Papá Piernaslargas

Me preguntan muchas veces la razón de que esté en diversos clubes de lectura o haga retos literarios. Y siempre respondo lo mismo: desde que hago estas cosas creo que he crecido como lectora, leo cosas que jamás habría escogido por mí misma.
Y esta introducción viene para presentar uno de estos libros y que fue propuesto en el club de @teconlibros en Instagram.
Pensé que sería un libro muy infantil y nada más lejos de la realidad. Parece mentira que un libro juvenil publicado en 1913 tenga expuestas de manera tan amena y fresca esas alusiones al feminismo, a la religión, a la política, así la pobreza, al desarraigo.
Me ha parecido un libro en el que fondo es durísimo, pero en el que la forma es tan divertida y distendida que no puedes dejar de leerlo con una sonrisa permanente.
Si os animáis a leerlo, también deciros que hay dos películas basadas en él: una de cine mudo y otra protagonizada por Fred Astaire. También existe una serie de dibujos animados basada en el libro.
Como veis, aunque aquí no es muy conocido a día de hoy, sí tuvo mucha repercusión en EE.UU.
¿Recomendaría este libro?
Sí, sin duda alguna. Fresco, divertido, entretenido y un clásico que no hay que dejar en el olvido.

Jerusha Abbot es una huérfana de 18 años que aún sigue en el orfanato. Su función allí es ayudar con los pequeños, especialmente el día en que vienen los patronos para que todos estén bien adecentados, lo cuál es un trabajo agotador. de pronto, un día, uno de estos patronos decide enviarla a la Universidad y correr con todos los gastos, algo sin precedentes, ya que hasta entonces solo se había hecho con los chicos. Solo deberá aceptar dos condiciones a cambio: respetar el anonimato del patrono y escribirle cartas periódicamente. de este modo comienza nuestra historia.

A través de las cartas que escribe Jerusha, o Judy como prefiere que la llamen, la acompañaremos en su vida fuera del orfanato, donde todo es nuevo para ella. Descubrirá el maravilloso mundo de los libros, los cuáles devorará con ansia, la amistad, el deporte y el placer de sentirse como las demás chicas, esas que cuentan con una familia y una casa a la que volver.

Es un libro que se lee de un tirón y te deja muy buen sabor de boca. Judy es muy peculiar y me ha hecho reír en más de una ocasión. Como en algunos de sus enfados con su Papá piernas-largas, que es como llama a su benefactor ya que lo único que sabe de él es lo poco que pudo ver en la última visita de los patronos al orfanato, la sombra de sus largas piernas. Como véis es una chica muy creativa y original y sin duda se hace querer.

Me ha gustado también conocer a la autora. Jean Webster fue una mujer moderna, independiente, viajera y defensora de los derechos de las mujeres. Su madre era sobrina de Mark Twain y se crió en un hogar culto y activista.Tristemente falleció muy joven, al día siguiente de dar a luz a su única hija.

Me quedo con ganas de leer la segunda parte, Querido enemigo.

-"PAPÁ PIERNAS LARGAS" de Jean Webster-
.
En esta deliciosa novela, conocemos a Jerusha "Judy" Abbott, una huérfana de 17 años, sin posibilidades de progresar, que ha pasado toda su vida en un orfanato, en la más absoluta soledad.
.
A punto de acabar con la educación obligatoria, la vida de Judy da un giro inesperado, el día que la directora le informa de que un caballero del comité, que prefiere permanecer en el anonimato, se va a hacer cargo de su universidad, para que se convierta en escritora. Como único requisito, Judy deberá escribirle al misterioso benefactor, una carta cada mes, informándole sobre su vida cotidiana, y sus progresos en los estudios.
.
Todas estas cartas son las que forman la novela, y a través de ellas asistimos de primera mano, a la evolución y crecimiento de la protagonista durante sus años universitarios, pudiendo conocer a una joven imaginativa, y aventurera, que nos conquista por su encanto, y que a lo largo de las páginas va desarrollando una personalidad fuerte, independiente, y con unos principios muy claros.
.
Una lectura cálida que está llena de amor por los libros y por la escritura, pero que sobretodo está llena de amor por la vida; y es que Judy es una joven que no ha tenido prácticamente de nada, pero que se maravilla, y sabe apreciar y disfrutar de las pequeñas cosas como ninguna.
.
Tenía muchas ganas de volver a mis queridos clásicos juveniles, y que maravilla de reencuentro ha sido está lectura. Y es que aunque recuerdo haber leído hace años esta novela, no recordaba prácticamente nada de la historia. Qué verdad es que el impacto que nos producen los libros, depende mucho del momento en el que nos encontramos, y sin duda Judy Abbott en este momento vital mío, es una de esas heroínas inolvidables que junto a Ana de las tejas verdes, Jo March, o Heidi, se queda ya conmigo para siempre.

Hay muchas novelas clásicas epistolares, pero al mirar la estantería realmente, lo que se dice pendientes de leer, no tengo tantas. Cuando comenzó el reto allá por enero hice el listado de los veinticinco libros que leería para cumplir con cada una de las veinticinco premisas, pero el confinamiento en el que estamos inmersos me ha llevado a cambiar algunos de los libros elegidos para el nivel 4. Voy a acometer una lectura complicada que no tenía prevista para aprovechar el tiempo que ahora tengo y luego no tendré, y eso me ha hecho rebajar la intensidad de alguna otra lectura del mismo nivel para compensar. Esto os lo cuento porque mi primera opción para el clásico epistolar fue otra lectura que en su momento llegó a mis manos en forma de regalo y por eso tenía prioridad, pero las cosas hay que afrontarlas conforme vienen, y la cabeza me pidió cambiar y escoger un libro que sabía que sería encantador, tierno, divertido y que me volaría en las manos. Ese libro es Papá Piernaslargas.

Jerusha (Judy) Abbott es una huérfana de diecisiete años que vive en el Hogar Infantil John Grier. Ya ha sobrepasado la edad de permanecer en él, pero a cambio de quedarse (y para pagar su manutención) trabaja allí de criada al tiempo que va a clase en el pueblo. al finalizar un "Miércoles negro" (día de visita de los patronos del orfanato) recibe la noticia de que uno de esos patronos, tras leer una redacción escrita por ella, ha decidido pagarle sus estudios en una prestigiosa universidad a cambio de cumplir dos condiciones: una es que sus estudios irán orientados a que en el día de mañana pueda convertirse en escritora, y la otra es que debe escribirle al menos una carta al mes para contarle cómo le va. Dos condiciones bastante fáciles de cumplir cuando una sueña con ser escritora y tiene verborrea suficiente para escribir no una, sino diez cartas al mes si hace falta, cada cual más ingeniosa y pizpireta. Pero, ah, hay otra condición más: el patrono quiere permanecer en el anonimato y ser llamado con el génerico nombre de John Smith, así que Jerusha (que solo ha vislumbrado de él una sombra de largas piernas y brazos y decide llamarlo Papá Piernaslargas en honor a una araña de largas patas del mismo nombre), acomete su nueva vida con enorme ilusión y la firme intención de ser merecedora de una oportunidad que jamás hubiese soñado. Llegará un momento en el que le pesará no saber a quién escribe mes tras mes, año tras año, pero le quiere igualmente con todas sus fuerzas y se lo demuestra en cada una de esas cartas... con su estilo peculiar y descarado xD.

Pues sí, por muy raro que parezca es la primera vez que leo Papá Piernaslargas, pero es que me pasa con esta novela lo que con muchos otros clásicos catalogados como infantiles o juveniles: que los estoy leyendo de adulta. Cuando yo empecé a leer clásicos conscientemente con unos diez o doce años (tómese "conscientemente" y "diez o doce años" con una pizca de sal y los ojos en blanco xD), lo hice con una colección heredada de mis primas (bastante mayores que yo) que contenía novelas mucho más contundentes, y fui relegando este tipo de lecturas porque no las tenía a mano y, realmente, ni sabía que existían. Aun así, y haciendo un inciso con respecto a su catalogación como novela juvenil, ha dado la bendita casualidad de que he coincidido con Yolanda la Trotera al escoger esta lectura para el reto, y hablándolo con ella me comentó que no entendía por qué estaba considerada como juvenil cuando no lo era. Y está totalmente en lo cierto. Trata soslayadamente temas que creo que solo se aprecian cuando ya se tienen una determinada edad y un cierto recorrido vital. No me veo disfrutando de este libro con doce o quince años del mismo modo que lo he disfrutado ahora. Pero, dejando esto a un lado, os cuento lo maravillosísisisimo que es este libro.

Si me paro a pensar en cómo definir Papá Piernaslargas en plan "frase chulipiruli para faja editorial" sería algo así como "Si tuviese alma de escritora, personalidad burbujeante, ironía encantadora, talento para la observación y descripción de la vida que me rodea en mayúsculas, inteligencia emocional para expresar la vida que me bulle en minúsculas, agudeza para volcar todo eso en muchas cartas durante cuatro años e ingenio y gracia para aderezar tanta tinta y experiencias con un seis y un cuatro que compongan un retrato... habría pagado por escribir e ilustrar Papá Piernaslargas". Añadiría más cosas, pero como descripción de lo que me ha transmitido el libro, es totalmente cierta. de esas historias sencillas y sin aparentes pretensiones tan perfectas a las que no cambiaría ni una coma.

Era muy difícil que, adorando como adoro a un personaje como el de Anne Shirley (Ana, la de tejas Verdes... la estoy nombrando mucho últimamente), no adorase a Judy Abbott, porque me siento atraída como polilla a la luz por este tipo de personajes. Huérfanas muy inteligentes, con una imaginación desbordante, corazón enorme y generoso, alegría contagiosa, aventureras infatigables con apetencia desorbitada por el aprendizaje, tesón implacable y obstinado para ver siempre el lado bonito de las cosas y una pasión exultante por la literatura, que se abren camino en la vida a base de trabajo duro, tesón y esfuerzo en un mundo que en principio les está vedado, convirtiéndose así en mujeres independientes con un carácter muy definido y un elevado sentido de la justicia que no tienen miedo de defender aquello en lo que creen y que, cuando se les presenta la oportunidad de ser felices, la agarran con las dos manos apretando con todas sus fuerzas.

La diferencia principal entre Anne y Judy es que la protagonista de Papá Piernaslargas ya tiene diecisiete años cuando la conocemos y, tras unas pocas páginas, se adentra en un mundo totalmente diferente y desconocido y la vemos crecer y madurar ante nuestros ojos hasta convertirse en una mujer de 22 años que sabe lo que quiere y que no tiene miedo de expresarlo. Esto último se hace sobre todo patente en esa resignación de los primeros años con la que acepta y obedece las indicaciones de su benefactor aunque no esté de acuerdo con ellas o le apetezca mil veces hacer otra cosa o estar en otro sitio, que poco a poco va tornándose en rebelión y desobediencia cuando no considera justas esas indicaciones o cree que el señor Smith no está siendo razonable. Sí, le ha dado una nueva vida, una vida jamás soñada, una oportunidad de ser alguien y de dedicarse a lo que le gusta, dinero para moverse por el mundo, pero que pague por todo eso no significa que tenga siempre la razón y que tenga que dársela. Y no hay que olvidar que estamos en 1912... que hoy en día nos pueden parecer normales estos conatos de insurrección, pero no, hace más cien años no lo eran.

¿Cómo son las cartas en sí? Llenas de vida, ilusión, ingenio, creatividad y agudeza. John Smith quiere que Judy le cuente una vez al mes cómo le va en la universidad y recibe cartas donde le cuenta de todo menos eso (bueno, digamos que 25% de sus estudios y 75% de cualquier otra cosa que se le ocurra), y no puedes evitar imaginar al señor Smith leyendo esas cartas en su despacho y sonriendo como un tonto. La única pena de Judy precisamente es que jamás recibe respuesta de su benefactor y le habla a un ente que no sabe ni cómo imaginarse, pero él, desde el anonimato, encuentra maneras de decirle y demostrarle que lee sus cartas y no acaban en la papelera. ¿Que leído un tercio del libro el lector ya se imagina de sobra quién es John Smith? ¡Qué más da! Eso le da sal a la historia y la hace todavía más entretenida, porque tú sabes algo que Judy no sabe y la vena "visillo" disfruta con el entuerto. Además, Jean Webster (hija de una sobrina de Mark Twain) salpica las cartas aquí y allá de todos los temas sociales que le interesaban y reivindicaba, y acabas con la sensación de que, a través de su personaje, la conoces un poquito también a ella y la aplaudes por el modo tan lúcido que tuvo para implementar todas sus inquietudes en una novela tan tierna y tan divertida.

La he disfrutado muchísimo, supongo que se nota. Es dulce, tierna, honesta, ingeniosa, ágil, resuelta y muy divertida... de esos libros que te sale del alma recomendar y que te cuesta imaginar que alguien no lo disfrute, que no le guste o que, What the Dickens!, ni siquiera sonría al menos una vez con sus páginas abiertas... Salvo que no tenga corazón. Ni sentido del humor. Ni sepa disfrutar de las cosas bonitas de la vida. Hay de todo en la viña del Señor, pero vosotros hacedme caso: si no habéis leído ya Papá Piernaslargas, estáis tardando.

Por ir terminando, la edición de Turner, íntegra, con nueva traducción y las ilustraciones de la propia autora, es fantástica (salvo por el detalle de que se echan mucho de menos las solapas en el libro, pero eso ya son cosas mías y de mi vena tiquis). He buscado desesperada la segunda parte, donde la autora de las cartas es un personaje de este primer libro que no nombro, pero no ha habido manera de encontrarla en una edición que tenga menos de treinta años. Editoriales del mundo (españolas, claro, las demás no me valen xD), ¿sería mucho pedir que editáseis Mi querido enemigo? ¡Gracias! ¡Tengo una lista enorme de libros en las mismas circunstancias, por si os interesa!
Enlace: http://inquilinasnetherfield..

Hace mucho tiempo que quería leer este libro. Fue un autoregalo de cumpleaños y lo he disfrutado mucho.
Una preciosa novela epistolar con una protagonista con las ideas muy claras.
Jerusha/Judy es una niña huerfana de 17 años cuya suerte cambia de pronto cuando un benefactor, que se mantiene en el anonimato, decide mandarla a la universidad para que se haga escritora. A cambio ella mandará una carta cada mes a este señor.

Ella le va contando a las personas que conoce, sus amigas, sus asignaturas, los libros que va leyendo, los viajes que hace, sus sueños, sus sentimientos, sus escritos ...

Un libro precioso con frases increíbles para cuando lo escribió la autora.
Jean Webster (1876).
Lo recomiendo mucho por todo lo que aporta, como una chica de 17 años vive con tanta intensidad y aprovecha la oportunidad que recibe.

"Lo que pasa es que a Julia le falta tacto y me estoy dando cuenta de que con los hombres es indispensable tenerlo, y mucho. Si se les acaricia de forma correcta, ronronean como gatitos, pero escupen si se les frota a contrapelo. (Esta no es una metáfora muy elegante que digamos, pero comprenda que la empleo en sentido figurado) "⁣
⁣
Hoy les traigo un libro muy especial para mí. Conozco esta historia desde mi infancia gracias al anime del mismo título "Papá piernas largas" de Jean Webster. Desde que supe que @almuzaralibros @toromitico iba a sacar esta edición tan maravillosa del clásico me emocioné, gracias a la Editorial por permitirme volver a reencontrarme con esta historia. ⁣
⁣
Esta novela epistolar nos adentra en las vivencias de una huérfana, que gracias a un benefactor anónimo, es enviada a la Universidad con la condición de que le escriba una carta al mes con sus progresos educativos. ⁣
Durante sus 4 cursos podremos conocer a Judy y es que sus cartas reflejan su personalidad de una manera arrolladora. Es positiva, luchadora, perspicaz y divertida. Tiene un don con la palabra tanto hablada como escrita. ⁣
⁣
Es una obra llena de optimismo, reflexiones sobre la vida, referencias a obras de la literatura e incluso ahonda de manera sutil la religión y política, demostrando así que la protagonista, pese a ser mujer en una época en la que se creía que su único cometido era casarse, se interesa por todo tipo de cuestiones sociales. Además, de demostrar un feminismo claro a través de la obra. ⁣
⁣
Te animo a que le des una oportunidad si quieres enamorarte de una protagonista única, un libro que se merece mucho más reconocimiento. ⁣

Esta novela epistolar se lee en un suspiro, es una lectura muy fresca y ligera a la vez que interesante.

Nos presenta a Jerusah Abbot, una adolescente que vive en un orfanato y que gracias a un benefactor anónimo puede ir a estudiar a la universidad.

A lo largo de las cartas que le envía nuestra protagonista a su benefactor, vemos cómo descubre el mundo que hay fuera de lo que era su hogar, vemos cómo va madurando y en la clase de mujer que se va convirtiendo.

Es una lectura muy dulce y tierna y es muy fácil congeniar con la protagonista. Te saca una sonrisa en muchos momentos gracias a su ingenio y eres capaz de sentir la misma emoción que ella al descubrir según qué cosas.

El final me ha dejado sorprendida ya que no me esperaba quién era el benefactor y eso que, pensándolo fríamente, no dejan de aparecer pistas a cada rato...

Puede resultar un tanto previsible pero eso no hará que disfrutéis menos de la historia. Ha sido una lectura muy agradable y altamente recomendable para pasar una buena tarde con un café o un té.

No voy a mentir: me enteré de la existencia de este libro este año. Cuando vi que era epistolar, y que todo el mundo decía que era de fácil lectura, me dije que tenía que conseguirlo, aunque sea usado. Entonces vino el coronavirus y no pude ir más a mis librerías de usados a tratar de conseguirlo. Peeeero me acordé que este libro tenía más de cien años, así que capaz se conseguía gratis en Amazon. Tuve razón. Viva yo.
.
Lo leí en inglés. Es el primer clásico que leo en su idioma original desde que terminé el secundario, porque el mito dice que los libros viejos tienen un inglés más complicado que los contemporáneos. Déjenme decirles que más allá de un par de cuestiones de vocabulario, como el uso original de la palabra "queer" que yo no tenía ni idea, fue de lectura bastante fácil y ágil.
.
La historia en sí me gustó. Una huérfana que le escribe cartas al benefactor anónimo que le paga la universidad para señoritas, una muchacha que va contra lo establecido, que sabe lo que se espera de ella y aun así lo cuestiona y aprende a tomar sus propias decisiones. ¡Feminismo en un libro bastante juvenil de principios del siglo pasado, gente! Amé.
.
Lo que no amé tanto acá, para sorpresa de todos (incluso mía), fueron los aspectos románticos. No quiero spoilear, me gustó el desarrollo de la pareja, me encantan los romances epistolares, pero no me encantaron algunas actitudes de cierto personaje, realmente me enojaron. Y en general se me hizo un poco perturbador, la verdad. Igual es lo de menos en este libro el tema romántico (y tiene un final feliz así que tampoco me molesta tanto, ponele, porque soy fan de los finales felices).

Una historia que te calienta el corazón y suaviza el alma.
Narra la historia de Jesusa Abbot, una joven huérfana de 18 años que toda su vida había vivido en el hogar de John Grier, quien recibe la noticia de que uno de los síndicos que mantienen el hogar había decidido mandarla a la universidad para que se convierta en escritora, pidiendo a cambio una carta mensual en la que la joven debe contar sus progresos y actividades cotidianas durante los 4 años de estudio. Son esas cartas con las que se nos desvela la historia, a través de ellas vemos como Jesusa crece, aprende, decide un nuevo nombre y descubre lo que es el amor y la amistad.
Jamás esperé que esta fuera una historia de amor, pero se da de una forma tan suave y auténtica que te llena de felicidad y ternura.

Es una novela epistolar. Una huérfana escribe a su desconocido benefactor periódicamente para narrarle los progresos que realiza en sus estudios que realiza gracias a su financiación. Muy divertida.