iguales", pienso que ahí está el impacto, en ver desde afuera cómo la humanidad es lo más hipócrita que existe, en como nosotros mismos vemos el nivel de sufrimiento por el que pasan los animales hoy en día y aun así muchos continuamos con el consumo. El sufrimiento por sufrimiento está ahí para hacérnoslo ver. El protagonista está ahí para mostrarnos cómo es el mundo. El cambio no pretendía ser en esas 250 páginas sino en nuestra vida real. La tortura, la rabia, el sufrimiento, la ira están ahí porque el protagonista es igual a ellos, la pregunta radica en: ¿queremos serlo nosotros también?
Agustina Bazterrica supo poner a los humanos en la piel de los animales de la mejor forma que lo pudo hacer. Es un inevitable 10/10.
Enlace:
https://ornellassx7.wixsite...