Sus visiones habian regresado, otra vez estaba condenado a ver el futuro. Habia superado la encrucijada que marcaba su destino.
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Sus visiones habian regresado, otra vez estaba condenado a ver el futuro. Habia superado la encrucijada que marcaba su destino.
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Porque el amor, despues de todo, era eterno y no estaba sujeto a los caprichos de la muerte.
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Solo el conocia el mapa entero de la eternidad, de los caminos conocidos y desconocidos. El era el libro, la pagina y la tinta indeleble.
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Todo el destino de su hijo era, en realidad, un castigo destinado a ella.
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No dejes que tu compasion me convierta en un principe
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Quiero que ames a alguien de verdad. No como crees que me amas a mi.
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Ningun hijo mio seria tan cobarde de atacar a un hombre en un punto tan vulnerable durante el combate. Los debiles tienen que ser astutos, pues carecen de fuerza.
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Soy una guerrera. Mi enemiga es la muerte.
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Caer en desgracia era un poco como enamorarse: las dos cosas significaban quedar desnudo y expuesto, tal y como era uno por dentro.
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El era un cobarde absoluto. Un cobarde debil que no habia sido capaz de vengar a sus muertos, que no tenia voz y cuyo cuerpo no resultaba envidiable ni para un niño de diez años.
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¿Con qué frase empieza esta novela?