Amante Oscuro

No confies en mi. No me quieras. No me importa un comino. Pero nunca me mientas.

Quien a hierro mata, a hierro muere, y era evidente que no era un ciudadano respetuoso con la ley. 

El impulso de ser atraido por lo que podia aniquilarlo le hacia sentir un cierto vertigo que no le resultaba del todo desagradable.

Matar vampiros civiles era solo un poco mas dificil que aniquilar a un hombre normal. Sangraban si se les cortaba, sus corazones dejaban de latir si se les disparaba y se quemaban si eran expuestos a la luz solar

Las hembras, aunque la mayoría de ellas vivían protegidas como si fueran obras de arte, tenian hermanos y padres que podían ser persuadidos para que hablaran.

No pudo evitar pensar que si ellos hubieran vivido hasta una edad avanzada, el habría sido diferente.

Cuanto mas tiempo pasara fuera de su casa, mejor. Los platos sucios en el fregadero y las sabanas arrugadas sobre la cama no iban a echarlo de menos.

Él no era un solitario.Nunca lo había sido. La venganza era un endiablado compañero.

Grandioso. Allí estaba, desnuda bajo una bata, sola con más de quinientos kilos de vampiro. Intentar hacerse la indiferente era imposible (...)

V dio una calada al cigarrillo y echó el humo lentamente.
-Anoche soñé contigo.
Wrath se puso rígido. Estaba esperando algo así.
-No me lo cuentes, hermano. No quiero saberlo. En serio.
El vampiro asintió.
-Sólo quiero que recuerdes una cosa, ¿de acuerdo?
-Dispara.
-Dos guardianes torturados combatirán entre sí.