Todos los perros de mi vida

"Para empezar me gustaría decir que aunque los padres, los maridos, los hijos, los amantes y los amigos, están muy bien, no son perros. Los perros cuando aman, aman con todas sus fuerzas, sin vacilaciones, hasta su último aliento. Así es como quiero ser amada"

A sus 70 años, von Arnim pasa revista a maridos, amigos, casas,cambios, ilusiones, desilusiones, familia y a toda su vida en estas memorias súper originales porque nos cuenta todo a través de los 14 perros que la acompañaron.
Perros tranquilos, perros traviesos, perros protectores, perros juguetones o perros que estuvieron poco tiempo con ella pero todos dejaron su huella. Perros que pasaron de puntillas en su infancia y juventud, perros que en su vida adulta la ayudaron, la acompañaron y le dieron todo su amor.

Una lectura breve, que te deja calor en el corazón, que nos recuerda el amor incondicional de los perros, que emociona y te hace sonreír y que te hace darte cuenta por qué decimos siempre que el perro es el mejor amigo del hombre. Siempre están ahí aunque nosotros no. En ellos siempre hay gratitud, bondad y amor, no nos rechazan, ni nos guardan rencor.
Si os gusta la autora no podéis dejar de leerlo, si tenéis perro disfrutareis muchisimo al leerlo y si no lo tenéis debéis leerlo. Ya me contáis, es una maravilla. Y para mostramos su amor por ellos @trotalibros ha enriquecido este libro taaaaan bonito con fotos en blanco y negro de la autora con sus perros.
Ya me diréis si no es un placer absoluto leerlo!!!
Enlace: https://instagram.com/mi.ter..

Este libro me ha hecho sentir muchas cosas. Para empezar hablar de perros me da paz y la pluma Elizabeth von Arnim me encanta. La descubrí en «Vera» y me dejó prendada.
Pero debo decir que no me gusta el comportamiento que tiene hacía alguno de sus perros. Para mí, son mi vida, son familia, son parte de mí. Y sí, para ella son muy importantes, tampoco concibe una vida sin ellos, pero a veces parece que son meros «objetos». Y por ello, alguna historia me ha dolido. Aunque sufrir he sufrido desde las primeras páginas.
Admito que tengo más empatía con los animales que con la gente. Es más, cada día soporto menos a la gente, la falta de empatía, de respeto, que tiene hacía los demás. Lo siento, no puedo.

Dicho esto, la pluma de la autora sigue siendo exquisita. Es una lectura ligera y si te gustan los perros vas a tener sentimientos encontrados.

A pesar de la crítica hacia su comportamiento, nos hace ver como son capaces de aportar tanto a nuestra vida, de ayudarnos a cambiar el estado de ánimo, de salvarnos de un pozo que a veces cuesta encontrar la salida.

Y sí, por supuesto que recomiendo leerlo, a Elizabeth siempre.