Un libro que empieza con la frase "Perdí por mi culpa, al amor de mi vida" me impactó tanto que tenía que leerlo sí o sí. Tras su lectura ya os adelanto que mi palpito no me ha fallado y Cielo azul es de esos libros que se recomienda a todo buen amante de la literatura porque es una historia deliciosa y que esta cargada de citas, de enseñanzas, de nostalgia y para resumirlo en una palabra podría decir que de vida. Desde que Doug, su marido, abandonará la relación que mantenía con nuestra protagonista Galla, esta no levanta cabeza y entró en cierta depresión que intenta combatir acudiendo a una terapeuta. Será e n la consulta de esta profesional donde conocerá a Nicola y a Bianca otros dos pacientes y cuya relación con ellos le ayudará a seguir adelante. A estos dos personajes se les unirá "la voz", que no es otra que el fantasma de Gabriele Münter, una artista que fue pareja de Kandinski y a la que "conoció" en una visita a un museo en Múnich. Las conversaciones entre ellas dos son intensas, a veces entrañables y cargadas de complicidad con un humor irónico que no tiene desperdicio. Muchos temas vamos a encontrar en esta historia, una historia que lo que más destacable que tiene es que es toda una enseñanza, una lección de vida que nos introduce en un mundo de amistad, de segundas oportunidades, de levantarse tras una caída y del poder de la amistad frente a la soledad de la vida, no esa soledad que uno busca en ciertos momentos y que sirve para encontrarse. Cielo azul es un libro tan intimo que en algunos momentos me ha recordado salvando las distancias a Donde el corazón te lleve de Susanna Tamaro (aunque no tengan nada que ver realmente) y puede que solo el estilo de narración epistolar o de diario que se puede apreciar en ciertos momentos. Un libro que te atrapa nada más comenzar a leer y del que te costará despegarte. de esas historias tan bonitas que te llenan de vida. + Leer más |
La inspiradora historia de una librera y su librería que se ha convertido en un fenómeno editorial.
Huyendo de la agitación de la ciudad, Alba Donati decidió cambiar el rumbo de su vida y regresar a su Lucignana natal, un pueblo de ciento ochenta habitantesen la campiña toscana. Tras lanzar una campaña de crowdfunding y pedir una donación de libros a las editoriales de Italia, en 2019 abrió las puertas de la librería Sopra la Penna. Su día a día transcurre entre recomendaciones de lecturas, pedidos e ideas para hacer de esa cabaña cerca del bosque un lugar único donde, además de las novedades literarias que Alba elige con mimo, el visitante se sumerge en un universo lleno de sorpresas: una estantería pirata para libros olvidados, calcetines con citas de Orgullo y prejuicio, calendariosde Emily Dickinson, o meriendas con un té que lleva el nombre de Charlotte Brontë y una mermelada que sabe a Alicia en el país de las maravillas. Y a su alrededor gravita otro universo: el de los clientes, amigos, ayudantes, vecinos y familiares para los que la librería en la colina, con su hermosa ventana al valle, se ha convertido en una enorme ventana al mundo.
La crítica ha dicho:
«Un libro maravilloso y único, unas memorias, un poema familiar, pero también la historia de una aldea de montaña y una novela de aventuras. [...] Leedlo y recomendadlo. Estoy segura de que irradiará más magia».
Cristina de Stefano, Elle
«Un libro inspirador y de singular belleza que habla de la eterna vida de los libros y de cómo nuestra existencia puede cambiar y nuestros sueños hacerse realidad cuando nos empeñamos en creer en ello».
Michael Cunningham
«La gratitud de Donati por la vida y por lo que la rodea ilumina cada página. [...] Un libro lleno de amor y literatura, un objeto luminoso que alimenta el espíritu y la mente».
Francesca Pellas, Il Foglio
«No es solo la historia de una librería, es mucho más: es el relato vivo, inmediato, espontáneo, tierno, de una elección de vida».
Gazzetta di Parma
«Un lugar que parece salido de un cuento de hadas inglés. [...] Una historia de arrebatado amor por los libros mezclada con la de una vida y una familia únicas».
Daria Bignardi, Vanity Fair