El espíritu de la ciencia-ficción de Roberto Bolaño
El paisaje geométrico de los barrios, incluso los colores, tenían un aspecto provisorio, lleno de filigranas y de energía, y también se podía sentir, si uno aguzaba la vista y cierta locura latente, la tristeza en forma de destellos rápidos como si fuera Speedy González deslizándose sin razón ninguna o con alguna secreta razón por las grandes vías del DF.
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