Papá Piernaslargas

No voy a mentir: me enteré de la existencia de este libro este año. Cuando vi que era epistolar, y que todo el mundo decía que era de fácil lectura, me dije que tenía que conseguirlo, aunque sea usado. Entonces vino el coronavirus y no pude ir más a mis librerías de usados a tratar de conseguirlo. Peeeero me acordé que este libro tenía más de cien años, así que capaz se conseguía gratis en Amazon. Tuve razón. Viva yo.
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Lo leí en inglés. Es el primer clásico que leo en su idioma original desde que terminé el secundario, porque el mito dice que los libros viejos tienen un inglés más complicado que los contemporáneos. Déjenme decirles que más allá de un par de cuestiones de vocabulario, como el uso original de la palabra "queer" que yo no tenía ni idea, fue de lectura bastante fácil y ágil.
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La historia en sí me gustó. Una huérfana que le escribe cartas al benefactor anónimo que le paga la universidad para señoritas, una muchacha que va contra lo establecido, que sabe lo que se espera de ella y aun así lo cuestiona y aprende a tomar sus propias decisiones. ¡Feminismo en un libro bastante juvenil de principios del siglo pasado, gente! Amé.
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Lo que no amé tanto acá, para sorpresa de todos (incluso mía), fueron los aspectos románticos. No quiero spoilear, me gustó el desarrollo de la pareja, me encantan los romances epistolares, pero no me encantaron algunas actitudes de cierto personaje, realmente me enojaron. Y en general se me hizo un poco perturbador, la verdad. Igual es lo de menos en este libro el tema romántico (y tiene un final feliz así que tampoco me molesta tanto, ponele, porque soy fan de los finales felices).